THE PRIME MINISTER AND I (III) – Korea del sur – 2013 – (Ep. 13 al 17) de 17. FIN

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BREVE RESUMEN DE SUS 12 PRIMEROS CAPÍTULOS:

Kwon Yul es el padre de tres niños. Viudo, su profesión como político no le permite prestar mucha atención a sus hijos. La situación empeorará cuando el Presidente de la Republica vea en él al perfecto candidato para convertirse en el nuevo Primer Ministro tras los fracasos de una serie de políticos corruptos. Y es que la imagen que de él tiene la opinión pública es de un burócrata joven, trabajador y sobre todo integro. Sin embargo Kwon Yul tiene los enemigos metidos en casa, ya que su cuñado le echa la culpa de la muerte de su hermana. Así, aún siendo ministro dentro del mismo gabinete, intentará boicotearlo por todos los medios. Un día, Kwon Yul tendrá un malentendido con una joven periodista de la prensa rosa, Da Jung, y el único remedio que tendrán para salir del entuerto será hacer creer a todo el mundo que son pareja. Cuando esta se entere de que la muerte de su padre está próxima, aprovechará la coyuntura para pedirle a Kwon Yul que se case con ella para así cumplir el sueño de su padre de verla casada. El político accederá, y poco a poco la mentira se convertirá en realidad cuando vayan enamorándose. Sin embargo su felicidad no será completa ya que están rodeados de traidores, entre ellos, el propio secretario de Kwon Yul que cree que su jefe es el culpable del accidente que dejó en estado vegetativo a su hermano cuando viajaba en coche junto a su amante, la propia esposa del Primer Ministro que falleció en dicho accidente.

13º CAPITULO: Confesiones.

Antes de poner en marcha su plan contra Kwon Yul, el Manager Kang In-Ho decidirá investigar un poco tras la «aparición» de la que ha sido testigo. Y mientras este sigue con sus averiguaciones, el Primer Ministro quedará con Da Jung en su antiguo colegio para hacerle una confesión. La misma tendrá muchos matices, y aunque su objetivo sea otra vez desanimar a la jovencita esta afrontará las palabras del Primer Ministro como un desafío. Al margen de las tribulaciones del trío, la secretaria Seo Hye-Ju se reunirá con el ya ex-ministro Jun-Gi para hablar como simples amigos. Este, libre de todo compromiso como la propia ejecutiva, le propondrá empezar de nuevo de cero. Y así, cuando Kwon Yul acuda a «La casa azul», recibirá la sorpresa de que su cuñado ha pasado a formar parte de la Secretaría de Asuntos Políticos con Seo Hye-Ju como su asistente. No obstante no será la última sorpresa ya que In-Ho encontrará finalmente al «fantasma» que andaba buscando: Na Young, la esposa desaparecida de Kwon Yul…

Episodio estupendo aunque algo -demasiado…- tramposo. Tramposo porque para empezar, hemos pasado de «esposa fallecida en accidente» a «esposa desaparecida». Los guionistas han modificado el status de la pareja del protagonista sobre la marcha para poder encajar las piezas y que no resulte todavía aún más increíble la explicación que nos den de la reaparición de esta. ¿Tan tontos nos creen?

Y luego, uno de los mayores defectos de los guionistas del lugar: lo melodramáticos que son estos. Está claro que un hombre se puede culpar de los males que afectaron a una relación pasada, que se responsabilice del distanciamiento de su esposa, es más, resulta muy creíble que siendo un político tuviese más o menos abandonada a su mujer. Pero de ahí a que esta además sea madre de tres hijos -encima hay que pensar que cinco años atrás dos de sus hijos, uno sería un bebé y otra tendría pocos años sino meses- y diga que se siente sola, va un trecho. La «abandonada» esposa para mí pasaría a ser una irresponsable, y por mucho que quieran pintarnos a un cabeza de familia sacrificado, torturado casi mártir, le dan suficientes motivos a Da Jung para que esta pudiera rebatirle y hacer entrar en razón a Kwon Yul, restándole parte o toda la culpa. Pero claro, esto es Hollywood… digo, Korea del sur, donde los hombres/galanes siempre tienen que cargar con un pesar para que las mujeres osadas y determinadas salven la relación.

Y ya no es un estereotipo, pues a los asiáticos como a medio mundo les gusta también el romanticismo clásico donde el hombre es el que lleva la voz cantante, pero es cierto que en muchas ocasiones a estos -más bien a estas- les gusta la figura de la mujer que lucha por su amor.

Para completar los comentarios sobre el episodio, decir que hasta nos encontramos con un nuevo tema musical elevando la cifra total de la banda sonora hasta tres, algo todavía alejado de la media del país, pero un claro indicio de la buena salud de la serie. Lástima que haya sido en su parte final.

14º CAPITULO: Sube la temperatura.

El secretario Kang In-Ho asistirá anonadado a la confesión de Na-Young. Será tal el shock que enfermará. Tendrá que ser una siempre dispuesta a ayudar Da Jung la que acuda a su casa para cuidarlo. Allí será cuando, por un descuido, vea una foto de la supuestamente fallecida esposa del Primer Ministro, comenzando a sospechar que In-Ho oculta algo a pesar de que la excusa que le dará este es bastante creíble. Cuando la joven vuelva junto a Kwon Yul, le esperará una grata sorpresa ya que le comunicará que al día siguiente la acompañará a ver a su padre. Una vez en la residencia el político le dirá a su suegro que en pocos días se lo llevará a su casa, ya que quiere ver feliz a su «esposa», nunca mejor dicho ya que Kwon Yul le propondrá a Da Jung casarse de nuevo con ella, ahora de verdad. Por el camino, el Primer Ministro hará un descubrimiento clave. Pero no será el único ya que Da Jung se llevará la sorpresa de su vida…

Madre mía, tanto quejarme de falta de contenido y esto evoluciona cada vez mejor. Lo curioso es que contrariamente a mis gustos lo hace basándose en el drama y no en el humor. Pero por partes, nunca mejor dicho ya que esta entrega se divide claramente en dos, una primera donde todo transcurre como la seda, con algún descubrimiento sorpresivo eso sí, pero donde se respira felicidad, y una segunda, a partir del minuto 30, que cambiará radicalmente ofreciéndonos un tour de force sentimental del que será difícil escapar.

Para empezar, ese encuentro entre In-Ho y Na-Young. Increíble. Se puede cortar con un cuchillo la tensión entre ambos, pero no por ver cuál de ellos gana el duelo, al revés, sino por ver cuál de los dos sufre más, es más mártir. Y con razón. Muy en la línea de lo que decía en el anterior capítulo, Na-Young se confiesa como una mala madre, y con el corazón en la mano es imposible reprocharle nada.

Por otro lado, me encanta esa «brecha» abierta entre el propio In-Ho -protagonista del capítulo de hoy- y su jefe. Y es que por mucho de que hayamos servido de títeres de los guionistas sufriendo ese amago/manipulación con el engaño de Kwon Yul, las posteriores reacciones de los personajes compensan ese truco. El papel secundario de la secretaria Seo Hye-Ju, aunque poco importante en este caso, refuerza la imagen de que nuestros héroes no están solos. Por cierto, no me gustaba, pero In-Ho ha terminado por ganarme, gracias sobre todo a la interpretación de Yun Si-Yun.

Y para acabar, ese final descorazonador. Algo artificial si nos limitamos a esa cafetería con Hye-Ju preguntándole a In-Ho: «¿Qué es eso que he oído, Na-Young está viva»?, pero dejando a un lado licencias argumentales espero que necesarias, se nos caerá el alma a los pies. Emoción a flor de piel y tristeza supina. Por suerte, esto es una comedia y todo acabará bien… Espero.

15º CAPITULO: No todo iban a ser sinsabores.

El futuro de Kwon Yul se ve cada vez más oscuro: no solo es el único que no sabe que su esposa en realidad está viva sino que encima su cuñado ha convencido al Presidente de la República para que lo releve en el cargo a causa de la investigación que le está haciendo a las empresas de su suegro. Lo peor es que la secretaria Seo Hye-Ju está siendo también el objeto de las sospechas del ex-ministro por lo que tampoco podrá ayudar a Kwon Yul al quedar al margen de las maquinaciones de este. Por su parte Da Jung no podrá quitarse de la cabeza el regreso de Na-Young de tal manera que le dirá a In-Ho que quiere hablar con ella; a pesar de la negativa del joven, este no tendrá otro remedio y concertará una reunión. Allí la periodista le invitará a que vuelva a ocupar el lugar que le corresponde. Y mientras todo ello ocurre, finalmente Hye-Ju descubrirá las verdaderas intenciones de su nuevo jefe, no teniendo otra salida que confesarle que su hermana está viva. Pero no será el único sorprendido ya que Da Jung culminará su plan reuniendo por sorpresa a Kwon Yul y Na-Young…

La tensión, el drama y los sentimientos a flor de piel siguen presentes en otro de los momentos álgidos de la serie, lo que me lleva a pensar que quedando todavía dos capítulos para zanjar la misma, algo de relleno nos van a meter. ¡Con lo bien que lo estaban llevando hasta el momento…!

Porque para empezar, ya casi todos los interlocutores se han enterado del «regreso» de Na-Young. Es cierto que faltan los niños, pero no creo que esto dé para más de un capítulo.

Por otro lado, ese desenlace me lo esperaba en la siguiente entrega. Con la decisión de Kwon Yul, aunque deseada para aliviar algo la carga dramática a la que estábamos siendo sometidos, se le ha restado algo de ese suspense que cabía esperar con la llegada de la nueva situación, pero bueno, como decía, todo sea por contentar al espectador y ofrecer uno de esos rescates de caballero de brillante armadura que tanto nos gustan.

Y por si faltase algo, también se nos ha adelantado la redención del personaje de Jun-Gi con lo que juntando todo lo dicho, uno se queda con la imagen de que todo se podría resolver en el siguiente capítulo. Sabiendo encima que inicialmente iba a tener dieciséis capítulos y que a posteriori se le sumó uno más, no dejamos de tener la impresión de que el relleno va a estar presente sí o sí.

Por último, un deseo. Espero que ese repentino «enfriamiento» del padre de Da Jung no se traduzca en un empeoramiento de su salud y una posterior… muerte que nos haga inundar los salones de nuestras casas. Porque una cosa es tragar con el relleno, y otra que encima este sea a costa de nuestros sentimientos…

16º CAPITULO: Melancolía.

A pesar de la determinación de Kwon Yul, Da Jung le insistirá que lo mejor es salir de su vida, de hecho se inventará una mentira con la que intentará hacerle creer que ahora lo que quiere es ser libre. El político no la creerá, pero tiene otros problemas con los que lidiar, como por ejemplo, la intención de su partido de deponerlo del puesto. Para su sorpresa, será Jun-Gi el que intercederá por él, sin embargo no será gratis ya que su cuñado le pedirá que vuelva junto a Na-Young. Como Kwon Yul ya se había reunido con su recuperada mujer, le contará lo que habían acordado: que le permitirá volver a ver a sus hijos, pero que nunca más será su esposa. La mala suerte hará que Wu-Ri los oiga enterándose de la repentina «resucitación» de su madre. Padre e hijo conversarán, y este le dirá que no quiere hablar con ella, que si los abandonó, ahora está muy bien así y que no les hace falta. Fuera de asuntos familiares, Kwon Yul intentará por última vez convencer a Da Jung, pero esta volverá a darle calabazas. Harto de estar siempre a merced de unos y otros, y dispuesto a coger de una vez por todas el toro por los cuernos, Kwon Yul le presentará su dimisión al Presidente de la República.

Bueno, algunos de mis temores se han confirmado, pero en líneas generales estamos ante un buen capítulo.

Para empezar, como nos olíamos, el estado de salud del padre de Da Jung ha empeorado y ya nos están predisponiendo para lo peor. Su figura ha sido desde el inicio de la serie la más entrañable, y hoy incluso nos amenazarán con que soltemos alguna lagrimilla cuando los hijos de Kwon Yul le hagan una visita en el hospital. Yo ya preparo el pañuelo y el mocho, por si acaso…

Luego, en lo referente a los «rellenos», pues sí, el episodio peca un tanto de ello. Por ejemplo, la insistencia de Kwon Yul y la resistencia de Da Jung. Hasta en tres ocasiones nos encontramos con esta situación resultando un tanto… pues eso, de relleno.

Por otro lado, me gusta la reacción de Wu-Ri, dura y exenta del melodramatismo reinante en el género. Sabemos que es artificial, pero también que paradójicamente es lo más cercano a la realidad. Y es que por mucho que duela, una madre es una madre.

Y si bien el mayor de los hijos del Primer Ministro actúa maduramente, su tío con esa petición a su cuñado peca de egoísta y de poco congruente. Se redime poniéndose a favor de este, ¿pero luego va a pedirle que vuelva junto a Na-Young? Lo que debería es haberle leído las cuarenta a su hermanita.

Pero la palma se la lleva In-Ho. ¡Qué pesado con Da Jung! Tanto mirar por los intereses de la jovencita y sigue haciéndoselas pasar &$»@ con su empecinamiento de que salga con ella. ¡A tomar por saco ya!

Ahora a esperar a ver cómo lo resuelven: o en plan «Happy End» o en plan «Soy surkoreano y para mí solo existe la amargura».

17º CAPÍTULO: 100% filosofía surkoreana.

A pesar de reconocer a su madre, Wu-Ri la rechazará, diciendo delante de ella y de sus hermanos, que cómo va a ser aquella su madre si esta murió hace unos años. Na-Young, dolida, creerá que la causa de todo aquello responde a que Kwon Yul le ha contado a su hijo tanto su indiferencia estos años como su aventura extramatrimonial. Así se reunirá con este, averiguando que no es verdad y que lo único que necesita es tiempo para que su hijo mayor la perdone. Ajena a los problemas de la familia Kwon, Da Jung comprobará cómo poco a poco su padre va apagándose, pero aún tendrá fuerzas para reprenderla cuando, encontrando por casualidad el diario de su hija, lea que su matrimonio con el Primer Ministro ha sido una completa farsa. Esta se disculpará diciendo que ambos están ahora realmente enamorados, pero el anciano no solo se enfadará por haber sido víctima de aquel engaño sino que se echará la culpa de todo el embrollo. Al día siguiente, Wu-Ri decidirá finalmente perdonar a su madre, la única buena noticia que recibiremos ya que tanto su padre abandonará el cargo como Da Jung decidirá cambiar el rumbo de su vida.

Se acabó, y aunque suene un poco pretencioso, he acertado en todo. No puedo explayarme sin -como en el resumen del episodio- destripar nada, pero me produce una sensación agridulce.

Dulce porque personalmente me confirma que ya conozco suficientemente bien la idiosincrasia surkoreana como para adivinar cuáles son los pasos que van a dar, y agria por su propio desenlace, que se ajusta a esa filosofía tan suya de impedir ser felices a toda costa.

Por lo demás, episodio extremadamente sentimental y exprimido al máximo, sin más objeciones que las comentadas en el anterior párrafo. Si acaso, aplaudir de nuevo la reacción de Wu-Ri y lo bien hilado que está su cambio de opinión. Yo lo hubiese resuelto de otra manera para evitar… el trago, pero… dónde manda patrón, no manda marinero.

CONCLUSIONES:

«The Prime Minister and me» ha sido una serie que ha ido de menos a más. Pero que se me entienda, del notable al sobresaliente. Solo los titubeos, esa indecisión que conllevaba que la misma serie no se definiese, han provocado que finalmente no se convirtiese en una referencia para series venideras. Y es que las referencias, fueron su talón de Aquiles.

Porque para empezar teníamos en la cabeza, tanto nosotros como los guionistas, los seriales con madrastra como protagonista, y esto jugó en su contra.

Por otro lado, la actualidad política no le ha ayudado tampoco. Nos dibujaban un Primer Ministro íntegro y al costado del pueblo, y si bien corrían el riesgo de no resultar creíble han terminado por, contrariamente, quedarse cortos. No puedes empezar una cruzada y quedarte a mitad de camino, y más con las ansias de buenos políticos que tiene esta sociedad actual.

Así, ante el miedo que conllevaba caer en los tópicos y malos chistes de los seriales de madrastra o cargar las tintas en la componente social y política, sus guionistas eligieron tomar el camino del drama y los males del corazón, del melodrama, por lo que además de perder la etiqueta de comedia romántica perdimos al mejor Lee Beom-Su.

El que esperase a un Beom-Su divertido y magistral -literalmente ya que fue docente de comediantes de la talla de Ha Jeong-Wu- que se vaya olvidando; aquí está serio y en plan galán, algo que si bien no es malo dada su categoría interpretativa, implica haberte dejado por el camino una de tus bazas. Al menos, la parte buena es haberte encontrado una «actoraza » como Yuna.

Y es que «The Prime Minister and me» ha terminado por convertirse en una bomba sentimental digna del mejor culebrón. Malo o bueno, no sé, eso dependerá del gusto de cada uno, pero muy diferente de lo que apuntaba al principio.

