BREVE RESUMEN DE LOS 6 PRIMEROS EPISODIOS:
El dueño y Chef Jefe del Um Ahm Jung, el restaurante tradicional mas afamado de toda Korea del Sur, piensa retirarse. Para ceder el mando organizará un concurso con una serie de pruebas esperando que sus dos hijos se jueguen el puesto. Aunque a Oh Bong-Ju le tocaría por derecho ya que es el primogénito, su padre solo tiene ojos para su hermano pequeño Sung-Chan. Tras superar una serie de pruebas que enemistará a los dos hermanos, Sung-Chan terminará dejando el lugar cuando su hermano enrabietado le confiese un secreto inconfesable que su padre le acababa de contar: que es adoptado. El tiempo pasará y cada uno de los hermanos llevará la vida que desea, Bong-Ju al frente del Um Ahm Jung y Sung-Chan en una camioneta sirviendo de ocasional vendedor ambulante. Sin embargo no podrán estar separados mucho tiempo…
CAPITULO 7º: Encuentros, reencuentros y desencuentros.
Bong-Ju le recriminará su actitud a Sung-Chan tras desaparecer y no dejar ni rastro. El joven se mantendrá indiferente frente a la bronca de su «hermano» hasta que ambos se separen de nuevo. A su regreso Bong-Ju tendrá un nuevo enfrentamiento, ésta vez con su padre ya que en su idea de expandir el Um Ahm Jung, tendrá que ganar un concurso culinario relacionado con la carne por lo que deberán comprar una granja. Su progenitor se lo negará teniendo Bong-Ju que amenazarle con recurrir a los accionistas para que le dejen maniobrar con libertad. La discusión mas el recuerdo de la desaparición de Sung-Chan sumirá al veterano cocinero en un estado cercano a la depresión pero no será hasta que a su viejo amigo, el Maestro Ja-Wun, se le ocurra un plan para hacerlo regresar, cuando éste recupere las fuerzas. Sin embargo no será el único problema en el Um Ahm Jung ya que tras errar en la elaboración de un plato Jong-Gu será despedido siendo sustituido por un nuevo sous-chef. Finalmente harto de la indiferencia de Ju-Hee hacia su persona, Bong-Ju le confesará el paradero de su hermano. Ésta irá en su busca pero se llevará un desengaño cuando vea a éste feliz junto a Jin-Su.
Una de las cosas que mas me gusta de la serie además del ámbito culinario es que al tener tantos personajes, nadie se puede quejar de que tenga poco contenido. Además al encontrarnos con dos focos de acción diferentes representados por los dos hermanos, cuando una historia se ralentiza, sus responsables solo tienen que pasar al otro para darle una continuidad fluida.
Y encima particularmente en éste capítulo nos encontramos con la situación especial de que entra en la partida un nuevo personaje – el fantástico Lee Won-Jong – que puede dar mucho pero que mucho juego además de acrecentar la vertiente cómica que se estaba quedando un poco relegada ante el drama forjado por los dos hermanos.
Y ya que hablamos de su relación, lo único malo del episodio de hoy es que nos hemos quedado helados cuando hemos sido testigos de ese «flashback» que narra cómo Bong-Ju entró a formar parte de la familia Suk-Su. Pero vamos a ver… ¿Sung-Chan no se largó del Um Ahm Jung al enterarse de que era adoptado?. Pues entonces, ¿por qué cuando fue acogido nos lo muestran ya demasiado crecidito y enterrando a su padre?. ¿Error en el argumento o en la subtitulación?. Ahí queda la duda.
CAPITULO 8º: Vuelve la cocina como protagonista.
