La premisa es clara y bastante conocida así es que no me voy a extender mucho: por si todavía hay alguien que no lo sabe, esta película es la versión –que no “remake”- bollywudiense de “Knight and day/Noche y día”, aquel, particularmente para un servidor, espanto de comedia de acción protagonizada por mi tocayo Tom Cruise y una venida a menos Cameron Díaz que en España tuvo una cierta repercusión ya que uno de sus pasajes se rodó en Sevilla Cádiz (gracias Notawizard por la rectificación) haciéndola pasar por Pamplona.
Ahora bien, de sobras conocemos las versiones hindús de producciones occidentales para saber que, por mucho que la Fox le concediese el título de “Remake Oficial”, poco tiene que ver una con la otra más que el concepto de espía sofisticado implicando a mujer, y alguna que otra escena de acción.
La verdad es que sobre el papel esta producción parecía perfecta para una industria tan dada a sus «masalas» y mezcla de géneros (comedia, acción y romance); sin embargo, bajo mi punto de vista, aquí las situaciones no responden a esa anarquía, eso sí, controlada, ya que paradójicamente se encuentra afectada de un estado que va un paso más allá dentro del ya caos. Vale, quizás estoy siendo un tanto radical, pero a nadie se le pasará desapercibido los acusados tumbos que van dando los personajes, sobre todo la protagonista. Y no, no me refiero a los viajes que estos se marcan -verdadera referencia de la obra original- sino a sus opiniones e inclinaciones. Tan pronto esta Harleen recela del héroe como se deja llevar por sus indicaciones.
Tengo claro que esto es una comedia y que hay que ser un poco indulgente, pero al igual que mencionaba esas otras comedias de acción del país, igual de criticables, aquí se hace más acusado el desconcierto consentido por los responsables del film. Además, por mucha condescendencia que le imprimamos al asunto, estas son las diferencias que separan una buena comedia de acción de una del montón.
Y parte de culpa de esa desconexión a la que se le obliga al espectador la tiene el trasfondo romántico del film.
Hace mucho tiempo que en la India han desterrado aquel acaramelamiento que caracterizaba su cine. Es un gusto ver ahora comedias románticas equilibradas donde los protagonistas no vomitan melaza. Pues bien, «Bang Bang!» no es tan edulcorada, pero nos ofrecen los peores clichés del género. Desde flechazos -cómo se queda prendido Rajveer de Harleen- a propuestas ridículas -quién se cree lo de que Harleen, una chica inteligente y preciosa, no se haya interesado por los hombres…- , sin olvidar algunos diálogos que se acercan peligrosamente a lo ridículo. O peor, cuando se ponen a discutir…
Todo es tan redundante y tópico que claramente amenaza con aburrir. Y si encima le sumamos la falta de sorpresa…
Pero no quiero hacer más sangre; con lo dicho ya sabemos por dónde van –nunca mejor dicho- los tiros. Así es que dejemos toda esta intimidatoria madeja, y vayamos precisamente con eso, con los tiros, uno de los puntos fuertes del film.
«Bang Bang!» tiene 4 pasajes de acción. El primero, una persecución sobre los tejados de esa peculiar población de Shimla -la Austria de la India-, tiene mucho del Jackie Chan clásico, con escenas de acción física con riesgo para los especialistas y artes marciales con acrobacias y mucha implicación del humor. Para ser de la India, sobresaliente.
La siguiente es otra persecución, pero en este caso automovilistica y con señas de identidad ya más locales como esos coches que explotan y vuelan a la mínima. Sin ser el no-va-más, cumple con su misión.
La tercera en orden es una que combina una persecución en una parte de pre-jungla y el mar. La primera soseta, con unos cuantos guantazos pero poca sustancia; la segunda más dinámica gracias a las motos acuáticas y al jet-water trucado al que le han borrado digitalmente tanto las “tuberías” como la moto asociada. Se lo “permitiremos” en pos de la espectacularidad, pero que olvidemos de dónde las han sacado ya es otra cosa.
Y para terminar, esos 40 minutos finales que sin descanso nos llevan desde la incursión del protagonista al “complejo hotelero” del villano hasta la huida de este en un hidroavión tras otra persecución automovilística. Muy buenos minutos actioner que evidencian que detrás de toda la maquinaria hay alguien como Andy Armstrong, toda una referencia en el mundo de los especialistas y la acción.
El otro foco de atención, por mucho que les pese a los detractores de este cine, son los números de baile. De estos tendremos 3 más el de los títulos de crédito finales, y claro para 2 horas y media de metraje se antoja escaso y más cuando son tan buenos. .
«Tu Meri» es vibrante y adictiva con ese estribillo que repite ese “Tu, tu, tu, tume, ri, ri, ri, meterá, ra” y “Me, me, me, meterá, ra, ra, tumeri, ri…”, los cuales no tardaremos mucho en aprendernos. Pero es que por encima de su… calidad como tema comercial Hrithik demuestra porqué es para un servidor uno de los tres mejores bailarines de la India cinematográfica junto a Shahid Kapoor y NTR Rao. Esos pasos de baile no son nada fáciles y este los hace con una soltura simplemente envidiable. Por el resto del número, mucho bailarín con atrezzo cabaretero que no pega mucho, pero en líneas generales, fabuloso. El clásico tema que te invita a levantarte del sillón.
“Uff” es un tema menos movido pero igual de comercial. En esta ocasión la pareja se traslada a tierras tibetanas junto a un montón de bailarines y extras de los más coloridos. Las coreografías son algo más sencillas, pero ello no quita valor a sus estrellas. En todo caso, se nota que estamos ante una super-producción.
“Meherbaan” es el omnipresente tema romántico, trágico y trascendente. De carácter tradicional no trae nada nuevo, quedando además en franca desventaja ante los otros temas bailables. Pero como suele decirse, tiene que haber de todo… Preciosas eso sí las imágenes de Santorini.
Por último “Bang Bang!”, un tema discotequero con una puesta en escena menos ambiciosa que las otras dos movidas, pero con esa cadencia pegajosa de todo buen producto rompe-pistas. Hrithik enseña todo lo enseñable ofreciéndose como “hombre objeto”, pero cuando atesora tanto talento se le puede perdonar.
Para acabar, los protagonistas. Hrithik, genial como siempre. Ojala le diesen la oportunidad de convertirse algún día en James Bond. La parte mala se la lleva Katrina, a la que veo superada ya que su intento por parecer pizpireta no se salda con nota. La conocemos de sobras para saber de sus esfuerzos, pero no resulta convincente. Ese puntito de locura le hubiese ido mejor a otras actrices como Priyanka Chopra o Anushka Sharma. Opinión personal, claro.
Resumiendo, “Bang Bang!” como producto comercial cumple con su objetivo: espectacular en las escenas de acción y colorista en sus números musicales. Sin embargo como producto redondo, resulta fallido, repetitivo y ñoño. Decepción.
Un poderoso jefe terrorista quiere que el nuevo tratado de extradición entre Reino Unido y la India no llegue a firmarse. Para ello no se le ocurrirá otra idea que un hindú robe un célebre diamante que se encuentra entre las Joyas de la Corona. El robo se realizará, pero no como él planeaba ya que este será sustraído por Rajveer, un ladrón de guante blanco que quiere hacer negocio. Sin embargo, por el camino el joven conocerá a Harleen, de la que se enamorará.
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