Pasando ya los detalles destacar el poco peso, en comparación con otras series surkoreanas, de los secundarios. Secundarios, porque paradójicamente algunos de los que tendrían que estar destinados a esta función/rol como es el caso del secretario In-Ho, adquieren en ocasiones demasiado protagonismo. Excesivo a mi gusto. El favoritismo de los guionistas por los actores jóvenes para congraciarse con el público adolescente es una plaga que sigue sin atajarse.

La música tampoco tiene un papel prominente. De hecho solo encontramos tres canciones cantadas en su banda sonora, y eso que cuenta con dos primeras espadas en este apartado en su reparto. La parte buena es que a cambio no tendremos rellenos en forma de esos clásicos videoclips.

Por último, la chorrada -y no tanto…- de turno: los protagonistas al principio de la serie se dan en un par de ocasiones un beso accidentalmente u obligados por la situación. Sin embargo una vez van avanzando en la relación y enamorándose realmente, se olvidan de mostrárnoslos tan cariñosos. Significativo siendo como es un producto que depende tanto del «tú a tú». Sentimiento sí, pero pasión…

Resumiendo, «The Prime Mister and me» es una de esas series «diésel», que va cogiendo fuerza poco a poco hasta lograr ponerte el corazón en un puño. El problema es que intentando eludir tópicos, resulta igualmente previsible. Sobresaliente pero no excelente.

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THE PRIME MINISTER AND I (II) – Korea del sur – 2013 – (Ep. 7 al 12) de 17

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BREVE RESUMEN DE SUS 6 PRIMEROS CAPÍTULOS:

Kwon Yul ha sido elegido por el Presidente de la República de Corea para convertirse en el nuevo Primer Ministro sustituyendo a una serie de políticos corruptos y retrógrados que hasta el momento ocupaban el cargo. Y es que la imagen que de él tiene la opinión pública es de un joven idealista, íntegro y trabajador. Sin embargo Kwon Yul es más que una cara bonita y una conciencia comprometida, es un viudo padre de tres niños al que sus responsabilidades no le dejan ser un buen progenitor. Cuando sea nombrado Primer Ministro el destino lo llevará a conocer a Da Jung, una periodista de la prensa rosa, con la que surgirán una serie de malentendidos. Pronto los enemigos políticos de Kwon Yul, entre los que se encuentra su cuñado, el Ministro Park Jun-Gi que le culpa de la muerte de su hermana, se aprovecharán de la coyuntura para crear un escándalo alrededor de la figura del nuevo Primer Ministro, pillando como «rehén» involuntario a la propia Da Jung. Para salir airosos, estos no tendrán mejor idea que fingir un matrimonio. Lo que no saben es que tienen al «enemigo en casa»…

7º CAPITULO: Tiempo de recolecta.

Auspiciado por su suegro, el Ministro Jun-Gi le tenderá una nueva trampa a nuestro «héroe». Así, en una reunión de ministros, solo aparecerán dos dejando en evidencia a Kwon Yul ante la opinión pública, queriendo dar la imagen de que este está falto de liderazgo y sus hombres no cuentan con él. Sin embargo este no será el único problema que le surja al político ya que en casa, Da Jung entrará en la habitación «prohibida». Cuando el Primer Ministro llegue a su hogar y la vea tocando el piano como hacía su mujer, a Kwon Yul le entrarán las dudas. Por si fuera poco, el Manager Kang In-Ho descubre que Wu-Ri tiene dos teléfonos móviles. Se lo comunicará a Da Jung, y aunque esta intente ocultárselo al padre del chaval para que no se enfade con él, la providencia hará que este también lo descubra. Cuando por el celular reciba una llamada de Jun-Gi, no tardará en llegar a la conclusión de que es su propio hijo el espía que andaban buscando. Frustrado, Kwon Yul le recriminará a Da Jung que no se involucre tanto en los problemas de su familia ya que, en realidad, ella es una simple invitada que tarde o temprano terminará yéndose. Dolida, esta claudicará dándole la razón, pero comenzará a preguntarse la causa de su actitud entregada por y para la familia Kwon.

Aunque por situaciones el episodio de hoy no avance demasiado, en cuanto a sensaciones la verdad es que es bastante denso; hoy se desatan los sentimientos, y es la pareja de protagonistas la que se lleva la mejor parte. Menuda perogrullada…

Por un lado una Da Jung que comienza a ser consciente de que se está enamorando del Primer Ministro. A pesar de que este la trate con crueldad -escena emotiva esa en la que el protagonista se encara con ella- no puede dejar de echarle una mano.

Que los guionistas se hayan tomado unos minutos para, a su modo, psicoanalizar el personaje, es una opción que hasta el momento no se había visto en una serie de televisión de este origen. Es como si ellos mismos se estuviesen preguntando porqué están llevando al personaje por ese cauce sin tener que, como en otras ocasiones, dar las cosas por sentadas.

Y por otro lado un atormentado Kwon Yul. Y es que al «pobre» le dan tantos golpes por todos lados, que terminamos por perdonarle esos… «ataquitos» insensibles y poco racionales que tiene. En todo caso me gusta mucho que se opte por sorprender al espectador como en el caso de cuando pilla a Da Jung tocando el piano. Conociendo ese carácter arisco suyo todos pensábamos en una inminente bronca, pero es saludable su reacción, ya no solo por restar esa previsibilidad que decíamos sino por abrir la puerta ya a un personaje no tan severo.

Por último, lamentar que la situación con el Manager In-Ho se esté alargando demasiado. Esa «Espada de Damocles» que pende sobre el protagonista lo único que hace es atormentarnos, y eso no me gusta nada…

8º CAPITULO: Comedia 90% – Romance 10%

Kwon Yul tendrá que pasar por el hospital a causa de las fracturas que sufrirá tras salvar a Da Jung del atropello. Esto servirá para que la pareja se una un poquito más y les entre más dudas respecto a su relación. Sin embargo, mientras que estos intentan aclarar sus sentimientos, el mundo no se parará y el Presidente de la República decidirá hacer caso a Kwon Yul y paralizar el proyecto del que depende el suegro del Ministro Jun-Gi. Este, ofuscado y sin soluciones, se reunirá con In-Ho para pedirle pruebas de su lealtad. El secretario lo tranquilizará diciéndole que el momento está cerca, pero que si actúa ahora no solo perjudicará al Primer Ministro sino también a otras personas, como por ejemplo a Da Jung. Y es que está tan enamorado de ella que ya no podrá ocultar más sus sentimientos confesándoselos. Lo que ambos desconocen es que tras sus pasos se encuentra el periodista Byun Wu Chul del rotativo Koryo Ilbo dispuesto a sacar partido del inminente escándalo…

Llegados al meridiano de la serie era normal que explotase la primera de las bombas, en este caso sentimental: la declaración del Manager Kang In-Ho. La verdad es que esta no me ha hecho ninguna gracia. Está claro que las jovencitas no lo verán tan mal, encarnando este como parece el rol del galán cruzado por una causa, e incluso, como dice mi señora esposa más experimentada en culebrones, es habitual esta ambigüedad representada en un personaje cortado por una doble moral; sin embargo yo, refugiado en la figura de macho cabrío, no soporto que alguien quiera comérsele el pastel al héroe del serial, y más siendo un tío que en realidad esconde a un sucio traidor. En fin, todo será cuestión de perspectivas…

Y es que aunque tachaba como héroe al protagonista, en esta entrega hay que ver como el peso específico de In-Ho crece hasta robarle cuota de pantalla al propio Primer Ministro. Es tal la predilección de los guionistas por el personaje que hasta evidencian un fallo de continuidad embutiendo esa batalla de bolas de nieve entre este y Da Jung.

Sin embargo, no hay que hacer sangre, ya que el capítulo de hoy tiene más de comedia que de melodrama, es más, el contenido romántico se sitúa en los últimos cinco/diez minutos por lo que los poco amigos de los melodramas no tendrán que sufrir.

Muchas situaciones son simpáticas, que no cómicas -hay más sonrisas que carcajadas-, pero esos efectos sonoros e incluso alguna sobreimpresión animada, convocarán una atmósfera casi mágica solo estropeada, como decía, por la irrupción de los sentimientos y los tópicos triángulos amorosos aguafiestas…

9º CAPITULO: De aquellos barros, estos lodos.

La Rueda de Prensa con los medios de comunicación con motivo del Año Nuevo será el momento que el periodista Byun Wu Chul quiere aprovechar para destapar el escándalo entre Da Jung e In-Ho; sin embargo la joven se encontrará con un ángel guardián inesperado cuando el reportero Park, su compañero en «Scandal News», utilice la treta con la que su jefe quiere vengarse de esta para devolver las cartas al mazo de la baraja y volverlas a repartir, estropeando el plan de su colega de profesión. De hecho, conseguirá incluso quitarle las fotos que este les había hecho a la pareja en la nieve, entregándoselas a In-Ho. Por otra parte, harto de la impasibilidad del joven, el Ministro Jun-Gi decidirá sacrificar su «peón» para derrotar a la «reina»: en connivencia con Wu Chul enviará un mensaje de texto a In-Ho y Da Jung para, engañándolos, pillarlos juntos en un hotel. Por suerte otra vez el reportero Park saldrá al rescate del Primer Ministro y su «noona».

Bueno, en plan vago diría que estamos ante un episodio de transición y que no pasa nada destacable. Con ello no estaría faltando a la verdad, pero traicionaría a uno de mis principios como es el de no dejarse nada en el tintero si puede interesar al que buenamente se haya acercado a leer estas líneas.

Así por ejemplo, no estaría bien pasar por alto el crecimiento del personaje del compañero de la protagonista en «Scandal news», y ya no solo por su aumento de cuota de pantalla sino por su alineamiento en el bando de los «buenos». Y es que, insisto, teniendo tantos enemigos como tienen los protagonistas, encontrarse con un aliado es una noticia a celebrar.

Eso en el lado positivo porque en el lado negativo sigo «sufriendo» con el empecinamiento de los guionistas de jugar a dos bandas no queriendo cargar las tintas sobre el personaje de In-Ho, y por el contrario endurecer el carácter de Kwon Yul. Encima esa escena final resulta totalmente ingenua, no solo porque no es sorprendente -es un tópico en los seriales surkoreanos- sino porque esperábamos otra cosa, algo más apasionado, un beso por ejemplo. Se lo «dieron» hace unos episodios y ahora, ¿nos salen con estas…? Por favor…

10º CAPITULO: Después de la tempestad…

Da Jung y Kwon Yul saldrán doblemente airosos de la trampa que les habían puesto tanto sus enemigos como la providencia cuando tras abortar el plan del Ministro Jun-Gi descubran en el último segundo que dentro de la habitación donde se han refugiado está escondida dentro del armario la esposa de este y dos amigas espiándolos. Pero ahí no acabará la cosa ya que In-Ho, viendo que el político lo ha utilizado en su propio beneficio, acudirá a su encuentro para cantarle las cuarenta. Los días pasarán y el plazo legal de 100 días para acabar con un matrimonio se acerca. La secretaria Seo Hye-Ju le aconsejará al Kwon Yul que debería ir pensando en acabar la farsa. Así, el político comenzará a deshojar la margarita, y para ello qué mejor ocasión que la noche en que tienen que celebrar esa fecha tan señalada…

La verdad es que no sé de qué hablar. Ya no es que la trama no tenga excesivo contenido, es que encima, lo que sucede no merece mucho comentario. Y con ello no quiero decir que el episodio no esté bien, al revés, entretiene, pero así de comentar e ilustrar… poco, la verdad.

Para empezar, lo haré con lo peor si exceptuamos como siempre ese empecinamiento de juntar a Da Jung con el pesado de In-Ho. No me gusta para nada el desenlace del capítulo: edulcorado no, lo siguiente. ¿Alguien se imagina en España a Rajoy cantándole a su mujer? Bueno, pues igual, ya que nos gusta mucho hacer el ridículo, pero vamos, queda un poco… pues eso, ridículo. Aunque analizándolo desde el punto de vista cerebral -irónicamente- podemos llegar a la conclusión de que este Beom-Su podría meterse a cantante; total, si Andy Lau es una estrella de la canción… su voz tampoco es que se aleje mucho de la de este.

Por el otro lado, por el positivo, lo bien tirado, hilado, que está la situación de In-Ho/Da Jung con la del hermano de este y la esposa de Kwon Yul. Punto a favor para los guionistas. Es cierto que se emborrona un poco con ese descubrimiento por parte del Ministro Jun-Gi del «comatoso» paciente, pero no se puede decir que no despierte buenas sensaciones en los espectadores.

Y para terminar -no está nada mal teniendo en cuenta que no había mucho de qué hablar…-, tenemos un nuevo tema cantado en la banda sonora de la serie. Y claro está, no me refiero al que entona el protagonista o su hijo en la iglesia -musical que estaba la entrega de hoy- sino ese que suena de fondo en una escena cumpliendo con su labor de acompañar y propiciar sentimientos. La verdad es que como he dicho en otras ocasiones, se echan a faltar este tipo de canciones. Y es que estamos ya tan habituados a ellas en los seriales del país que cuando nos las «escatiman» notamos que nos falta algo.

11º CAPITULO: ¿Querías chocolate? Pues toma dos tazas.

La velada romántica acabará contra todo pronóstico mal. Convencido de que su decisión, por drástica e injusta que sea, salvará a Da Jung de las maniobras del Ministro Jun-Gi, Kwon Yul le comunicará a la joven periodista que debe salir de su residencia y acompañar a su padre en el hospital, así tanto se podrá ocupar mejor de él como la prensa no sospechará nada. Dolida esta le hará caso, situación que aprovechará la secretaria Seo para intentar ganar algo del terreno perdido con su jefe. Sin embargo, toda aquella situación no parece gustarle al padre de Da Jung, y dispuesto a que todo vuelva a su cauce, se escapará del hospital para hacer cambiar de opinión al Primer Ministro. Todo aquel embrollo conseguirá que el político vuelva a entrar en razón, en parte afectado por el tiempo que ha pasado sin su ficticia esposa, pero cuando crea haber recuperado esa falsa sensación de felicidad, surgirá el escándalo con la empresa que lidera el suegro de su cuñado, con fatídicas consecuencias…

Uffff… tanto quejarme de episodios insípidos y faltos de contenido, y va y llega uno de esos cargaditos y lleno de interés.

Para empezar, y aunque ya lo intuíamos, conoceremos por fin la motivación de In-Ho para destruir a su jefe. Si es suficiente razón o si debería haber investigado más, es una cuestión o herramienta que se guardan los guionistas para dilatar más el suspense. Conociendo los terrenos por los que se mueven los K-Dramas del lugar, no nos extrañaría una milagrosa «resurrección» del hermanísimo a última hora abogando por la inocencia del protagonista. Hasta ese momento u otra resolución, nos toca esperar estoicamente…

Por otro lado, en el episodio de hoy hay sitio para todos, aunque no para todo, es decir, como siempre es un cocktail de géneros aunque en esta ocasión humor, lo que se dice humor, no hay mucho. Lo que si que hay, como decía, es atención para todos los personajes, empezando por el triángulo amoroso conformado por la pareja protagonista y la secretaria Seo hasta esa otra similar figura geométrica con la misma en un vértice y el Ministro Jun-Gi y su esposa en los otros, sin olvidar a la pequeña Na-Ra con el amigo de su hermano, Tae-Wung, nada más y nada menos que el popular miembro de los «Super-Junior» Su Ho.

No podemos por demás ignorar dos pautas importantes como es el regreso del padre de Da Jung como el motor emocional de la serie, algo que agradecemos ya que nos separa de las trilladas relaciones sentimentales, y ese sobresalto final que también viene dado por un tema ajeno al espíritu de culebrón de toda serie surkoreana. Sabemos que quedará en nada, pero está bien llevar a los personajes a terrenos más fangosos que los del corazón…

12º CAPITULO: Redondo.

El magnicidio se quedará en nada, en una intervención quirúrgica ligera y un poco de descanso. En ese tiempo Kwon Yul se dará cuenta de cuánto significa Da Jung para él. Pero no será la única persona ya que la secretaria Seo comprenderá finalmente que la jovencita está prendada del Primer Ministro y que este, conociéndolo como lo conoce desde hace ya años, le corresponde a pesar de sus titubeos. Así, con el corazón roto pero sabedora de que deja en buenas manos a su amor platónico, le presentará la dimisión a su jefe. Y mientras todo ello ocurre, el hermano de In Ho empeorará de salud, terminando por borrar cualquier tipo de duda en este. Dispuesto más que nunca a vengarse, llamará al Ministro Jun-Gi, el cual ya se ha enterado del porqué de guardarle tanto rencor a su cuñado, para darle las pruebas que tiene contra este. Sin embargo, un fantasma del pasado se cruzará en su camino…

Si el anterior capítulo decíamos que era bueno, este no se queda atrás; y es que por ejemplo hasta ese humor que, como decíamos, echábamos a faltar aquí aparece de nuevo. Es cierto que resulta artificial, sobreactuado y un tanto inocente, como es habitual en el país y sobre todo en estas producciones, pero uno no puede hacer otra cosa que dejarse llevar por las desventuras de ese trio del «White café» convertido en el elemento cómico/caricaturesco de ya toda la serie.