En el Um Ahm Jung se celebrará una competición para ver cual de los cocineros presenta un plato al presidente de la compañía; y es que hay que quedar bien ya que éste tiene que dar vía libre al proyecto de franquicias del restaurante. El ganador será Ki-Jeong resultado que no sentará muy bien a algunos de sus compañeros ya que les recordará que éste fue discípulo de Sung-Chan. Por otro lado Bong-Ju decidido a ganar el concurso culinario basado en la carne de vacuno piensa encontrar al mejor carnicero de Korea del Sur, el llamado «Guerrero» Kang para que forme parte del equipo del Um Ahm Jung. El destino provocará que éste no sea otro que el dueño del restaurante con el que últimamente ha intimado Sung-Chan. De hecho cuando vaya a su encuentro se topará con su hermano participando en un reto a favor de Kang por el que debe identificar en una cata a ciegas diez partes diferentes de carne de res. Obviamente evitará cruzarse con su hermano intentando convencer al veterano Chef al día siguiente. Éste finalmente declinará la oferta por lo que Min-Wu, que había acudido al local buscando su respuesta, tendrá que chantajearlo para inclinar la balanza a su favor…
Que placer da ésta serie cuando se mete entre fogones instruyéndonos ya no tanto sobre la gastronomía surkoreana sino sobre el buen comer. La competición y posterior exposición de platos está extraordinariamente bien, incluso llegando abrir el apetito regalando consejos y truquillos al aficionado como p.e. lo de la sal tostada, pero luego en la prueba de la carne sale a relucir toda esa filosofía con la que muchos cocineros orientales conciben la gastronomía.
En Europa y mas especialmente en España con figuras relevantes, la cocina en muchas ocasiones es un banco de pruebas donde por ejemplo esa cocina molecular aproxima mas los fogones a un laboratorio químico, mas a una ciencia que a algo sociocultural, sin embargo en Asia hay una componente poética/filosófica que si bien puede parecer pretenciosa -… de hecho lo es y si no ver lo recalcitrantes en que al final se convierten esos flashbacks… – nos muestra mas una forma de vivir que de entender la cocina.
Por lo demás, una densidad argumental que no dará ni un segundo de respiro al espectador y en lo mas negativo, una excesiva dependencia de señalar a los buenos y malos. Yo creo que la vida ni es blanca ni negra, hay distintas tonalidades de grises y ni Min-Wu merece todos los palos de los espectadores ni Bong-Ju el desprecio de su padre y Ju-Hee. Oppss se me ha pegado algo de esa filosofía oriental…
CAPITULO 9º: Se adelantó el Día del Padre.
Tras servir de espectador de la bochornosa escena entre el «Guerrero» Kang y su hija, Sung-Chan querrá que ambos hagan las paces. Visitará a la joven en el banco donde trabaja intercediendo por su nuevo amigo pero ésta, sin querer saber nada de su padre, se desmayará aparentemente víctima de los nervios. La acompañará hasta un hospital y allí sabrá que ha sufrido un amago de aborto. Sin tiempo para avisar a Kang será «secuestrado» por los hombres del Presidente Seo, que enterado de su identidad quiere que represente a su empresa Dae Jin en el certamen culinario basado en la carne de vacuno por el que también luchará el Um Ahm Jung. Un Um Ahm Jung que recibirá la negativa del «Guerrero» Kang cuando tras haberse arreglado con su hija, la cual se ha despedido del banco, ya le dé lo mismo el chantaje al que estaba siendo objeto. Por el contrario, recriminará a los responsables del restaurante su actitud. Bong-Ju, conocedor de las malas artes de su ayudante le obligará a disculparse y éste, en lugar de ello, le ofrecerá a Kang dinero a cambio de no participar con ningún otro equipo. Finalmente Sung-Chan enterado de las artimañas del Um Ahm Jung acudirá al restaurante para «devolverle» el dinero a su hermano.
Otro episodio denso y sin desperdicio, al uso de una pieza de carne cuando la coge el «Guerrero» Kang. Bromas aparte, una entrega emotiva entre el encuentro y re-encuentro del propio carnicero con su hija y la del protagonista con su padrastro.
Sobre el primer caso, genial por muchas circunstancias. Por un lado porque es un reflejo de la sociedad surkoreana exigente y algo injusta respecto a las clases sociales. A muchos les parecerá exagerado que una pareja rompa porque el padre de uno de ellos sea carnicero pero he visto suficientes películas y series para creer que, «si el río suena, agua lleva»… Y por otro lado, genial esa escena en la que Kang detiene al novio de su hija. Esto sí que es emoción a flor de piel.