Pero lo que hace grande al episodio, son las emociones. Para empezar, por tópica y esperada que sea, la de la pareja protagonista. Sensacional esa escena en la «cama» donde Da Jung se «declara» a Kwon Yul cuando segundos antes acababa de hacer una reflexión sobre la muerte, los que se quedan y los que se van. Sin embargo está no será la única declaración ya que la que cierra el capítulo volverá a ponernos la piel de gallina; como siempre mal rematada ya que resulta un poco fría, faltaría un beso entregado, pero no se puede decir que no sea emotiva.

La secretaria Seo pone también su granito de arena, llegándonos incluso a conmover en base a sentir lástima por ella, pero claro, si esta consigue a su amor, rompemos la otra pareja…

Y para acabar, aunque no nos haya gustado tanto, esa aparición «sorpresa». Resulta un tanto previsible cuando el padre de Da Jung ya había hablado de la intervención de una misteriosa «monja» y un tanto WTF puesto que por mucho que busque la sorpresa, no resulta creíble, pero bueno… eso sí, ¿no hubiese resultado mejor «resucitar» como decía al hermano de In Ho?

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THE PRIME MINISTER AND I (I) – Korea del sur – 2013 – (Ep. 1 al 6) de 17

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Siempre que terminas una serie te encuentras ante el dilema de qué ver después. Si encima, como en este caso, acabas un KDrama tan genial como «A gentleman’s dignity», el problema se multiplica potencialmente a la calidad de la serie que dejas. Pues bien, ante grandes desafíos, grandes soluciones. Por facilonas que resulten.

Hay que salir del aprieto, y para hacerlo bien hay recursos que casi siempre funcionan. Casi siempre; aún recuerdo cómo hasta llegar a la protagonizada por Jang Dong-Gun, me vi el arranque de hasta cuatro series y ninguna me convenció, a pesar de que algunas estaban protagonizadas por actores y actrices de mi palo, vamos, que me caían especialmente bien.

Aun así, la primera opción para suceder a «A gentleman’s Dignity» fue esta «The Prime minister and I», más que nada porque su protagonista Lee Beom-Su es uno de mis actores favoritos, y pocas veces me ha fallado en una comedia; comedia, ya que en la más melodramática «On Air» no terminó por encajarme. De hecho, antes del éxito de la de -otra vez- Dong-Gun, esos cuatro fracasos vinieron provocados por no superar las sensaciones dejadas por «History of a salaryman», otro serial protagonizado a su vez por Beom-Su.

¿Correría esta el camino contrario, salvar una situación, o caería víctima de esas mismas causas, expectativas no alcanzadas, poniendo en juego esa justicia poética a la que les gusta tanto recurrir a los culturetas más moñas…?

1º CAPITULO: Demasiadas pistas…

Kwon Yul es elegido por el Presidente de la Republica para convertirse en el nuevo Primer Ministro tras tres fiascos con políticos retrógrados y sin soluciones. Kwon Yul es joven, atractivo e integro; de hecho la opinión pública lo considera una de sus figuras políticas favoritas, tan popular que su imagen trasciende del mundo de la política. En su vida privada es un padre de tres niños que enviudó hace unos años tras el accidente de coche de su mujer. Justo el día en que el Jefe de la Oficina del Presidente le comunica la decisión de este, Nam Da Jung, una periodista de la prensa rosa se encuentra en el mismo local buscando una foto comprometedora de una idol. La situación llevará a un malentendido que no llegará a más; sin embargo cuando al día siguiente salte la noticia de la candidatura de Kwon Yul, Da Jung tendrá que interesarse por él intentando averiguar más detalles de su vida que puedan atraer a los lectores de su revista. Su primer intento resultará tan infructuoso que incluso acabará en la comisaría bajo un cargo de acoso. El segundo no será mejor ya que, por culpa de otro malentendido, el político creerá que esta ha medio secuestrado a su hijo pequeño para sonsacarle información. Resuelto el asunto, para congraciarse con la periodista, Kwon Yul le concederá una entrevista en exclusiva, entrevista superficial, intrascendente y hasta hiriente cuando la periodista sin consideración le pregunte por el momento más difícil de su vida, no cayendo que perdió a su esposa. Sin embargo, el problema más grande surgirá cuando al día siguiente en los titulares de la prensa de todo el país salga la foto del próximo Primer Ministro en actitud supuestamente cariñosa con una estudiante menor de edad. La verdad esconde otra situación: la de Da Jung vestida de colegiala siendo víctima de las iras de Kwon Yul cuando el día anterior la creía causante de la desaparición de su hijo.

Bueno, ni está mal, ni excesivamente bien. Hay bastante humor, pero peca de recurrir a demasiados tópicos en este tipo de series. Por partes.

Lo de arrancar sabiendo que sucederá en el futuro, al menos dos meses por delante, está bien, ya que nos pone en situación. Ya sabemos: «el que avisa no es traidor». Además, copia la misma fórmula de la mencionada «History of a salaryman»

Luego, incluirnos esa escena de acción al más puro estilo Wuxia, refuerza la imagen de héroe que siempre quiere pero no puede exhibir su protagonista, a causa de los personajes más terrenales que le toca siempre interpretar; sin olvidar la idea de aportar una nota algo fantasiosa, divertida.

Pero cuando el grueso del episodio comienza, no podemos dejar de ver flechas que interrelacionan a unos personajes con otros, y que de seguro se convertirán en el eje sentimental de la serie. La secretaria de Kwon Yul con este, el nuevo manager con la pizpireta Da Jung, sin olvidar claro está el tira y afloja de los dos protagonistas.

Que haya un enemigo claro, no está tampoco ni bien ni mal; no me gustan los «malos» porque ya tenemos en la vida real suficientes obstáculos para que alguien los incluya en la ficción, pero al menos igual que decía con lo de adelantar acontecimientos, está bien lo de poner todas las cartas boca arriba sobre la mesa. «El que avisa no es traidor», again…

Para ir terminando, destacar a sus dos protagonistas. Beom-Su, más comedido de lo habitual. Espero que como suele pasar en las comedias románticas surkoreanas serializadas, el galán vaya desatándose poco a poco, y más cuando este es capaz de provocarnos tantas risas. Contrariamente a este, el descubrimiento de Im Yun-Ah, más conocida como Yuna. Para aquel que no la conozca, Yuna es una de las integrantes de la popular girlband «Girl’s Generation». Pues bien, cuando se anunció su fichaje por la serie, muchas voces cuestionaron sus dotes para la interpretación. Se equivocaron ya que Yuna no solo recibió a posteriori varios premios sino que encandiló a la audiencia. Solo hay que ver su gama de gestos y reacciones en este capítulo para enamorar al, como suele decirse, primer vistazo. Puede que algo sobreactuada y copiando algunas muecas y mohines de estrellas consagradas dentro del género, pero supera el debut con nota alta.

Ahora sí, para acabar, señalar ese guiño a los hispanos-parlantes de todo el mundo. Ver a Yun Si-Yun pronunciando una frase en español, no tiene precio.

2º CAPITULO: Indecisión.

Ante el escándalo suscitado, Kwon Yul decidirá que para no hacer la bola más grande lo mejor es dimitir. Su secretaria Seo Hye-Ju le recriminará que si hace eso tirará por la borda el trabajo de todos aquellos años incluidos los sacrificios que han tenido que hacer, pero ni así hará cambiar de opinión al político. En la rueda de prensa en la que debe anunciar su dimisión, justo cuando va a revelar la noticia, aparecerá Da Jung desvelando que ella es la chica de la foto y que es la novia del candidato a Primer Ministro. Con esa solución, ideada por el manager Kang In-Ho, todos saldrán a flote, ni el político tiene que renunciar, ni Da Jung ser tratada como una mujerzuela ante la opinión pública. Sin embargo aquello tendrá más consecuencias que las del lógico enredo ya que por ejemplo el padre de la periodista querrá conocer a su prometido. Por su parte, el ministro Park Jun-Gi, tras ver como su plan para difamar a su cuñado fracasa, orquestará uno nuevo atacando a la faceta de Kwon Yul como padre. Por suerte el viudo saldrá de nuevo indemne gracias a su sinceridad. Por último, Da Jung acudirá a ver a su padre. La Doctora le informará que le han detectado un tumor y que le quedan 6 meses de vida. Para que este vea cumplido su sueño de verla casada no se le ocurrirá otra cosa que rogarle a Kwon Yul que se case con ella.

Pues nada, la cosa sigue como en el primer capítulo: humor, pero no tanto como quisiéramos en una serie protagonizada por Lee Beom-Su. Solo hay que ver esos dos gags oníricos en los que el actor saca a relucir su vena cómica para darnos cuenta de que son las mejores escenas del capítulo. Encima Yuna está más comedida en esta entrega por lo que si bien no podemos decir que es un capítulo aburrido -mal empezaríamos si lo dijésemos- no es tan divertido como cabía esperar.

Además, el drama que uno barruntaba con la enfermedad del padre de la protagonista -un siempre excepcional Lee Han-Wi- comienza ya a extender sus raíces provocando la primera escena amarga. A mi gusto, demasiado pronto; espero que no sea junto a lo dicho de la falta de humor, indicativo de que esta serie es más un melodrama que una comedia romántica.

Por lo demás, que no notamos, de momento, una excesiva utilización de recursos como los del «relleno», de hecho, a pesar de las vinculaciones artísticas de la protagonista, la música tiene poco protagonismo: no hemos oído todavía ningún tema musical que no sea instrumental. Aprovechada que está la cosa…

3º CAPITULO: Equilibrio.

Da Jung dormirá la mona en casa de Kwon Yul. Al día siguiente tendrá resaca, pero lo peor no será el dolor de cabeza sino la reprimenda del Primer Ministro. El que se aprovechará de la presencia de la periodista será Man Se, el hijo pequeño de este, que le ha ido cogiendo cariño. Sin embargo será una suerte que esta se encuentre en la casa ya que descubrirá a un infiltrado que intenta espiar a Kwon Yul. De hecho, al ser la única que le ha visto la cara, el Primer Ministro no tendrá otro remedio que invitarla al convite de gala de su nombramiento. Allí esta conocerá a la esposa del Ministro Park Jun-Gi que, al igual que su marido, desconfía de la relación de esta con su cuñado. La joven se verá tan agobiada que incluso asegurará que en breve se casarán. Después de la ceremonia, Kwon Yul le recriminará su actitud pero bromeando hará creer a la periodista que se va a casar con ella. Cuando la verdad salga a la luz, Da Jung se sentirá hundida. No obstante el Primer Ministro se quedará con la mosca tras la oreja; investigará y encontrará la razón de porqué esta tiene tanto interés en casarse.

Bueno, no sé si es porque ya nos hemos hecho a ella, porque nos hemos olvidado de las excelencias de «A Gentleman’s Dignity» o porque realmente su contenido ha mejorado, pero la cuestión es que esta «The Prime minister and I» comienza a coger ritmo y a recoger sensaciones.

Por primera vez el personaje interpretado por Beom-Su empieza a resultar simpático. Aún no le han abierto la veda para soltarse y explotar su vena cómica, excepto en esas escenas… oníricas claro, pero han comenzado a priorizar la faceta más humana del personaje dejando a un lado su carácter más huraño.

Lo que no nos gusta es que en lugar de un villano, tengamos dos, y posiblemente más… porque lo de la esposa del Ministro Jun-Gi… tela, y seguro que el periodista Byun Wu Chul del rotativo Koryo Ilbo se unirá a la «fiesta» cuando el momento lo requiera.

Contrariamente me ha parecido una idea formidable utilizar a este personaje no solo como un obstáculo más sino para abrir la puerta a nuevos embrollos sentimentales ya que parece apuntarse a que entre Jun-Gi y la secretaria Hye-Ju hubo algún tipo de relación en el pasado. Por cierto, la familia bien… bien mal quiero decir, ¡hasta los primos se odian!

Por lo demás, yo no sé quién ponía en duda las habilidades interpretativas de Yuna; la escena en la que su padre le dice lo feliz que será llevándola al altar, es de «actoraza» de primera fila.

Y ya que estamos y que hay poco de qué hablar, diremos que ojalá tuviésemos políticos así en España. Sé que es una obra de ficción y que en todos sitios cuecen habas, es más, conocida es Korea del Sur por su corrupción, regímenes dictatoriales y altercados en las sesiones del senado, pero quizás por esas similitudes, esos deseos de tener gobernantes decentes e íntegros, el mensaje es bidireccional.

4º CAPITULO: ¡Vivan los novios!

A pesar de que Kwon Yul acepta su propuesta de matrimonio, Da Jung no estará muy segura de confiar en él ya que cree que únicamente el Primer Ministro se está compadeciendo de ella. Este le asegurará que lo está haciendo, además de por hacerle un favor, porque cree que es su responsabilidad como político. Una vez convencida decidirán redactar un contrato por el cual cada uno de ellos se compromete a cumplir una serie de compromisos. Ambos lo firmarán, pero misteriosamente la copia del Primer Ministro desaparecerá sin que él lo sepa. Mientras esperan a que la boda se celebre, cada uno tendrá asuntos que atender. Da Jung será recibida por los hijos del político con frialdad, incluso los dos mayores le asegurarán que no le va a ser fácil ganárselos. Por su lado, Kwon Yul descubrirá que parte del presupuesto está siendo destinado a un proyecto que maneja el suegro del Ministro Jun-Gi. Acudirá incluso al lugar para interesarse por él y descubrir la verdad. Y entre visitas y problemas, llegará finalmente la boda.

Si en la anterior entrega decíamos que la serie había comenzado a coger ritmo, hoy se confirma y acelera. Ya no es solo que las situaciones se sucedan dotando de tensión al contenido sino que encima este, toca diferentes palos, desde la comedia al drama.

Sobre la comedia no podemos decir otra cosa que la pareja realmente tiene química. Por ejemplo, en la serie que me está sirviendo de referencia en todas estas reseñas, «A gentleman’s dignity», teníamos como protagonistas a cuatro parejas, todas ideales y casi todas conectaban. Casi. Había una de ellas que, aunque era la que más nos emocionaba como era la formada por Choi-Yun/Kim Min-Jong y Mea-Ri/Yun Jin-I cuando llegaba el momento de ponerse tiernos, no resultaban creíbles. Con decir que al final se casan y no somos capaces de verlos en ningún momento dándose un beso… Pues bien, aquí además de mostrarnos ese obligado feeling entre los protagonistas obligados por el guión, se nota que ambos conectan. Es cierto que la relación es tramposa con ese típico «tira y afloja», pero más que resultar molesto se resuelve de una manera sumamente simpática.

En ese grupo entraría otro clásico como esa no menos habitual fórmula de hacerle la vida imposible al padrastro/madrastra de turno por parte de los hijos de la pareja viuda/separada/divorciada. De momento, solo sirve como excusa para un gag; esperemos que se quede ahí y no se convierta en, como decíamos, algo molesto.

En cuanto al drama, soberbio, aunque más que de drama deberíamos hablar en términos sentimentales. Toda la fase que rodea a los minutos previos a la boda me parecen sublimes. No dejan de ser otra vez tramposos y sensibleros, pero la construcción me parece más que notable. De momento no quiero pensar cuando realmente llegue la tragedia -que llegará- pero la función del padre de Da Jung es necesaria para humanizar tanto las situaciones como al propio protagonista alejándolo de la frívola realidad política que agria su carácter.

Por haber, no falta ni el primer tema cantado de la serie. Y es que ya no solo sorprendía que todas las piezas fuesen instrumentales sino que, aunque suene extraño, incluso se echaban a faltar. De momento solo es una canción, pero esperemos que, sin pasarse tampoco, aumente el número. Es un aliciente, un atractivo más para engrandecer el conjunto.

Para terminar no puedo negar que la serie guarda muchos parecidos con otro KDrama como fue «The accidental couple/That foul», cambiando los roles actriz/cartero por político/periodista. Aunque aquella fue y sigue siendo una serie de referencia, espero que en cuanto a argumento y no a resultados se quede en tan solo eso, en un espejismo…

5º CAPITULO: Más comedia, menos drama.

Gracias a la ocurrencia de Da Jung la pareja de «recién casados» podrán salvar el primer escollo, sin embargo ese punto a favor se convertirá en uno en contra cuando descuidando el contrato de matrimonio, Man-Se se haga con él y lo convierta en materia prima para sus ranas de papiroflexia. Pero ahí no acabará la cosa ya que el niño no tendrá mejor ocurrencia que repartir ranas entre varias personas, entre ellos su padre y tíos. Cuando la periodista se entere, comenzará una búsqueda suicida de la «rana» correcta dando lugar a todo tipo de situaciones cómicas. A pesar de sus esfuerzos no dará con la adecuada siendo el propio Primer Ministro el que descubra su descuido. Otra vez recibirá la reprimenda por parte de este, encontrando la jovencita de nuevo consuelo en el manager Kang In-Ho. Lo que nadie sabe es que esto parece responder a una estrategia urdida por el joven para, secretamente, molestar a su jefe. ¿Qué esconderá este?

Tras un episodio tan ejemplar como el anterior no es extraño encontrarnos con uno tan… inmovilista como este. De hecho, solo se avanza… bueno, se destapan dos asuntos, ya que el grueso del capítulo parece estar centrado en la comedia y el enredo, algo que por otra parte agradecemos.

Resulta divertido ver a la protagonista de fango hasta las cejas, metafóricamente hablando, a causa del follón en el que se ha metido. Las situaciones, sobre todo en su visita a casa de sus cuñados, son algo surrealistas y poco creíbles, pero cuando el objetivo es hacer reír, uno se vuelve algo indulgente. Incluso cabe resaltar otra vez ese pasaje onírico -cita ya ineludible en la serie- en el que es de agradecer que se sumen al carro del humor el Ministro Jun-Gi y su esposa, descubriéndose también como unos actores polivalentes.

A los latinos y en especial a los españoles, nos hará especial gracia ese pasaje en el que el Primer Ministro y sus chicos reciben a la comitiva diplomática de «Catalucia», algo así como una mezcla de Cataluña y Andalucía, con estos hablando en perfecto castellano y Yuna correspondiéndoles con una más que decente pronunciación. De hecho, mejor incluso que el español de In-Ho, el cual supuestamente le dicta.

Y ya que estamos hablando de este, sorprendente revelación la de hoy. Si me quejaba hace unos capítulos de que teníamos ya una nómina de villanos demasiado extensa a mi gusto, hoy hay que sumarle la del chaval. No me hace ni pizca de gracia ya que esto solo significa más sufrimiento para los héroes, pero bueno…

Y nada más, para acabar, la chorrada de turno. En esta serie de momento no tenemos ni canciones -solo una- ni escenas en la que los protagonistas se la pasan comiendo o bebiendo en uno de esos restaurante/cafeterías tan cools del país como es costumbre en estas producciones. Lástima…

6º CAPITULO: Los problemas crecen.

Da Jung caerá víctima de la emboscada orquestada por la esposa del Ministro Jun-Gi cuando acuda a una reunión del «White Cafe». Por suerte, será rescatada «in extremis» por la secretaria Seo Hye-Ju. Allí ambas mujeres discutirán siendo el propio Jun-Gi el objeto de su disputa. Cuando salgan del hotel, Hye-Ju verá al Manager Kang hablando con el secretario del propio Ministro sospechando que este pueda ser el espía que tanto andan buscando. En cuanto le vea le preguntará discretamente, pero este, oliéndose las intenciones de su compañera desviará sus sospechas aparentando no ocultar nada. Mientras que en las sombras siguen gestándose planes para derrocar a nuestro protagonista, este tiene problemas más terrenales, como por ejemplo atender a sus hijos. Man-Se por ejemplo se encuentra en plena crisis ya que ante las fechas navideñas que se avecinan está falto de cariño: echa de menos a su madre, y su padre no es todo lo afectuoso con él que desearía. Ante esta perspectiva, Da Jung le aconsejará a Kwon-Yul que acuda al Festival que van a celebrar en el colegio de su hijo para verlo actuar.

El título con el que suelo resumir el episodio en esta ocasión no es casual, ya que además de incidir en el lógico aumento de problemas, quería hacer alusión a aquella mítica serie familiar de los 80 y 90 donde las relaciones filio-paternales eran el eje central.

En esta entrega se olvidan un tanto de las intrigas palaciegas… digo, políticas, para centrarse en los niños. Y ya no tanto por el papel de Man-Se sino incluso el de Wu-Ri o yendo más allá, el de su primo, protagonizando la sorpresa del capítulo. Y es que enterarnos de que este no es hijo de Jun-Gi, pues cómo que…

Por lo demás, poco se puede añadir más que es un episodio no solo de transición sino hasta tópico por su situación. Eso de que coincida su emisión con las fechas navideñas lleva implícitas una serie de objetivos que los guionistas han terminado por resolver de la manera más fácil y previsible, recurriendo a una fórmula como es la típica obra infantil para intentar conmovernos. Y la verdad es que no lo consiguen; se ve tan artificial y forzado que no puedo considerarlo un acierto.

Por último y como chorrada, el habitual apunte español/latino. Ese «Feliz Navidad» de José Feliciano ya nos parece hasta normal que aparezca en una obra o producción que se desarrolle en un ambiente navideño, pero que Jun-Gi/Ryu-JIn se arranque guitarra en mano con «El concierto de Aranjuez» ya no es tan casual después de lo que ya hemos vivido en esta serie.

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THE 1ST SHOP OF COFFEE PRINCE (III) – Korea del sur – 2007 – Kdrama – (Ep. 13 al 17) de 17. FINAL

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BREVE RESUMEN DE LOS DOCE PRIMEROS EPISODIOS:

Han Kyul acaba de aterrizar en Seúl desde EEUU. Ha terminado sus estudios y ahora su abuela quiere que siente la cabeza y se responsabilice ya que es el futuro heredero de un imperio cafetero. Cercano a la treintena Han Kyul solo ha sabido divertirse y ni siquiera se le conoce una pareja estable. Lo que nadie sabe es que éste está enamorado de la novia de su primo al que considera como un hermano. Para atraparlo, su abuela decidirá poner en marcha un plan concertándole citas a ciegas con chicas de su clase. El destino le pondrá en su camino a Eun Chan, una jovencita que huérfana de padre ha tenido que asumir las labores de cabeza de familia para mantener a su madre y hermana pequeña. El constante trasiego para ganar el poco dinero que lleva a casa le ha conducido a adoptar una apariencia ciertamente masculina y no son pocos los que la confunden con un chico. El mismo Han Kyul lo tomará por uno y se servirá de la necesidad de la joven para hacerlo pasar por su novio y hacer creer que es gay. Cuando el plan de su abuela se venga abajo pondrá en marcha la segunda fase: financiará la reforma de la cafetería de un amigo suyo para que junto a éste, Han Kyul la regente. Viendo que es su oportunidad para conseguir un trabajo estable Eun Chan seguirá con su mentira ocultándose bajo la fachada de un chico para obtener uno de los puestos de camarero. Sin embargo ese mismo caprichoso destino que unió a la pareja provocará que Eun Chan se haga amiga de Han Seong, el primo de Han Kyul, y pronto la inocencia y jovialidad de ésta hará que ambos se enamoren de ella provocando que el primero cuestione su sexualidad y el segundo, tenga problemas con su propia pareja. Sin embargo el amor triunfará por encima de pérdidas de confianza, mentiras y miedos y Eun Chan y Han Kyul finalmente se rendirán a sus sentimientos.

13º CAPITULO: Vuelve el humor.

La pareja de tortolitos no puede ocultar su amor y esto afectará incluso a su trabajo. Han Kyul no solo sentirá celos de la camaradería existente entre Eun Chan y sus compañeros sino que incluso verá a ésta con otros ojos, ordenando a sus camareros que traten mejor a la jovencita. Fuera de la cafetería a Han Kyul finalmente le contarán toda la verdad sobre su origen y aunque defraudado por haber estado viviendo otra mentira, será Eun Chan la que le levante el ánimo. Por otro lado, Yu Ju para sorpresa de propios y extraños retornará de su retiro «espiritual».

Poco contenido para un episodio donde lo que cuenta no es la densidad sino la puesta en escena; y es que con éste capítulo volvemos a reencontrarnos con aquellas sensaciones que hicieron de la misma una serie de referencia. El «buen rollito» existente entre todos los protagonistas, el humor y el candor que desprenden algunos personajes conforman un conjunto que en apariencia puede parecer pobre al mas exigente pero que enamorará a los que sin compromiso se acerquen a ella.

Indiferentemente, se comienza a notar que el final de la serie está cerca y si sumamos que hemos ya eliminados algunos de los hilos argumentales señalados en el anterior capítulo, nos queda una cierta sensación de previsibilidad peligrosa. Pero de momento, bendita previsibilidad.

14º CAPITULO: ¡¡¡ Sorpresa !!! … ¿quién hablaba de previsibilidad?

Eun Chan descubre que Min Yeop le ha estado siendo «infiel» a su hermana y a ésta no le hará mucha gracia precisamente. Pronto pondrá en marcha un plan para resarcirse. Por otro lado, la relación entre Han Kyul y Eun Chan va viento en popa, tanto que hasta el joven heredero comenzará a pensar en presentarle a Eun Chan a su madre y abuela como su pareja. Asustada, a Eun Chan le dará miedo la idea pero sabe que es algo inevitable. Mientras, Han Seong descubrirá el motivo del regreso de Yu Ju: ésta se ha quedado embarazada. Finalmente llegó el temido momento: Han Kyul confesará a su madre y abuela que no solo Eun Chan es una chica sino su novia. Casi ofendida, su abuela reaccionará de una manera inesperada, echando de la casa a Eun Chan. El joven conociendo a ésta ni se lo tomará a mal y para sorpresa de éste, ni la propia Eun Chan; sin embargo lo que peor les ha sentado a ambas mujeres no es que ésta sea pobre o poco femenina sino que el heredero abandone la idea de volver a EEUU por Eun Chan y no por ellas.

Sí, si, estoy de acuerdo; el guión de la serie parece que improvisa y alarga una historia que parecía que había llegado a su fin. ¿Pero que mas da?. Los protagonistas se han convertido en casi parte de nuestra familia y emociona ver como estos «crecen» sin dejar de lado el buen rollo que protagonizaba los primeros episodios.

Y es que por muy mal que se comporte la abuela de Han Kyul, nosotros al igual que los protagonistas, sabemos que cambiará de opinión.

15º CAPITULO: Aquí el que no corre, vuela…

Han Kyul cada vez está mas enamorado de Eun Chan pero ésta lo trata de una manera ciertamente indiferente; casi parece como si no se creyese el asunto y por no ilusionarse demasiado, no hace caso del joven. Sin embargo éste incluso comienza a plantearse la idea de casarse con ella y mas tras saber que su primo ha conseguido, tras las lógicas dudas iniciales, el SI de Yu Ju. Pero Eun Chan, ni se plantea el matrimonio; si ella se casa su madre y hermana no podrán subsistir solas y mas que miedo al compromiso, la jovencita teme la convivencia. Han Kyul pondrá la maquinaria en marcha y tras incluso una reunión de su madre con Eun Chan, todos menos la abuela la aceptarían en la familia. Lo malo es que ésta parece no dar su brazo a torcer ni a las puertas de la muerte…

Si en el anterior capítulo ya tenía que rectificar mis propias teorías cuando vaticiné que la serie se había vuelto previsible, ahora tengo que hacerlo cuando dije que ésta perdería el interés. Ni interés ni ritmo; en éste capítulo tenemos desde dos proposiciones de matrimonio a casi dos ceremonias, una boda y un funeral. Vamos que esto casi me recuerda a aquella mítica película inglesa de «Cuatro bodas y un funeral». Y es que si te pones a contar el número de parejas de la serie igual te sale la cuenta.

Por lo demás y a pesar del drama inevitable que se cierne sobre los protagonistas, el buen humor sigue dominando la misma dejándonos en un estado de «encantamiento» al igual que el que se encuentra el propio protagonista. La cara de bobo que se le queda a éste Han Kyul imaginándose a su pareja vestida de novia es la misma que tenemos nosotros espectadores atendiendo a todo el conjunto. Se nos cae la baba…

Dejando impresiones a un costado sorprende por otro lado el puritanismo de la serie, tanto a la hora de formar una familia – es necesario casarse para ser una feliz… – como a la hora de tener relaciones sexuales. Igualitos que los norteamericanos…

16º CAPITULO: Lo diré claro: Qué manera de cagarla.

La boda se celebrará aunque la felicidad no será completa. Y no, no es porque falte la abuela de Han Seong y Han Kyul sino porque sobre el matrimonio se cernirá el primer atisbo de crisis cuando Yu Ju quiera compaginar su trabajo y rol de esposa y madre, olvidando a veces sus obligaciones. Por otro lado Han Kyul al final comprenderá a su pareja pero será definitivamente su abuela, recuperada ya, la que ponga en claro su situación por intercesión del «apagafuegos» Director Hong: le propondrá a Eun Chan que vaya a estudiar a Italia dos años y si a la vuelta se quieren, se casarán sin problemas. Han Kyul no verá con buen ojos ésta solución pero es mas lo que quiere a Eun Chan que lo que le dice la razón. Ésta por su parte tienes dudas pero al final creerá que es la solución mas válida. Pero aún queda un asunto por resolver antes de su partida: «consumar» su relación con el joven.

Ya lo he dicho antes pero lo repetiré de nuevo: Qué manera de cagar los finales. Ya pasó con «Goong» enviando a la princesita de marras a Macao y ahora la cosa lleva el mismo camino. Pero señores guionistas, ¿no habíamos quedado que Han Kyul se había quedado en Korea rehusando ir a EEUU por amor?. ¿Tanto acusar de egoístas y ahora nuestra protagonista va a tirar de intereses personales dejando al chaval como resignado Romeo?.

Y no solo es por poner un ejemplo aludiendo a la serie protagonizada por la misma Yun Eun Hye sino que si uno analiza el género de la comedia en la península asiática, se dará cuenta que con esa fórmula de buscar el drama en el tercer cuarto de un film, casi siempre se deja al espectador insatisfecho.

A pesar de que nos haga reír como pocos, éste penúltimo capítulo termina cabreando al personal viendo que ese final que se barrunta puede estropear todo lo conseguido. Pero Eun Chan… ¿qué se te ha perdido en Italia?.

17º CAPITULO: Increíble, para acabar la serie, el peor capítulo.

El «bautismo» de la pareja ha sido todo lo placentero que esperaban sin embargo esto no es óbice para que Eun Chan desista de su idea de ir a estudiar a Milán. Llegado el momento nadie despedirá a la jovencita ya que sería demasiado duro para ella. Pasarán dos años y Han Kyul no podrá creer lo que le cuenta ésta desde Italia: quiere quedarse un año mas para acabar sus estudios. Resignado no tendrá otro remedio que acceder pero todo resultará una mentirijilla contada por ésta para sorprenderlo con su regreso.

Lo dicho al principio. Si ya en el anterior capítulo se barruntaba que esto no pintaba bien, el último capítulo ha corroborado mis peores predicciones. Finalmente Eun Chan no solo se va a Italia haciendo gala de un egoísmo supino sino que para postre, no han sabido darle una correcta finalización a la serie.

Ya no solo es que resulta sumamente frío el capítulo sino que deja indiferente al personal. Con la cantidad de sensaciones que ha provocado la misma para que éste último capítulo no haga honor a su trayectoria.

Por lo demás, no entiendo esa manera de «matar» parte de la relación de Yu Ju y Han Seong ni tampoco que el personaje de la abuela se haya querido quedar como el villano de la función. Y es que a pesar de la buena sintonía que existía en la serie parece que no se haya querido evitar una cara amarga, lo que encuentro inexplicable ya que «The 1st shop of coffee prince» en ningún momento ha sido un drama.

Y por si faltase poco, el capítulo carece por completo de ritmo, llegándose a hacer incluso largo, insufrible.

CONCLUSIONES:

– Dejando de lado el broche final, «The 1st shop of coffee prince» es una serie modelo gracias a su buen talante y contagioso argumento. Te hace reír y también llorar pero mas como una expresión emotiva que como una señal de drama.
– A pesar de ser una fábula mas como a las que nos tienen acostumbrados en Korea del Sur donde la protagonista se asemeja a una Cenicienta, en muchos capítulos se tiene en cuenta mas la opinión y sentimientos del hombre que de la mujer; algo que hay que agradecer teniendo como tiene a una mujer al frente del proyecto y tras las cámaras. Eso sí, ese viaje a Italia tan solo responde al inconsciente deseo de la mujer de ver cumplido su sueño por encima de todo, lo que resulta contraproducente al mensaje enviado con anterioridad.
– Dejando de lado lo mas etéreo decir que los protagonistas no solo cumplen con sus roles sino que demuestran una naturalidad y franqueza inhabitual en intérpretes de éstas edades, destacando especialmente a Gong Yu que lejos de resultar el príncipe azul de siempre, se convierte en un ser humano dócil y sensible. Los secundarios, como siempre, maravillosos.
– La banda sonora de la serie, de lo mejorcito que te puedes encontrar con una gran variedad de melodías e incluso alguna sorpresa como las ya apuntadas con temas en español.

Resumiendo; sino hubiese sido por los dos últimos capítulos ésta se hubiese convertido en mi serie asiática favorita. No desbanca a «The last scandal of my life» pero casi. Si te gusta el «buen rollito», reírte y dejarte llevar, ésta es tu serie.