El contraste lo encontramos en el encuentro de los Suk-Su. ¡Qué «pesao» es el patriarca con Sung-Chan!. Seguro que ahora que va a participar contra el Um Ahm Jung lo disculpará. En todo caso esto es tan solo culpa de los guionistas… porque no sé si del manhwa original.
Por lo demás, lamentar la previsibilidad de la serie. Ahora que van a existir dos frentes claramente definidos como el «bueno» y el «malo», el «humilde» y el «poderoso», no habrá mucho que rascar. Ojala me equivoque.
CAPITULO 10º: La vaca que ríe.
Bong-Ju se abstendrá de replicarle a su hermano y encima de haber sido reprendido, recibirá una nueva decepción por parte de su padre que solo tiene ojos para Sung-Chan. La vida seguirá y llegará el día en que se presenten las reglas para el concurso de Gastronomía Vacuna. El Um Ahm Jung acudirá con su equipo al que se ha unido un Jong-Gu repescado mientras que Sung-Chan irá con los del Grupo Dae Jin. Allí se verán todos las caras y saltarán las chispas, aunque la mas afectada será Ju-Hee que entendiendo la participación del joven como una traición, terminará por dar su completo apoyo a Bong-Ju. Finalmente se abrirá la veda para la competición comenzando por buscar una res lo suficientemente buena como para superar la primera fase. Los del «Guerrero» Kang darán con un espléndido ejemplar pero finalmente los del Um Ahm Jung les ganarán la partida apoyados por la avaricia del dueño del animal. Al menos la suerte les sonreirá y encontrarán otra ternera que tampoco tiene nada que desmerecer. ¿Bastará para ganar la primera prueba?.
Comienza la competición, algo que parece ser una buena noticia ya que dotará de dinamismo al desarrollo de la serie; y es que seguro que no era el único que pensaba que esto se iba a alargar en el tiempo.
Ahora que estamos ya metidos en harina surge lo que decía en la anterior entrega, que se nota demasiado quién es el bueno y quién el malo y esto además de provocar una previsibilidad alarmante no le hace ningún favor a la serie en cuanto a la construcción de personajes. Incluso Bong-Ju, que por momentos recibe la atención de los guionistas como en ese inicio cuando se ve maltratado por su padre, termina por perder todas las simpatías del respetable por esa actitud chulesca del final. Así no.
Y en la misma línea, los del grupo de Sung-Chan son muy buenos y lo que queramos pero en ésta entrega pecan un tanto de hipócritas. «Qué lástima que da que tengamos que mentirle al pequeño pero… qué mas da, la competición es la competición. Al diablo vaca y niño…»
Total, si han de ganar o perder por decreto, dígase capricho de un guionista… ¡podrían haberse inventado otra cosa dejando finalmente la vaca al cuidado del crio!. ¿Qué es para justificar el coste de la operación?. Pues nada, con el dinero del premio del concurso – ¿alguien duda de que no lo vayan a ganar ? – se podría haber invertido una cantidad para colaborar con los gastos de la intervención. Si solo es discurrir un poquito por favor…
CAPITULO 11º: Primera sorpresa… o decepción.
Los jueces comenzarán a examinar las reses sacrificadas para el Concurso Culinario Vacuno. Nuestros protagonistas irán pasando fases hasta llegar a la última etapa con una ligera ventaja para el Um Ahm Jung. Finalmente ésta será suficiente para ganar la primera prueba pero un pequeño detalle hará que los representantes del restaurante sean descalificados pasando a liderar la puntuación los del grupo Dae Jin con Sung-Chan a la cabeza. El Um Ahm Jung no solo sufrirá una humillación sino que muchas de las reservas que tenían serán canceladas debido a la mala prensa. Aun así, los puntos alcanzados les valdrán para pasar a la siguiente fase, la del despiece de la res, otra prueba que parece a priori ganada por el Grupo Dae Jin a tenor de las habilidades del «Guerrero» Kang. Sin embargo, la noche antes éste sufrirá un pequeño accidente a causa de Jong-Gu.