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P.D.: Aquí me tenéis en la Cafetería protagonista de la serie tras mi segundo acercamiento a tierras surkoreanas.

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THE 1ST SHOP OF COFFEE PRINCE (II) – Korea del sur – 2007 – Kdrama – (Ep. 7 al 12) de 17

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BREVE RESUMEN DE LOS SEIS PRIMEROS EPISODIOS:

Eun Chan es una jovencita con aspecto rudo al que muchos confunden con un hombre; y es que la vida no la trata bien: huérfana de padre tuvo que convertirse en la cabeza de familia para mantener a su madre y hermana pequeña. Para ello debe multiplicarse acogiendo todo tipo de trabajos que aunque mal pagados les ayudan a sobrevivir. Un día en su camino se cruzará Han Kyul, un joven heredero de un imperio cafetero que tras regresar de EEUU debe complacer a su abuela si quiere seguir conservando su elevado estatus. Y es que ésta quiere que sienta la cabeza; para ello lo primero que hará será buscarle una pareja. Han Kyul se aprovechará de Eun Chan, necesitada de dinero, para confundiéndola con un hombre hacerla pasar por su novio para que la familia crea que es gay. Conseguido su objetivo, aunque en realidad éste esté enamorado de la novia de su primo, su abuela no desistirá poniendo en marcha el plan B: le obligará a montar una cafetería que él mismo debe regentar. En el establecimiento se juntará un buen grupo de amigos, incluida Eun Chan que parapetada bajo su disfraz de hombre logrará hasta confundir los sentimientos de Han Kyul.

7º CAPITULO: Episodio de transición hacia el drama.

La prueba resultará fatal para ambos protagonistas, dejándoles con mas dudas que resoluciones. Lo peor del asunto es que la relación comienza a convertirse en insostenible y sin saber controlar sus sentimientos confunden el amor con el odio. Solo hará falta una pequeña chispa para que todo salte por los aires; así una discusión sin sentido se convertirá en una enorme bronca dando con Eun Chan en la calle dimitiendo de su puesto. Los días pasarán y nadie en la cafetería podrá pasar sin la compañía de la joven, ni siquiera Han Kyul que orgulloso no puede reconocer su error, situación en la que también se encuentra una dolida Eun Chan. Finalmente será Yu Ju la que viendo el triste panorama aconseje al heredero que por una vez tire de humildad y llame a su «camarero». Como es previsible la normalidad volverá a la cafetería hasta que una desgraciada noticia le sobrevenga a Han Kyul: su abuela se ha desmayado víctima de un cáncer de estomago. Eun Chan acudirá a consolarlo.

Final sorprendente para un capítulo donde las emociones han vencido al humor que venía caracterizando a la serie.

Desde esa discusión que no creo que haya agradado a nadie hasta la fatal noticia del estado de salud de la abuela del protagonista que ya barruntábamos en el anterior capítulo.

Por lo demás, bastantes situaciones de relleno que sin llegar a aburrir no mantienen el ritmo de entregas precedentes. Con tan poco contenido uno se permite hasta fijarse en pequeños detalles como en ese guiño que se hace hacia la protagonista cuando visita el estudio de grabación – hay que recordar que Yun Eun-Hye proviene del mundo de la música cuando diez años atrás pertenecía a aquella mítica girl-band «Baby VOX» – o seguir aplaudiendo la estupenda banda sonora de la serie compuesta por temas de lo mas variopintos; solo hay que ver – oír – los que se dejan caer en éste episodio: desde uno bien popular de «Texas» a… alucinar, el por nosotros sobradamente conocido bolero «Solamente una vez» en perfecto castellano.

8º CAPITULO: Fase de incertidumbre por todas partes.

El beso de Eun Chan conseguirá animar al joven pero no con el efecto buscado; lo desperezará de la tristeza de conocer la enfermedad de su abuela pero no supondrá para Han Kyul mas que un acto reflejo con el objetivo de causar sorpresa. Sin embargo para Eun Chan es algo mas y vista la indiferencia del joven volverá a enfurruñarse con éste; su inquietud llegará a tal punto que incluso sin complejos le dirá a su jefe que está «enamorado» de él. Han Kyul se tomará el asunto a broma pero en su interior algo crece, tanto que no dudará en una de las visitas a su abuela en el hospital a acudir al siquiatra. Mientras tanto, los acontecimientos se suceden: Min Yeop recibirá calabazas por parte de la hermana de Eun Chan pero gracias a sus compañeros comenzará a reconquistarla, el mismo Min Yeop en un ataque de sinceridad le confesará el secreto de ésta a Sun Ki y la abuela y madre de Han Kyul comenzarán a intimar con el presunto amigo de su hijo. Por si los problemas sentimentales de Eun Chan fuesen pocos, Han Seong prendado de la inocencia de la joven se atreverá incluso a besarla, situación que no entenderá ni ésta ni Yu Ju que aterrizada segundos después, comprenderá que algo ha sucedido entre ambos. Para acabar, aceptando Han Kyul que no puede pasar ni un segundo sin Eun Chan pero tampoco sin querer comprometer su faceta hetero, exigirá a su «empleado» que a partir de ese momento sean como hermanos.

Continuando con la línea dejada en la anterior entrega los sentimientos han sustituido al humor. Tenemos desde ataques apasionados a secretos familiares inconfesables, desde peleas de novios a decepciones personales; y es que mientras la relación de la pareja de tortolitos se está dilatando innecesariamente bajo mi punto de vista, el protagonismo de otros personajes va creciendo.

Por otro lado y sin querer desmerecer la calidad de la serie se nota que estamos ya en el meridiano de la misma y se comienza a apreciar cierta pérdida de frescura optando por situaciones previsibles. Por ejemplo, todos sabemos que esas peleas entre la abuela de Han Kyul y Eun Chan pronto se convertirán en cariño casi maternal.

Y es que para acabar, por notar un descenso en lo que a alicientes se refiere frente a otras entregas hasta notamos una bajada alarmante en cuanto a número de esos temas que suelen componer la banda sonora. Solo destaca en éste caso esa versión tan especial de uno de los temas mas conocidos de «Dire Straits».

9º CAPITULO: Aunque con nuevas perspectivas, el ritmo sigue sin despegar.

Eun Chan se reunirá con Yu Ju bajo petición de ésta última. La jovencita le dirá que por ella no tiene porque preocuparse ya que ahora solo tiene ojos para Han Kyul. La artista conociendo las dudas de su novio cederá a acompañar a éste unos días de vacaciones para olvidarse de Eun Chan. Mientras en Seúl las cosas parecerán irle bien a todos menos a Min Yeop que tiene que ver como la hermana de Eun Chan lo desprecia en pos de Sun Ki. Harto del trato de ésta decidirá desistir. Han Kyul invitará a Eun Chan a pasar una noche loca en la playa pero lo que parecía una velada idílica acabará tristemente ya que el heredero, consciente de que está enamorado de su «camarero», decidirá romper por lo sano: al no poder convencer a Eun Chan para que se vaya de la cafetería, será él el que no pise su propio local.

Seguimos por los mismos derroteros que los últimos tres capítulos sin avanzar nada. Todas las relaciones de la serie se han enquistado y lo que es peor, el miedo a la homosexualidad de Han Kyul está resultando algo superficial dada la obstinación de la protagonista a ocultar su sexo.

En todo éste ritmo conservador se agradece por un lado la perseverancia del personaje de Min Yeop y por otro, que se intente abrir un nuevo camino con el misterioso origen del protagonista y la repentina presencia de un nuevo personaje.

Para acabar, destacar con cierto asombro la aparición en la banda sonora de un añejo tema de…. ¡¡¡¡¡ Julio Iglesias ¡¡¡¡¡.

10º CAPITULO: Ahora se entiende todo: de momento el mejor episodio de la serie.

Al ver que Han Kyul tarda en volver, Ha Rim decidirá ir a ver a su amigo. Éste no podrá hacer otra cosa que confesar su amor por Eun Chan. Finalmente el gerente del local decidirá regresar pero será directo con Eun Chan: no quiere que ni se le acerque. Ha Rim procurará que entre ambos la relación se normalice lo que acabará aún peor, acusando Eun Chan a Han Kyul de que la está maltratando sicológicamente. Al entender que esto es así, el heredero intentará relajar la situación volviendo todo a la normalidad coincidiendo con el esperado concierto que los chicos deben de dar en el local. Frente a ésta tensa calma se encontrará Han Seong, que tiene que ver como Yu Ju acepta la proposición de su antiguo novio de volver a Estados Unidos para trabajar allí; y es que la artista se ha dado cuenta de que su pareja está verdaderamente enamorado de la jovencita. Un nuevo sobresalto acontecerá y el secreto de Eun Chan volverá a correr peligro: el único de los camareros que todavía no sabía que ésta es una chica se enterará tras un desliz de Min Yeop; tendrán que encerrar a Ha Rim para que no se lo cuente a Han Kyul. Sin embargo esto ya no supondrá un problema ya que el heredero ya ha tomado una decisión…

Había que vernos a mi mujer y a mi sentados en el sofá del comedor intentando ocultarnos respectivamente que estábamos llorando como magdalenas; y es que no solo el final del episodio es conmovedor sino incluso varios de sus pasajes se convierten en el perfecto marco para hacernos saltar las lágrimas de la emoción.

Las anquilosadas relaciones de los protagonistas sufren un empujón definitivo tanto para bien – la pareja de protagonistas – como para mal – el pobre Han Seong – y esto puede abrir las puertas de nuevas situaciones pensando que aún quedan siete episodios por llegar.

En la misma línea se le puede criticar a los guionistas esa obstinación por seguir ocultando el sexo de la protagonista y mas teniendo hoy la excusa perfecta como para desvelarlo pero bueno, atendiendo a lo dicho anteriormente, aún quedan siete episodios por ver…

Por último tres detalles: el primero, el buen papel que está haciendo Ha Rim; se está destapando como uno de los personajes claves de la serie. Dos, la excelente elección de temas musicales. Y tres, el también personaje de Han Seong; de baboso de relleno a sacrificado mártir.

11º CAPITULO: Por fin se desvela el secreto.

Tras la agradable sorpresa de la noche anterior Eun Chan se levanta con la firme intención de confesarle su verdadera sexualidad a Han Kyul; incluso se viste mas femenina para apoyar la verdad. Sin embargo cuando llegue a la cafetería, un resentido Ha Rim le echará en cara su «juego». Esto le provocará dudas y cuando llegue su «jefe» no se atreverá a decirle nada. Cuando Ha Rim creyendo que ésta le ha confesado todo le pregunte sobre el asunto a su amigo, Han Kyul no podrá creer lo que le está contando; tendrá que preguntárselo a la propia Eun Chan pensando que le están tomando el pelo. Todo el asunto despertará su ira, alejándose de la jovencita y de sus compañeros. Mientras la tormenta continúa Han Seong intenta en vano gastar sus últimas balas para evitar la huída de Yu Ju a Estados Unidos. Finalmente ni la intervención del Director Hong podrá convencer a Han Kyul para que olvide el asunto y perdone a Eun Chan.

Tras lo extraordinario del anterior capítulo no me extraña que éste se convirtiese en el mas visto del país y en resumen, de la serie. Y es que seguro que la promoción realizada anunciando que se iba a desvelar el secreto de Eun Chan, ayudó al éxito del mismo.

Sin embargo no voy a engañar a nadie: el episodio resulta un tanto «estirado» ya que dan vueltas y vueltas sobre el asunto sin llegar a ninguna parte. Es tal el círculo vicioso sobre el que gira el episodio que hasta la pareja Han Seong-Yu Ju recupera el protagonismo perdido, eso sí, también redundando igualmente en una relación rota ya en el anterior capítulo.

Particularmente yo creo que se exageran las situaciones ya que ninguno de los presuntamente ofendidos – Han Kyul y Yu Ju – tienen tantos motivos, pecando del mismo egoísmo del que acusan a sus mismas parejas. Por otro lado y a pesar de ello, aplaudo la diligencia de la realizadora de la serie ya que siendo como es mujer me encanta el enfoque que da sobre los sentimientos masculinos centrándose mas en estos personajes que en sus congéneres femeninos.

Lo peor, que se barrunta por donde va a ir la historia de aquí en adelante…

12º CAPITULO: Y tras la tempestad llega la calma.

Ni siquiera las últimas disculpas de Eun Chan pueden consolar a Han Kyul. Éste le confesará su amor pero el dolor de haber sido objeto de una gran mentira le obligará a despedirla. Resignada Eun Chan obedecerá a su jefe refugiándose en su casa. No será la única ya que viendo que la pelea de enamorados está durando demasiado, el Director Hong decidirá poner tierra por medio despidiéndose a si mismo. Han Seong intentará por última vez retener a Yu Ju pero ésta haciendo gala de una obstinación casi cruel le obligará a dejarla marchar. Mientras, el tiempo pasa y la falta de Eun Chan y el Sr. Hong hace mella en los chicos, mas concretamente en Han Kyul. Hasta su primo intercederá por Eun Chan lo que resultará definitivo para darse cuenta de su error. El destino provocará que el camino de ambos se cruce volviendo todo a la normalidad… o casi ya que Yu Ju sin haber acompañado a DK a EEUU, tiene desconcertado a Han Seong al no saber nada de ella.

Tengo que confesar que tuve que ver éste episodio nada mas haber acabado el anterior ya que aquel dejaba tan mal cuerpo que era imposible irse a dormir con tal mal sabor de boca y la verdad es que acerté. Ahora me voy – nos vamos contando con mi mujer – contentos y felices a la cama a pesar de las altas horas de la noche.

El mal menor es que viendo el «happy end» del episodio uno se imagina que poca chicha queda en la serie a pesar de que aún restan cinco capítulos. El destino de Yu Ju, el encuentro de Sun Ki con su antiguo amor, la revelación de la identidad del padre de Han Kyul y quizás la enfermedad de la abuela de éste pueden ser quizás temas sobre los que gire el futuro de la serie pero perdido el encanto traducido en ese «tira y afloja» de los protagonistas, igual la serie se deprecia un tanto. Veremos….

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P.D.: Aquí me tenéis en la Cafetería protagonista de la serie tras mi segundo acercamiento a tierras surkoreanas.

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THE 1ST SHOP OF COFFEE PRINCE (I) – Korea del sur – 2007 – Kdrama – (Ep. 1 al 6) de 17

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Hoy mi introducción no la quiero derivar hacia un tema en concreto que afecte a la producción, serie en éste caso a reseñar, sino a un concepto o idea que prevalece sobre otros y que sin tanta importancia, englobe a todo un conjunto creando si bien no una tendencia sí unas pautas.

Y es que ya sabemos de sobras que en Korea al igual que en otros países asiáticos recurren muchas veces a las fuentes del manga – manhwa localmente – para desarrollar sus historias, ya sean tanto en el campo de la televisión como en el de la gran pantalla.

Grandes éxitos como «Goong/Princess Hours» – de la propia Yun Eun-Hye – o incluso «Fantasy couple», que aunque no de un manga tenía origen en una producción cinematográfica occidental como «Un mar de líos» alargada para tal menester, conducen irremediadamente a que se tiente a la suerte una y otra vez. Y no es extraño ya que esa fortuna buscada contiene un alto porcentaje de, como hemos dicho, éxito.

De tal guisa «The 1st Shop of Coffee Prince» está basada en un manhwa de Lee Sun Mi y fruto de la popularidad de su obra, éste drama se convirtió en uno de los mas vistos del 2007. Pero por si esto fuese poco, la misma siempre figura en los primeros puestos de cualquier lista de preferencias que se haga entre los aficionados.

Para terminar, una reflexión; por mucho que ésta se base en una obra local no se pueden desechar los parecidos razonables con el manga «Antique Bakery» en cuya adaptación koreana a la gran pantalla también figuraba uno de los protagonistas de ésta como es Kim Jae-Wuk.

Sin mas preámbulos vayamos a desmenuzar los episodios.

1º CAPITULO: Fresco a pesar de los tópicos.

Choi Han Kyul es un joven que a punto de entrar en los treinta regresa a Korea después de cursar unos estudios en el extranjero. Heredero de un imperio cafetero, a Han Kyul le dan lo mismo los negocios de su familia y así incluso se permitió desviarse de esos estudios y experimentar con el mundo del cine. Sin embargo ahora que no tiene escapatoria tiene que acceder a los deseos de su abuela si quiere seguir disfrutando de su privilegiada posición. La primera idea de ésta será buscarle una esposa ya que tienen sospechas de que es gay. Por otro lado tenemos a Go Eun Chan, una jovencita de aspecto hombruno que entre una hermana adolescente y una madre con tendencias compulsivas a derrochar, no sabe siendo como es la cabeza de familia, como llegar a final de mes. El destino de ambos se cruzará un par de veces pero será la segunda de ellas la que los ate realmente cuando ésta salga en defensa de la novia de un amigo de Han Kyul, víctima de un robo «casualmente» perpetrado por el aspirante a novio de su hermana. Al dejar escapar a éste, el rico heredero creerá que ambos estaban compinchados negándole la gratificación por el «rescate». No obstante ésta tendrá que olvidar su orgullo y llamarlo reclamando su recompensa cuando no tenga otra salida económica. Enzarzados en un tira y afloja, finalmente Han Kyul verá en Eun Chan la solución a sus problemas: aprovechándose de la apariencia de ésta la convertirá en su «novio» para que así su abuela y padres le dejen en paz.

Denso capítulo en una entrega en la que además – y quizás por ello – de la presentación de demasiados personajes se nos plantean tantas situaciones que uno no sabe como abarcarlas.

Está claro que quedan definidas dos parejas principales que tarde o temprano, conociendo los gustos surkoreanos, terminarán uniéndose tras algún que otro cambio de pareja. Queda claro por tanto que resulta un tanto previsible, pero por otro no se puede negar que la serie tenga su gracia.

Siguiendo el mismo discurso podemos decir que la serie se acoge a una de las principales líneas argumentales o recursos de su cinematografía, o en su caso, dramatización, como es el de reflejar a una mujer que como suele decirse en España «lleva los pantalones en casa». Solo hay que recordar esa serie con la que comenzábamos como era «Goong» para ver idénticos rasgos entre las protagonistas y no solo porque esté interpretada por la misma actriz. Aquí Eun Chan es ruda y obstinada pero se ha de agradecer que no se exagere esa postura hombruna como ocurre en otras producciones. Eso provoca por otro lado, que no resulte tan ambiguo su personaje no limitando tanto el mismo; es una mujer y aunque no sepa andar con tacones o vista femeninamente, le gusta lo mismo que a cualquier mujer.

Su contrapartida masculina por su parte acoge el también estereotipo de macho arrebatadoramente carismático con encima posición social elevada que parece hacer mirar por encima del hombro pero como en el anterior caso se ha de agradecer que esto se haya mitigado un tanto dándole mas encanto.

Entre uno y otro se encuentran un montón de personajes secundarios que son los que al fin y al cabo van a dotar de humor a la serie. Y es que para acabar, de momento, «The 1st Shop of Coffee Prince» parece que nos va hacer reír y mucho y eso en una comedia romántica es muy importante.

2º CAPITULO: Marcando territorios.

Eun Chan aceptará el trabajo propuesto por Han Kyul aunque llegar a un acuerdo económico no será nada fácil dada la terquedad de ambos. Llegado el momento la joven se presentará a la primera de las citas del heredero pero su apariencia dista mucho de lo que éste busca. Proporcionándole ropa la pareja pondrá en marcha su plan consiguiendo el efecto buscado, que la abuela de Han Kyul crea que es gay. Pero ésta no es de las que se rinden fácilmente y su siguiente medida será ponerlo a trabajar. Mientras esto ocurre Choi Han Seong intenta aclarar sus sentimientos respecto a Han Yu Ju; la odia por haberle roto el corazón dos años atrás pero el amor que todavía siente por ella lo atrae a pesar de rechazarla inicialmente. Finalmente Han Kyul viéndose victorioso celebrará su triunfo con Eun Chan terminando la velada en un completo estado de embriaguez. La jovencita le ayudará a pasar el mal trago llegando incluso a llevárselo a su casa; allí éste aprenderá lo difícil que es la vida de Eun Chan cogiéndole mas cariño. El encanto se romperá cuando aparezca su abuela en escena anunciándole sus planes.

Ésta claro que como adelantábamos/preveíamos en el anterior capítulo la serie sufre de una bipolaridad que aunque pueda ser rota en un futuro – cambios de parejas – divide la atención de la serie tanto en lo sentimental como en lo cómico. Los dos protagonistas son los que de mejores escenas disfrutan y no solo ello ya que contagian su química por mala que pueda aparentar al espectador. Sí, es la clásica pareja cinematográfica/televisiva, dos estereotipos que personifican el amor-odio pero me encanta que ese feeling o como se dice ahora, buen rollito que existe entre ambos trascienda de la pantalla sin atisbo de vulgaridad.

Por el contrario, la pareja de amigos de Han Kyul y, ¡ oh casualidad ¡, ahora cada vez mas al menos Han Seong de Eun Chan, se identifican con los sentimientos mas pasionales poniéndole la nota seria casi dramática al serial. Al menos, yo que no comulgo tanto con estos rollos sentimentaloides, doy gracias de que pase a un bastante segundo plano.

Por lo demás, que estamos ansiosos – mi mujer y yo – de que se monte ya la maldita cafetería y que en resumidas cuentas, como segundo capítulo la cosa no haya resultado nada mal, ni ha perdido tensión ni mucho menos, y es lo mas importante, gracia.

3º CAPITULO: Por fin va tomando forma la cafetería ¡¡¡¡¡.

Aún bajo riesgo de perder su coche e incluso casa, Han Kyul solo aceptará la propuesta de su abuela cuando Eun Chan lo convenza de que de esa manera podrá demostrar que no solo es válido e independiente para su familia sino incluso para la chica que quiere, una Han Yu Ju que parece vivir feliz junto a Han Seong. Sin embargo la joven lo que verdaderamente busca animando al rico heredero es que éste, asumiendo su puesto de gerente de la cafetería, le dé un trabajo con el que aliviar la difícil situación económica de su familia y ahora mas aún ya que la escuela de Taekwondo donde trabajaba ha sido cerrada al huir el dueño sin pagarle ni siquiera su sueldo. Pronto se pondrá en marcha la maquinaria y la pareja junto a un amigo decorador de Han Kyuk, Hwang Min Yeop el aspirante a novio de la hermana de Eun Chan, el anterior propietario de la cafetería y hasta Yu Ju realizando uno de sus murales, la «The 1st shop of coffee Prince» empezará a tomar forma. Un error, víctima de la presión del momento, provocará que Han Kyul descargue sus iras sobre Eun Chan.

Seguimos por las mismas directrices que (re)marcábamos en el anterior capítulo; una parte, la mas cuantiosa, encabezada por la pareja protagonista que resulta divertida a pesar de todos los tópicos y una segunda, personificada en los dos amigos de los anteriores donde el acaramelamiento hace mella en el espectador llegando a tal extremo que uno se permite pensar que estos minutos solo son simples rellenos para que el episodio llegue a la hora de duración.

Al menos aquí y no como en el anterior capítulo, se nos ofrece un pasaje donde se cruzan los caminos de unos y otros dando una excusa que teniendo a los sentimientos enfrentados, explique tal… desperdicio de minutos.

Por lo demás, situaciones simpaticonas y aunque en otras ocasiones lo destaque como algo negativo, una buena elección de temas musicales que si bien ejercen de, también relleno, no evidencian tanto su función de meros pasatiempos como otras veces. Ya sea por la calidad de la música o la idoneidad del momento, es otro aliciente de una serie que de momento, aspira a mucho dando la razón a todos aquellos que la tienen entre sus favoritas.

Para acabar y mas como deseo, espero que la disputa con la que se cierra el capítulo ni se eternice ni se repita ya que como decía en la anterior entrega, lo mejor de momento es el buen rollo que existe entre los protagonistas.

Ahhh… que se me olvidaba… dos detalles: uno, genial el enfoque que se le está dando al juego de sexualidades de la protagonista y dos, que justo enfrente de la cafetería si uno se fija bien verá un establecimiento que lleva por nombre «Tu Eres Bonita», en perfecto español.

4º CAPITULO: Y llegó la inauguración.

La tormenta no ha pasado todavía entre Han Kyul y Eun Chan y ni siquiera la puesta en marcha de un plan que les aleje del desastre podrá apaciguar el enfado del heredero sobre su «camarero». Finalmente Hwang Min Yeop reconocerá parte de culpa de lo sucedido desenredando el lío y calmando las aguas. Lo curioso es que en el momento de mas tensión fue Han Yu Ju la que consoló a Eun Chan. Finalmente al equipo se unirá No Sun Ki que continuamente perseguido acudirá a aceptar la propuesta de Han Kyul. Así la cafetería se abrirá y todo parecerá ir bien excepto por dos cuestiones: la primera la visita de Han Seong por la cual Eun Chan tendrá que hacerle prometer que no dirá a nadie que es una mujer y segunda, que tras ésta, el ostracismo planeará sobre el local y ningún cliente aparecerá por allí. Sin querer pensar en la derrota, Eun Chan solo tendrá ojos para Han Yu Ju.

Muchas risas nos depara éste episodio; desde las que conlleva la comedia de enredo dada por la «doble» personalidad – ¿o debería decir, sexualidad? – de la heroína hasta las travesuras que son capaces de cometer los protagonistas. Sí, tendremos un par de pasajes que recurren a lo escatológico y que a los mas exigentes del parecerán vulgares pero para el gran público entre los que me encuentro, no se le pueden negar la gracia.

Por el otro lado mas de lo mismo: mas relleno en forma de relación entre Han Yu Ju y Han Seong con hasta una ñoña canción interpretada por el último y muchas escenas en forma de videoclip que aunque con temas acertadísimos son superfluos. Lo mejor, que a pesar de ello, «The 1st shop of coffee Prince» divierte como pocas.

Para acabar, dos detalles. Uno, la obsesión camuflada de casualidad de compartir el mismo parentesco – primos – los dos «pretendientes» de la protagonista atendiendo a «Goong/Princess Hours» y ésta que reseñamos, recordando que ambas están protagonizadas por Yun Eun-Hye; y dos, la extraña enfermedad que padecen las «miembras» de la familia protagonista que, insaciables, se debaten cada una de ellas por dos hombres. Para que luego digan que las mujeres surkoreanas son…

5º CAPITULO: Y Cenicienta se convierte en princesa…

El negocio va de mal en peor, los clientes no asoman la cabeza y las ventas cada vez son menores. Sin embargo personalmente a Eun Chan y Han Kyul las cosas parecen irles de perlas. A la primera, Han Seong la invitará a una inauguración de una exposición de arte y el segundo se sentirá reconfortado al ver que cada vez parece estar mas cerca de Yu Ju. Pero no a todos los protagonistas les va igual de bien ya que Min Yeop dimite de su puesto en la cafetería obligado por su profesor de lucha. Preocupándose por él, Eun Chan le echará una mano llegándose incluso a unir a ellos un voluntarioso Han Kyul. Una vez todo resuelto los chicos volverán a la cafetería pero para colmo de males, a la falta de clientes se les unirá un corte del suministro de agua. Para no perder el tiempo y ante la imposibilidad de trabajar, decidirán pasar un día todos juntos; lo que parecía una jornada de asueto se convertirá en un duro día de trabajo, hecho que unirá al grupo aún mas. Finalmente llegará el día que Eun Chan tanto estaba esperando: su cita con Han Seong. Para ello decidirá «arreglarse» para la ocasión.

Me esperaba la transformación de «Oruga a mariposa» de la protagonista pero no tan pronto. Sé que es algo temporal pero por primera vez ya reconocemos a una Yun Eun-Hye en toda su «feminidad». Por otra parte e inherente a ese juego del gato y del ratón del que se aprovecha la protagonista respecto a su sexualidad, otro nuevo miembro del elenco masculino se sumará a los que conocen su gran secreto, lo que hará todavía aún mas divertido el capítulo. Y es que no se puede negar que «The 1st shop of coffee prince» haga reír casi sin proponérselo huyendo de los tópicos de seriales para adolescentes.

Por lo demás, un episodio muy completo con un muy «buen rollo» en toda su duración y tocando todos los palos; incluso esa recriminación que le hacíamos referente a la segunda pareja, parece corregirse dándoles menos protagonismo a estos. Sí, seguimos asistiendo por otra parte a largas escenas acompañadas de temas musicales pero están tan integradas en la historia aprovechándose por demás de una excelente fotografía de exteriores que mas que objeciones se convierten en alicientes.

Y encima lo mejor está por venir ya que se barrunta un encuentro entre Han Kyul y la «nueva» Eun Chan….

6º CAPITULO: Fantástico, hacía mucho tiempo que no me reía tanto con una serie.

La tormenta se barruntaba y ahora está a punto de diluviar. La transformada Eun Chan llega a la exposición y la primera con la que se encontrará será con Yu Ju. Si bien ésta no la reconocerá, por el contrario no le hará mucha gracia que Han Seong vaya por ahí con otra mujer. En medio de la confusión aparecerá Han Kyul lo que provocará el pánico en la protagonista. A trancas y barrancas logrará salir de allí sin que la reconozcan. De vuelta a la normalidad, Han Kyul viendo lo felices que son sus amigos juntos terminará acudiendo a Eun Chan buscando compañía; éste hecho provocará que el heredero comience a replantearse su inclinación sexual, sintiéndose atraído por el presunto joven. Para disipar sus dudas recurrirá a Yu Ju desvaneciendo sus miedos cuando ambos se fundan en un afectuoso abrazo. Mientras, el destino provocará que la propia Yu Ju encuentre a Eun Chan en casa de Han Seong descubriendo también su secreto pero jurando guardarlo para sí. A todo esto, lo que parecía el final de los problemas de identidad sexual de Han Kyul resultará ser un nuevo principio cuando vuelva a coincidir con Eun Chan: haciendo la misma prueba que con Yu Ju, ambos también se fundirán en un abrazo.

Que «hartá» – como dicen los andaluces – a reír con éste episodio. Ya no solo son los enredos que provocan las dudas de unos y el trapicheo de otras, es la dimensión que está adquiriendo la serie diversificando la acción entre todos sus protagonistas con situaciones a cada cual mas divertida.

Desde la madre de Eun Chan con su peculiar pretendiente hasta la guerra de guerrillas de su hermana con Min Yeop pasando por el círculo de gente que conoce el verdadero sexo de la protagonista que es cada vez mas amplio; solo la precaria salud de la abuela del protagonista puede poner la nota triste ya que hasta la criticada por mi relación entre Han Seong y Yu Ju ha pasado a un muy segundo plano.

Pero es que los protagonistas de la serie son la bomba. A Yun Eun-Hye ya la conocemos; sin embargo a esa frescura y descaro que demostró en «Goong» aquí se le ha unido una «entrañabilidad» que no poseía aquel personaje. Y es que olvidándonos de tópicos de jovencita alocada aquí nos encontramos con una figura con muchos mas matices. Y gran parte de éste logro se lo debe a su partenaire que lejos de aparentar aquel lechuguino del príncipe Shin, resulta un ser humano con el que sentirse identificado aún en casos tan «delicados» como los que se nos cuentan aquí.

No obstante mas allá de hacer reír o incluso disfrutar con la serie, «The 1st shop of coffee prince» emociona hasta amenazar con el hecho de provocar la salida de unas lagrimillas por el simple hecho de ver felices a sus protagonistas y eso, tanto hacer reír como llorar, desde «The last scandal of my life» no me había sucedido con una serie asiática. Sobresaliente.

Por cierto, cuando escribo éstas líneas me queda justo un mes para salir rumbo a Korea por segunda vez. En mi agenda o plan de viaje ya tengo escrito con mayúsculas hacer una visita al local protagonista de la serie que se ha mantenido como cafetería aprovechando el tirón de la misma. Ya os contaré a mi regreso…

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P.D.: Aquí me tenéis en la Cafetería protagonista de la serie tras mi segundo acercamiento a tierras surkoreanas.

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QUEEN OF REVERSALS (II) – Korea del sur – 2010 – Kdrama – (Ep. 7 al 12) de 31

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BREVE RESUMEN DE LOS 6 PRIMEROS CAPÍTULOS:

Hwang Tae-Hee es la jefa del departamento de organización de una gran compañía. Toda su vida la ha dedicado a su trabajo y fruto de ello es su posición privilegiada. Un día comenzará a trabajar en su departamento Bong Jun-Su y pronto iniciará una relación con él al no querer pasar el resto de su vida sola. Quien no verá bien ésta decisión será su jefa y pronto comenzará a cogerle ojeriza; de tal modo que cuando Tae-Hee vuelva de su Luna de Miel, ésta habrá sido degradada sustituida en el cargo por Baek Yeo-Jin, antigua pareja de Jun-Su aunque éste se lo haya ocultado a su ya esposa. Tae-Hee no podrá aguantar la nueva situación y dimitirá de su cargo convirtiéndose en una mera ama de casa. Los años pasarán y Jun-Su tienen que ver como es humillado una y otra vez en el trabajo a causa del recuerdo de su mujer. Es tal su situación que cuando se haga una reestructuración de la plantilla en la empresa él será el primero en la lista de candidatos a despedir. Tampoco ayudará que el hijo del presidente de la empresa tuviese un desagradable encuentro con éste en los días que pasaron juntos en el servicio militar. De tal manera Jun-Su tendrá que aceptar el despido convirtiéndose en amo de casa cuando Tae-Hee vuelva a la empresa tras ganar un concurso anónimo.

7º CAPITULO: De riña en riña.