Madre mía cómo se están cargando la serie. Si bien decía con anterioridad que estaba resultando excesivamente previsible, ahora la hacen aún mas predecible no solo con la profecía de Ja-Wun sino con el dichoso… accidente. Y es que si resulta increíble la resolución de la primera prueba – la lógica decía que la iba a ganar el Um Ahm Jung ya que todo parecía destinado para que las otras dos se las llevasen los del Dae Jin – han terminado por fastidiar la sorpresa con ese final tan desastroso argumentalmente hablando.
Y por cierto, los guionistas lucirán sus conocimientos gastronómicos de cara a la galería – esos estándares para elegir la mejor pieza de carne – pero se quedan en evidencia en otros aspectos. Por ejemplo, lo de la carne «estresada» en Europa fue un tema estudiado años atrás, de hecho hace ya casi una década entró en vigor una ley en la Unión Europea que obliga a trasportar a los animales a los mataderos en condiciones respetuosas para estos. Que ahora nos lo pongan como excusa, suena a salida fácil de un entuerto
Por lo demás, por un lado estupendo el dúo que hace Jin-Su y su jefe, el aporte cómico necesario para desengrasar las situaciones, y por el otro, agradecer el apunte culinario con ese «Yukhoe» – carne de vacuno en crudo sazonada – que abrirá el apetito a mas de uno. De hecho voy a bajar al supermercado de la esquina para comprar un buen filet mignon y hacérmelo ésta noche.
CAPITULO 12º: Duelo de Titanes.
Da comienzo la segunda fase en la que los carniceros de cada equipo han de demostrar sus habilidades con los cuchillos. Aunque al principio el «Guerrero» Kang cogerá la suficiente ventaja como para pensar que tiene la prueba ganada, pronto comenzará a sufrir a causa de la herida causada el día anterior. De resultas de ello Jong-Gu, finalmente como se esperaba, ganará la prueba devolviendo al Um Ahm Jung el prestigio perdido. De vuelta al restaurante éste se verá recompensado con un ascenso, puesto de privilegio del que hará enseguida uso quitándose a Dal-Pyeong de encima. Y mientras que esto sucede Bong-Ju intentará encontrar el mejor carbón para la última fase, recordando que en otros tiempos existía una clase de carbón particular elaborado para el Emperador en ocasiones especiales. Pidiendo consejo a Ja-Wun éste le dirá que la fórmula está en posesión de su padre ya que va pasando de una generación a otra de Chefs Reales. Cuando Bong-Ju vaya a rogarle que se la trasmita, éste se mostrará reticente teniendo de nuevo a Sung-Chan demasiado presente. Sorprendentemente será Ja-Wun el que interceda por el hijo de su amigo.
Sensaciones contrariadas me deja éste episodio. Por un lado la prueba del despiece de la vaca me ha parecido decepcionante no tanto por lo previsible que era – ya nos lo habían destripado en el anterior capítulo – sino por su propia puesta en escena. El corte de las reses ha estado bien pero por el camino se han dejado el relativo protagonismo que le habían dado a ese personaje del carnicero invitado del «Cara cortada» con entrenamiento inclusive en la misma entrega precedente. Aquí casi ni se le menciona con lo que resulta un tanto frustrante ya que no hay tensión.
Y por otro me ha gustado, ya que parece que le están dedicando algo mas de atención a Bong-Ju. Acomete su rol de mártir a la perfección y por fin parece que vaya a ser recompensado por parte de su «desagradecido» padre. Y es que la actitud de éste comenzaba a rayar lo absurdo: no quería transmitirle el secreto del Carbón Real porque Bong-Ju no era descendiente del Chef Real. Pero entonces, ¿qué hay de él?. Tampoco es descendiente. En fin…
Pero claro, el sentido común no es el fuerte de la serie. Resulta que el Um Ahm Jung tiene contactos con todas las empresas de carbón del país, mucha gente trabajando en el asunto y una base – los documentos que atesoran – importante; sin embargo Sung-Chan porque el «Guerrero» Kang le dice que vaya a hablar con un tío que al fin y al cabo es un borrachuzo, va a encontrarse con el mejor carbón. ¡¡¡ Cómo si en las otras empresas dedicadas a ello se estuviesen tocando los… ¡¡¡. Por favor, vale que es el protagonista y lo que queramos pero puestos a inventar, que inventen mejores soluciones.