Al descubrir Tae-Hee a Jun-Su en el local de Tteokbokki casi parecerá que se avergüenza de su esposo. Pero éste no cejará en su empeño de sacar por sí solo a su familia adelante pidiéndole un préstamo a su cuñado. De vueltas en «Queens» todos los compañeros de Tae-Hee le harán saber la opinión que tienen de ella explicando la indiferencia sobre el encargo hecho por Yong-Shik, el cual a su vez tiene sus propios problemas con su familia. Finalmente la Directora Han moverá pieza ordenándole a Yeo-Jin que recupere a Jun-Su para así torpedear el ímpetu de Tae-Hee. Ignorante a estos movimientos, la antigua ejecutiva creerá ver el final de sus problemas cuando un antiguo conocido se preste a comprarle todo el material; sin embargo tras éste gesto se esconden unas intenciones poco honestas. Por «suerte» el destino llevará a Yong-Shink a rescatar a ésta aunque otra vez el objetivo sea engañoso.

Comienza a pesarme en contra las discusiones de la pareja protagonista; y es que resulta sorprendente que no llegue ni a cinco minutos el total de tiempo que ambos permanecen juntos en pantalla.

Por lo demás, se sigue en la línea de anteriores episodios de avanzar lentamente desarrollando argumentos que solo ayudan, de momento, a profundizar mas en las diferentes relaciones que en los propios personajes provocando que la serie se distancie del espectador.

El ejemplo mas claro lo tenemos en ese final poco entendible en el que si bien por un lado Yong-Shik acude al rescate de Tae-Hee, luego la humilla tomándola por una simple fulana. A ver, si le ayuda era porque oía la conversación de estos, ¿no?. Pues entonces, si oía lo que decían, ¿por qué luego hace una libre interpretación de estas palabras cuando no hay lugar a la confusión?. Vale, es un recurso para provocar ese desenlace dramático pero bajo mi punto de vista, resulta demasiado forzado.

Para acabar, dos detalles. Uno el cameo de Kim Seung-Wu como celador. Recordar que éste actor no solo fue compañero de Jung Jun-Ho en «Iris» sino que es en realidad el esposo de Kim Nam-Ju, nuestra heroína.

Y dos y mas personal continuando lo dicho en la introducción de la serie con lo cercano que era Jung-Jun-Ho, añadir que tras atreverme a subir a su perfil de Facebook la noticia de su pronta paternidad y felicitarlo, éste en persona me lo agradeció. Friki que es uno.

8º CAPITULO: De la tragedia al humor en segundos.

Tras experimentar en sus carnes el orgullo de una mujer dolida, Yong-Shik reflexionará sobre ésta situación lo que servirá para que, al día siguiente tras arengar a su equipo, echen una mano a Tae-Hee para vender la mercancía que él mismo les había adjudicado. Sin embargo la jugada les saldrá mal a todos: no se les ocurrirá otra cosa que vender los artículos en la puerta de la compañía provocando el enfado de la Directora Han. Yong-Shik saldrá al rescate de su equipo comprando todo el material; a cambio les pedirá que se esfuercen ya que quiere competir con el departamento «oficial» de planificación preparando el lanzamiento de un nuevo producto adelgazante. Mientras en casa Jun-Su sigue recibiendo las reprimendas de su mujer: le recriminará haberle pedido dinero a su cuñado mas que nada porque ello le avergüenza. Por si fuera poco Yeo-Jin, siguiendo el insistente interés de la Directora Han volverá a encontrarse con éste. El destino llevará a que la madre de ésta fallezca justo cuando ambos están juntos; Jun-Su le ayudará en los trámites del funeral llevándole tanto tiempo que ni se dará cuenta de que las horas pasarán presentándose hasta el tanatorio los propios compañeros de Yeo-Jin y Tae-Hee con ellos.

Los guionistas siguen empeñados en señalarnos un cruce de parejas. Solo hay que ver otra vez el tiempo que coinciden juntos nuestro matrimonio protagonista en pantalla: si en el anterior episodio lo tasaba en cinco minutos en ésta entrega creo que no llega ni a los tres. Esto provoca además de una previsibilidad algo aburrida una pérdida de interés ya que la situación tenderá a eternizarse, dada la larga duración de la serie, hasta que se acerquen los capítulos finales donde se revertirá el asunto hasta presumiblemente el final feliz. O eso creo; que me equivoque sería un punto positivo para la serie.

Por lo demás, nos congratulamos por un lado de que el capítulo sea consecuente con su planteamiento contestándonos a las dudas que planteaba en lo relativo a su anterior desenlace por boca del secretario de Yong-Shik, por cierto, uno de los mejores personajes de la serie y por el otro, el control del «tempo» del episodio. Cuando peor se pone la cosa, mas trágica y… aburrida está, se sacan de la manga un truquito cómico para hacernos hasta llorar de la risa. Y aquí es donde vuelve a florecer el mejor Jung Hun-Jo.

Para acabar, dos claves antagónicas; una dramática como es ese recurso que compara los seis meses de trabajo con los seis de vida que le restan al Gerente Mok y dos, la cómica con esa otra gran escena de humor representada por la conversación entre las dos hermanas cuando intentan desvelarse que sus «respectivos» les están poniendo los cuernos.

9º CAPITULO: Nos vamos de excursión.

Aclarado el «malentendido» Jun-Su tendrá que aceptar la oferta de Yeo-Jin y la Directora Han. Ésta última le explicará que su objetivo cuando regrese al «servicio activo» será el de boicotear al equipo de Yong-Shik donde se encuentra su mujer. Su primera misión será la de espiar a su esposa cuando ésta prepare la presentación del nuevo proyecto de adelgazamiento para así que no les ganen la mano. Con dudas éste inocentemente aceptará consiguiendo el planning realizado por Tae-Hee. Antes de la presentación tanto un equipo como el otro deberán pasar un fin de semana de convivencia organizado por la empresa; allí Jun-Su se enterará de que Yeo-Jin y la Directora Han han copiado casi por completo el planteamiento de su mujer sintiéndose engañado. Yeo-Jin apelará a la lástima para que éste no se sienta tan mal pero en un arrebato lo pillará con las defensas bajadas con infaustas consecuencias…

Nada parece indicar en lo que a relaciones se refiere que la serie vaya a coger otro rumbo; las parejas siguen cruzando sus caminos y en ésta entrega la «cosa» va mas allá entrando en terrenos bajo mi punto de vista peligrosos. Y es que, ! qué manía tienen los guionistas surkoreanos de enredar las cosas mas allá de lo necesario ¡.

Por otro lado aunque el personaje de Jun-Su gane protagonismo en éste capítulo no me gusta nada el enfoque que se le está dando: de impotente desgraciado dominado por su mujer a casi ya villano del folletón. Por el contrario, Gu Yong-Shik está corriendo el camino opuesto apareciendo cada vez mas como el «Príncipe Azul». Vale que Park Shi-Hu es un ídolo de jovencitas y lo que se quiera pero por trayectoria y por popularidad a escala general como demostré cuando expuse esas encuestas, Jung Jun-Ho no debería ser menospreciado. Al menos tengo que concederle que el enfoque del personaje de Yong-Shik me agrada.

Por último, aplaudir a los responsables de la serie que se haya querido «refrescar» un tanto el ambiente regalándonos esa excursión de los equipos a las montañas. Se oxigena la atmósfera cargada y se incentiva la entrada de algún que otro gag cómico, enredada como estaba la entrega de hoy en menesteres mas o menos dramáticos.

10º CAPITULO: Nubes de tormenta.

Y por fin llegará el momento de presentar las propuestas. El equipo dirigido por Hwang Tae-Hee descubrirá para su sorpresa que la exposición de Jun-Su es calcada a la suya por lo que tendrán que desgraciadamente declinar la presentación. Tras el incidente pronto surgirán las sospechas en el equipo de ésta intentando saber quién ha podido filtrar el informe. Sospechando del Gerente Mok, Tae-Hee se enterará de su cruel enfermedad prometiendo guardar el secreto. De camino a casa un arrepentido Jun-Su le confesará la verdad. Al día siguiente, nuestra heroína asumirá toda la culpa ante sus compañeros pero la sorpresa llegará cuando tras reunirse los responsables de ambos equipos bajo petición de la Directora Han, Jun-Su vuelva a confesar su error, obviando a la propia Directora y a Yeo-Jin, viéndose obligada la primera a tener que convocar una nueva «competición» entre ambos equipos.

De mal en peor; no solo el episodio adquiere tintes dramáticos para Jun-Su sino que un porcentaje apreciable del mismo posee una carga dramática que nos dejará tocados casi toda la hora. Y es que la «revelación» de la enfermedad mortal del Gerente Mok por parte de Tae-Hee no puede ser mas lacrimógena. El truco es fácil lo admito pero hay que tener el corazón muy blindado para que no termines conmoviéndote.

Quizás por esa razón la entrega de hoy pasa tan de puntillas ante el espectador y eso que contiene escenas importantes como esa primera – tampoco sé si habrán mas – pelea entre los dos machitos de la serie o la confesión de Jun-Su delante de sus superiores rompiendo una promesa hecha a la Directora Han.

Y puestos a criticar con relativa dureza, añadir ese final un tanto gratuito ya que aunque nos lo pintan otra vez con clara intención para agraviar al pobre Jun-Su, de pasarme a mi o a mi señora esposa en la vida real, comprendería que por mucho que el individuo dijese conocerla a ella, a mi o al/a la presunta pareja, todo se debería a un mal entendido. No solo es cuestión de confianza sino de sentido común.

Para acabar y mas como detalles personales; hoy por primera vez hemos oído el tema que Tim canta para la Banda Sonora. Resulta curioso, dos de los cantantes que mas me gustan de Korea como el propio Tim y Kim Gun-Mo – si no los que mas junto a Kim Tae-Wu y Song Ho-Young – participan en la misma. ¿Por qué será?. El segundo apunte hace mención a que justo cuando escribo esto hace unas horas que el bueno de Jung Jun-Ho contrajo matrimonio. ¡¡¡ Felicidades ¡¡¡.

11º CAPITULO: Concepción negada desde el comienzo.

A pesar de aparentar firmeza ante la mujer que afirma que Jun-Su va a casarse con Yeo-Jin, la duda hará mella en Tae-Hee. Cuando su marido retorne ésta le hará todo tipo de reproches a pesar de que éste propugna su inocencia. No satisfecha irá en busca de Yeo-Jin y aunque ésta le cuenta la verdad de lo ocurrido no le negará que siente algo por su esposo. Ofendida la abofeteará y hundida en su orgullo, descompuesta, se arrastrará hasta su hogar; menos mal que Yong-Shik abogará por ella. Al día siguiente los dos equipos siguen con su plan de presentar el nuevo producto a comercializar. Con miedo a caer en los mismos errores el joven heredero cambiará los roles de dirección de su equipo robándole en apariencia protagonismo a Tae-Hee. Mientras la directora Han finalmente se enterará de la relación que unía en el pasado a Jun-Su y Yeo-Jin haciendo uso de ésta información para ir minando la confianza de Tae-Hee. Sin embargo será la providencia la que fuerce la sorpresa.

El episodio de hoy presenta dos partes bien diferenciadas, una dramática con ningún acierto y otra mas ligera pero quizás por ello, casi intrascendente.

La primera media hora sufre de lo que yo llamo «el síndrome del ama de casa». Lamentablemente la perspectiva femenina – que no feminista – obnubila a los guionistas y no se dan cuenta que pierden tanto el rumbo como el sentido común en pos de la audiencia.

A ver… ¿cómo puede una mujer desconfiar de su marido, arremeter con guantazo incluido a su «rival» y luego desmoronarse como aquí lo hace?. Está claro que es para dar lástima pero no me lo creo. Y lo peor es la postura partidista a la que se acoge el argumento. Encima de que su esposa duda de él, el pobre marido tiene que ir con las orejas gachas. ¡¡¡¡ Por favor ¡¡¡¡. Encima de cornudo, apaleado. Cualquiera, sea mujer u hombre, que haya «padecido» las dudas sentimentales de su pareja siendo inocente sabe que sus reacciones son opuestas a las que ofrece la serie. ¡¡¡ Ya está bien ¡¡¡. Por muy protagonista que sea, ésta Tae-Hee es una déspota. Y luego se queja. En fin, aún no se me ha ido el cabreo…

Por lo que respecta a la segunda parte, resulta asombroso pero sus cerca de treinta minutos solo parecen estar destinados a allanar el terreno para ese final que, visto lo visto, era de esperar. Sí hay unas pequeñas dosis de humor pero totalmente insuficientes para tanto elevar el nivel del capítulo como para que surja la carcajada.

Recapitulando, un suspenso rotundo. No solo una de las peores entregas de lo que llevamos de serie sino quizás de todas las que llevo viendo en el ámbito asiático. Lo lamento pero así lo siento.

12º CAPITULO: La gota que colma el vaso.

Tras el fatal encuentro de la fotografía que descubre a Tae-Hee la relación pasada de Jun-Su con Yeo-Jin, ésta decidirá que su matrimonio se ha acabado poniendo de patitas en la calle a su marido. Con dos cojones. Y eso sin haberle puesto los cuernos o peor, haberlo ni siquiera pensado o deseado. Pero la vida parece que sigue para la protagonista y mientras el pobre Jun-Su tiene que ver como es humillado una y otra vez, Tae-Hee sigue con su trabajo diario en el equipo de planificación especial. El último sobresalto vendrá de parte de la Directora Han cuando encuentre al Gerente Mok durmiendo en la sala de guardias. Yong-Shik saldrá al rescate de éste pero pronto se arrepentirá ya que intentando protegerlo le ofrecerá su casa. Por último y tras sufrir una arremetida de Tae-Hee tras descubrir al sonsacar a Jun-Su que fue la culpable del robo del informe, la Directora Han urdirá un nuevo plan para hundirla en su desgracia.

¿Estamos locos o qué?. Finalmente los guionistas de la serie han perdido la cabeza. A lo dicho en el anterior episodio debemos sumar un puñado de necedades a cada cual mas alarmante. ¿Tirar a tu marido a la calle por haberte ocultado una cuestión teniendo motivos como tenía para esconderlo?. ¿Qué pasa que no se puede tener una o varias novias hasta encontrar a tu media naranja?. Y luego, cuando le sonsaca quién le obligó a hacer lo que hizo y lo mete en un «embolao», ¿ahí no hay egoísmo?. Yo, yo, yo y yo… no veíais el corte de manga que le he hecho a la protagonista cuando llega ese final que me callo.

Y lo peor ya no es la pérdida absoluta de rumbo, es la previsibilidad del propio argumento. Pase lo que pase ya sabemos que por un lado a Jun-Su le van a arrear como por otro que Yong-Shik va a acudir al rescate. Penoso.

Es mas de no ser por esos minutos de comedia ligera cuando el bueno del heredero acepta llevar a su casa al Gerente Mok, el capítulo sería una completa mier… ejem… completo desastre. Aunque claro, tan solo es mi opinión.

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QUEEN OF REVERSALS (I) – Korea del sur – 2010 – Kdrama – (Ep. 1 al 6) de 31

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Voy a ser sincero. El motivo que me ha llevado a ver ésta serie no son ni las credenciales de sus protagonistas, ni las de sus responsables, ni su repercusión frente a la audiencia ni tampoco los premios recogidos a final del año.

La causa que me ha llevado a ver ésta producción es tan friki como personal, mi simpatía por su protagonista Jung Jun-Ho. Y es que éste popular «Ahjussi» no deja de ser a día de hoy no solo mi actor surkoreano favorito sino el asiático en general, con permiso claro de Chowie.

Ahora no voy a ponerme a enumerar las virtudes que le han hecho merecedor de éste «dudoso» honor pero sí que dejaré constancia de una que especialmente me sirve para introducir la reseña de ésta serie; y es que a pesar de su notoriedad – hace tan solo un par de años fue elegido por las mujeres del país como el cuarto mas deseado «Mejor marido» y el noveno «Actor Favorito» – es un tipo cercano. Por ejemplo puede parecer una tontería pero Jun-Ho tiene una página de Facebook con la que se comunica con sus fans, eso sí, no muy asiduamente y en un somero inglés (como el mío, jjejjejejejejej…). Pues bien habitual de la misma y ante la falta de constancia de la noticia me atreví a subir esa en la que el propio actor anunciaba su compromiso con una conocida presentadora televisiva del país. Jun-Ho sin hacer comentario alguno me alegro el día añadiendo uno de esos ya clásicos «Me gusta» tan reconocidos de ésta Red Social.

Pero al caso, ¿qué tiene que ver esto con la serie mas que destacar esa proximidad de la estrella?. Pues mas de lo que parece ya que el intérprete quizás no fue elegido al azar para éste papel mas que nada porque su pasado reciente se haya intrínsicamente relacionado con el tema sobre el que gira el serial: el matrimonio.

Y es que justo en ese mismo 2008 del que hablábamos antes Jun-Ho salió a la palestra para contrariamente anunciar la ruptura de compromiso con su prometida, con la que había mantenido una relación de mas de siete años. Ahora, dos años mas tarde no solo tiene como decía otra pareja sino que ya tiene hasta fecha de boda. ¿Precipitado?. Pues no seré yo quien lo juzgue aunque quien sí que tiene algo que decir al respecto es la propia serie.

Por si fuesen pocas las casualidades, justo un mes después de estrenar ésta veía la luz «Love, in between» una producción para la gran pantalla protagonizada por el propio Jun-Ho en el que interpretaba a un marido divido entre dos mujeres, su esposa y su amante. Curioso.

Dicho todo esto y antes de meternos en serio con la serie (¡¡¡), un dato bastante esclarecedor. El KDrama a pesar de la presencia de la estrella, de Kim Nam-Ju, Park Shi-Ju y Chae Jung-Ahn, comenzó mal de cara a la audiencia. A decir verdad, muy mal situándose lejos de los primeros puestos, incluso por debajo de los diez programas mas vistos del día. Sin embargo poco a poco fue ganando tanta popularidad sacando cabeza entre los cinco mas vistos que sus productores alargaron la misma de 24 a 30 episodios. Y no quedó la cosa ahí ya que a pesar de la dura competencia entre la juvenil «Dream High» y «Athena», supuesta secuela del super-éxito «Iris» del que el propio Jun-Ho fue uno de sus protagonistas, «Queen of reversals» llegó a conquistar incluso el número uno.

Pero sin mas preámbulos vayamos con la serie en sí.

1º CAPÍTULO: Un Principio que parece un final.

Hwang Tae-Hee es la jefa del departamento de organización de una gran compañía. En el pasado sacrificó su vida personal con tal de lograr el status que ahora disfruta, sin embargo encuentra su vida un tanto triste. Agobiada por su madre sus ansias crecerán viendo la oportunidad perfecta para cumplir su sueño de encontrar marido cuando comience a trabajar en su oficina Bong Jun-Su, un maduro ejecutivo que nunca ha tenido suerte en su vida. Hijo de una familia pobre, su madre es una vieja «amiga» de la madre de Tae-Hee y cuando ambos tras entablar una relación decidan comunicarles a sus respectivas familias que van a casarse, ninguno recibirá la aprobación. No obstante el mayor problema con el que se encontrará Jun-Su es Baek Yeo-Jin, una de sus compañeras de trabajo que años atrás fue su pareja. Ésta se negará a verlo casado con su jefa, a la cual odia, intentando por todos los medios recuperarlo. El amor vencerá y la pareja se casará finalmente. Cuando regresen de su Luna de miel se encontrarán con una desagradable sorpresa: sintiéndose engañada Han Song-I, la Jefa de la Compañía, decidirá degradar a Tae-Hee situando a la ambiciosa Yeo-Jin en su puesto.

La boda del final de éste capítulo en otro serial sería el «happy end» de la propia serie sin embargo aquí parece que las cosas van al revés. Esperemos que ésta paradoja no signifique que termine igualmente sorprendiéndonos aunque para mal.

Por otra parte, el arranque de la serie por dubitativo que sea – se copia la fórmula de «El diablo viste de Prada» para exponer el difícil carácter de la protagonista – disfruta de un ritmo encomiable aunque tampoco sea digno de todo elogio ya que se necesita de esa velocidad para poner en situación a la pareja protagonista como matrimonio para lo que vendrá después.

Eso sí, no se si es por precipitación o por algo deliberado pero la cuestión es que hay una inexistencia alarmante de romanticismo por lo cual no parece muy creíble el matrimonio de estos. ¿Es ansiedad por parte de ella, interés por la de él o verdadero amor?.

Sea lo que sea, pronto lo sabremos. Menos dudas me plantea otro tema, aquí lo vamos a pasar seguro mal con las desgracias sentimentales de nuestros héroes. Al tiempo.

2º CAPÍTULO: De mal en peor.

El regreso de Tae-Hee de su Luna de Miel se convertirá en todo un infierno. Al shock de saber que la han degradado deberá unir las impertinencias de los que antes fueron sus subordinados; y claro está, la insolencia de Yeo-Jin y su despotismo haciéndole la vida imposible. Pronto decidirá apelar a la Directora Han Song-I pero ésta volverá a humillarla tras haberle dado esperanzas. Con todo ello a Tae-Hee comenzará a rondarle la idea de dimitir comunicándoselo a Bong Jun-Su pero éste preocupándose por el futuro provocará sin querer una discusión que acabará con la pareja distanciada. Al día siguiente ambos se reconciliarán siendo pillados por su jefa. Ésta se vengará a su modo encargándole a Tae-Hee la presentación de un producto pero al final la dejará al margen aprovechándose de su duro trabajo. Harta la recién casada presentará su dimisión.

Como buen segundo episodio, nótese la ironía, nos encontramos con todas esas «reglas» – destaco el entrecomillado – que suelen cumplirse en éste tipo de entregas. Por ejemplo aquellos detalles tan plásticos y hasta graciosos como eran las sobreimpresiones en pantallas desaparecen.

Algo parecido sucede con la carga humorística. Olvidadas ya las presentaciones – aunque todavía hay una importante y estoy seguro que nos depararán alguna que otra nueva – se comienza a desarrollar el argumento preponderando el drama al humor. Pero que se me entienda, drama que no tragedia. Eso sí y quizás sea precipitarse pero no me gusta que los protagonistas se conviertan en simples sacos de boxeo recibiendo todo tipo de golpes.

Salvan de momento la papeleta, la interpretación de Jung Jun-Ho, el rol de las madres de los protagonistas y como en toda serie surkoreana y casi asiática, los secundarios ejerciendo de aderezo cómico… bueno vale, de momento, simple aderezo y no para muchas alegrías que digamos precisamente.

Por último añadir que es tanta la información que se nos da que de momento no hay tiempo ni para esos «minutos musicales» a los que son tan aficionados los cineas… digo, «seriastas» del país.

3º CAPÍTULO: Pobrecito Bong Jun-Su.

Sorprendentemente Bong Jun-Su se tomará la dimisión de su mujer de una manera ejemplar, infundándole ánimos y compartiendo su decisión. Poco importará que Jun-Su tenga que irse al día siguiente a realizar prácticas de reserva del ejercito ya que la pareja está mas unida que nunca. Los años pasarán y nuestros protagonistas a pesar de haber concebido un retoño, la simpática So-Ra, no llevan una vida tan feliz como parecía. Jun-Su a pesar de sus esfuerzos y años en la empresa sigue siendo menospreciado a causa todavía de su mujer y en casa, ésta sin darse cuenta no deja de reprenderlo tachándolo casi como un inútil. Es tal el acoso por parte de Tae-Hee que incluso llegará a mentirle diciendo que le han ascendido. Mientras, el hijo del presidente de la compañía llegará a «Queens» y el destino provocará que éste coincidiese con Jun-Su en aquellas prácticas de la Reserva. El oficinista creerá que es un novato tomándole algo el pelo. Pero las cosas empeoran aún mas para éste cuando por un lado la bola de nieve de su mentira crezca, como por el otro en «Queens»se decida hacer una reestructuración destinada a despedir a los empleados mas prescindibles. Todo apuntará a que Jun-Su será uno de los elegidos.

Sorpresa. Y por triple motivo. Uno, por el ritmo; dos, porque el protagonismo se ha volcado sobre Jung Jun-Ho y tres porque a pesar de todas las penurias que le ocurren a éste, el humor no deja de estar presente. Esto era lo que buscaba.

Para empezar, el ritmo: tenso y concienzudo. La muestra mas clara la tenemos en ese paso de los años. Directo pero acertado; quizás demasiado brusco pero mejor así que acompañarlo con uno de esos videoclips tan habituales en las series surkoreanas. Al hilo de esto y aunque me repita, es tal el protagonismo que se le concede a los personajes y argumento, que de momento no hay sitio para esos «minutos musicales».

Sobre lo segundo. Con éste título y promocionada como la «continuación» del anterior serial protagonizado por Kim Nam-Ju, parecía que el galán surkoreano se iba a quedar como un mero secundario. En la anterior entrega decía que el actor salvaba el episodio y con éste parece que me han dado la razón entregándole el grueso del capítulo. Es un actor todoterreno y lo hemos visto tanto en films de acción como ejerciendo de villano en duros dramas pero es en la comedia donde mejor sabe moverse. Un 10.

El tercer motivo va ligado directamente a esto ya que parece que el guión se aprovecha de sus cualidades para el género. En cualquier otro caso esto sería una tragedia pero aquí resulta divertido incluso para mi que me encuentro en una situación similar de despido inminente víctima de la crisis en la que nos encontramos.

Para acabar decir que hacía mucho tiempo que un episodio no me dejaba tan, aparte del buen sabor de boca, «colgado»; tanto que no puedo esperar a ver como acaba esto. Me voy a verlo y os cuento.

4º CAPÍTULO: A pesar de la carga trágica, genial.

Jun-Su bromeará con Gu Yong-Shik intentando confraternizar con éste para que recuerde el lado bueno de su convivencia en los días que coincidieron en el ejercito. Sin embargo éste tiene bien claras las ideas recordando lo mal que se lo hizo pasar. Mientras, en Queens seguirá el proceso de eliminación de los «elementos» a ser despedidos y con tal de mejorar su imagen Yong-Shik aceptará el consejo de su chofer, amigo y asistente de organizar una cena para todos los «escogidos». Jun-Su volverá a probar fortuna pero le saldrá el tiro por la culata. Sorprendentemente a su rescate acudirá Tae-Hee pero la cosa irá de mal en peor: borracha la ahora ama de casa le soltará al joven heredero un discurso que aunque cargado de razón, hará palidecer a todos los asistentes. Al día siguiente su marido se disculpará llegando incluso a humillarse pero la decisión parece tomada.

Uffff… ya dije en el anterior episodio que no podía permanecer «neutral» respecto a la serie ya que me encuentro en una situación parecida al protagonista pero dejando de lado la objetividad que pueda mas o menos tener no puedo hacer otra cosa que aplaudir el capítulo de hoy.

La cuarta entrega de «Queen of Reversals» podría ser objeto de hasta estudio. Argumentalmente no es nada denso ya que basa su desarrollo en tres grandes secuencias sin embargo logra condensar tantas sensaciones que como decía hay que elogiar su capacidad para contagiar.

Por un lado nos va a hacer reír y mucho; Jung Jun-Ho sigue enchufado y en ésta ocasión se suma una Kim Nam-Ju mas desinhibida que nunca – y no solo por el alcohol que le toca beber – sacando a relucir sus dotes para la comedia. Los guionistas los enredan en situaciones a cada cual mas comprometida haciendo que la fatalidad vaya creciendo aprovechándose de ese defecto que tenemos los seres humanos de reírnos de las desgracias ajenas. Pero cuando como aquí se realiza desde el lado mas humano casi parodiando a los personajes y sus reacciones, uno no puede sentirse mal por ello. El ejemplo mas claro lo personifico yo mismo con mi situación.

Y claro está, cuando finalmente las cosas vienen mal dadas uno no puede hacer otra cosa que sentir lástima por éste pobre desgraciado. Pero mas allá del simple sentimiento de compasión – algo que no parece sentir Yong-Shik – nos encontramos con una radiografía actual de la sociedad. Sí, en España tenemos mas de 4 millones de parados pero en el resto del mundo, sin llegar a las cotas de nuestro país, también padecen éste mal; y por si fuese poco en estos lugares no existe ese estado del bienestar que como aquí asegura unas garantías económicas y sociales para el desempleado.

Es seguro que Tae-Hee tendrá sus ahorrillos por lo que las lágrimas de Jun-Su no vienen propiciadas por el abismo que se le viene encima sino por su orgullo como cabeza de familia. Muchos opinarán que la pérdida de papeles es una humillación y que a nuestro protagonista no le queda orgullo; yo creo que es al revés, para rebajarse así hay que tener mucho coraje y como decía solo demuestra una defensa a ultranza de su posición.

Las lágrimas de Tae-Hee ya es harina de otro costal. Estoy esperando a ver cómo se desarrollan las cosas pero espero que el llanto sea porque siente lástima por sí misma: lo que no supo hacer en su momento henchida de vanidad, ahora tiene que verlo en su marido, doblegándose sin tener culpa de nada a raíz de sus pecados.

5º CAPÍTULO: Comienza la reconquista. O tal vez no.

Finalmente Jun-Su se verá obligado a renunciar bajo riesgo de que lo despidan sin encima los beneficios que ahora le ofrecen temiendo que lo puedan acusar de alguna que otra maniobra deshonesta. En casa Tae-Hee lo recibirá, conocedora ya de su situación, conciliadora pero cuando los días vayan pasando y a éste solo se le ocurran ideas para montar negocios algo arriesgados comenzará a tomarlo por un idiota. Así que tomará la iniciativa decidiendo participar en un concurso de ideas lanzado por Queens para volver a lo grande a su antigua empresa. Finalmente será una de las escogidas pero en el último momento, temiendo la «mano negra» de la Directora Han Song-I, decidirá huir del lugar. Por el camino se encontrará con Gu Yong-Shik que le hará ver su error.

Episodio 100% de transición sino fuese porque algunas de las situaciones planteadas tendrán repercusión en el futuro. Para empezar, la decisión de Tae-Hee de volver a demostrar lo que vale y para terminar, esa noticia que recibe el Director Mok Yeong-Cheol.

Y es por ésta razón mas la aceptación del estado de Jun-Su como desempleado las que hacen al arranque de éste capítulo demasiado trágico. Por suerte se nos sazona con unas notas de humor – el despertar del cabeza de familia en el cementerio – ya que el pesar podría ser incluso fatal.

Poco mas en éste episodio mas que comprobar que finalmente la «maldición» se cumple: por primera vez en lo que llevamos de serie seremos testigos de uno de esos videos musicales a los que me refería en anteriores entregas que solo evidencian una falta de contenido. Resumiendo: drama y relleno, espero que esto no se perpetúe.

6º CAPÍTULO: Como la vida misma.

Tras la arenga de Gu Yong-Shik nuestra Tae-Hee decidirá volver a la carga no renunciando a su oportunidad. La sorpresa de la Directora Han y Yeo-Jin será grande tras creer que ésta había desistido pero siguiendo las normas de la competición tendrán que dejarla presentar su proyecto. Será una de las elegidas y esperando a que la coloquen en un departamento se encontrará con la Directora Han con la que mantendrá una tensa conversación poniendo los puntos sobre las ís. Finalmente será asignada al departamento creado para reunir a los «perdedores» con Yong-Shik a la cabeza. Éste, molesto por la decisión de su padre les aconsejará que se resignen pero Tae-Hee, inconformista, le pedirá una oportunidad. El trabajo encomendado por éste será casi una misión imposible. Mientras en casa, Jun-Su espoleado por su esposa, suegra e incluso por las vecinas decidirá coger el toro por los cuernos poniéndose a buscar trabajo.

Aunque el episodio de hoy vuelva a ser poco denso, hay que aplaudir que sea fiel con no solo como dijimos en anteriores entregas una realidad constatable como el del desempleo a raíz de la crisis mundial sino con la situación personal de estos.

Hay escenas como la del Gerente compañero de Jun-Su y ahora de Tae-Hee que resulta conmovedora dentro de la sencillez que expone reflejando un conocimiento «intimo» de la situación, por no decir todo lo que rodea al propio Jun-Su. Y ya se que me repito pero en ciernes de encontrarme en la misma condición que estos, no puede haber persona mas objetiva que yo.

Contrariamente a lo afín que estén los guionistas con estos resulta sorprendente lo cerca y a la vez alejados que se encuentran los surkoreanos de los españoles. Muchas veces lo digo: los surkoreanos son muy parecidos a nosotros pero hay cosas en las que estamos a kilómetros de distancia. Teniendo como tiene España casi cinco millones de parados han sido muchos los hombres que han pasado hacer las labores del hogar sin que por ello nadie se sienta ni extrañado, ni peor, vejado. Sin embargo uno viendo ésta serie se da cuenta de ese machismo histórico de su sociedad, una sociedad a veces muy liberal con mujeres fuertes e individualistas pero que dentro de un núcleo familiar se ven reducidas a poco mas que a beneficiarias de una herencia retrograda con unas raíces fundamentadas en un pasado triste de invasiones y guerras que aunque parecen no venir al caso tuvieron mucho que ver. Resulta repelente como ven todas la mujeres de la serie a un pobre Jun-Su que no sabe que hacer. Y ya no solo es su punto de vista es que ellas mismas fomentan esa diferencia social cuando p.e. Yeo Jin se asombra de ver a éste haciendo la compra.

Y en ésta línea decir que si bien resulta divertido el rol de pobre diablo de éste no se es justo con su situación. Me ha resultado muy violenta la reacción de Tae-Hee en esa discusión en el coche cuando su marido solo intentaba ayudar. Quizás solo sea mi perspectiva masculina pero la verdad es que de momento todos los palos solo tienen una dirección.

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