BREVE RESUMEN DE LOS QUINCE PRIMEROS CAPITULOS:
El sueño de Seo Yu-Kyong es el de llegar a ser chef del restaurante «La Sfera», un restaurante italiano del distrito de Gangnam de Seúl. Tras tres años ejerciendo como pinche llegará su momento pero su felicidad no será completa ya que el nuevo Chef jefe sustituto del anterior, Choi Hyeon-Wuk, no es partidario de trabajar con mujeres en la cocina; así es que valiéndose de vanas excusas despedirá al personal femenino. Sin embargo Yu-Kyong no es de las que se rinden y con su obstinación no solo conseguirá afianzarse como un miembro mas de la cocina si no incluso ganarse el corazón de Yu-Kyong; el problema es que éste odia a las mujeres en el trabajo porque tuvo una experiencia desagradable en el pasado con su anterior pareja mientras estudiaban en Italia. Cuando finalmente se rinda ante la jovencita, tendrán que llevar su relación en secreto. El único impedimento para ser felices además de los rumores será la llegada de la anterior pareja de Hyeon-Wuk como segunda chef jefe y el amor que le profesa en secreto el dueño del local a Yu-Kyong.
16º CAPITULO: Por fin el demandado cambio de rumbo.
La salida de Hyeon-Wuk de «La Sfera» es inevitable y a pesar de los ruegos de sus hombres, Yu-Kyong e incluso de Se-Yeong y Kim San éste dejará la cocina. No obstante no será el único ya que «los tres mosqueteros italianos» y Eun-Su presentarán también su dimisión dejando al equipo de cocineros en cuadro. La que paradójicamente no abandona «La Sfera» a pesar de los ruegos, incluso órdenes, de Hyeon-Wuk es Yu-Kyung y es que sus ganas por convertirse en Chef supera al amor que siente por éste. Los problemas aumentarán en el restaurante cuando hasta allí llegue el profesor que Hyeon-Wuk y Se-Yeong tenían en Italia. Éste les pedirá a ambos, reuniéndolos en su habitación de hotel, que vuelvan a preparar el plato de Pasta de Ginseng que les llevó a romper su relación tras la traición de la segunda. Como el primero no quiere volver al restaurante será Yu-Kyong quién se encargue de realizar el plato siguiendo la receta de éste. El resultado de la prueba será sorprendente.
Tras el episodio anterior donde nos congratulábamos de que la serie cambiase las directrices habituales ofreciendo sensaciones mas satisfactorias, en éste tengo que seguir aplaudiendo a sus responsables ya que a las medidas tomadas hay que sumarles otras como el cambio de rumbo decidido que aporta frescura a la serie.
Y es que por mucho que al principio parezca que con éste episodio va a pasar lo mismo que con el undécimo cuando Eun-Su dejaba «La Sfera» para regresar al final resultando todo una… ¿estupidez?, aquí la cosa va en serio dando paso a otro tipo de juego.
Y ya no son solo los nuevos desafíos de los diezmados miembros de la cocina, es la irrupción de ese personaje tan peculiar como es el Maestro Chef que aun proponiendo una prueba previsible, depara una sorpresa muy grande y agradable. No contaré nada pero por primera vez veo que los guionistas no se ponen tan de lado de Hyeon-Wuk. ¿Se habrá acabado el partidismo?.
Para acabar, el cambio se nota hasta en las escenas que comparten la pareja de tórtolos. Del aburrimiento hemos pasado a una lucha de egos. ¿Quién ganará?. O mejor, ¿terminará yéndose Hyeon-Wuk a Italia al más puro estilo «The first shop of coffee Prince» en la que él mismo – el actor, quiero decir – participaba?.
17º CAPITULO: De la indignación a la complacencia para volver al principio.
Se-Yeong se disculpará delante de Hyeon-Wuk pidiéndole que vuelva a «La Sfera». Éste conmovido finalmente regresará al restaurante teniendo eso sí que prometer ante sus cocineros que, cuando su criterio se vea afectado por lo que siente por Yu-Kyong, la despedirá. Enterado de ello Seol comenzará a jugar sus cartas tentando al chef y abocando a la cocina al abismo; primero Hyeon-Wuk será condescendiente con ella pero tras poner Seol en duda su imparcialidad correrá el camino opuesto, siendo demasiado severo. Mientras, Se-Yeong se ha tomado en serio el revés recibido no volviendo a la cocina. Finalmente el padre de Yu-Kyong se presentará en «La Sfera» dispuesto a conocer a los dos pretendientes de su hija.
Al principio uno, como decía en el inicio, se indigna viendo como le han tomado el pelo con las dos últimas entregas al zanjar el asunto de la salida del protagonista como si no hubiese pasado nada. Y ya no es solo la sensación que tenga cada uno, es que de nuevo sin rumbo claro vuelve a faltar argumento. Mas claro, agua; ¿qué me decís de la escena del chupa-chup?. ¿O las largas secuencias de Kim San en su apartamento?.
Pero aún hay mas; junto a la falta de contenido se suma el regreso de ese partidismo del que nos felicitábamos que hubiese desaparecido en la anterior entrega. Otro ejemplo; los caballeretes «italianos» vuelven al redil tras por segunda vez dejar sus puestos de trabajo y aquí no pasa nada, es mas, siguen cobrando mas que sus compañeros y encima los recompensan con la confección del nuevo plato recomendado. Con dos cojones. Y lo que es peor, que no hay equilibrio: favoreces a los «villanos» y te cargas a Yu-Kyong. Una cosa es que sea la Cenicienta y otra la amante del Marques de Sade.
Menos mal que la cosa, superado el meridiano, va arreglándose principalmente gracias a dos factores. El primero, el culinario.
Aunque hayamos dejado de oír el maldito Volonge, ahora son las Vieiras las que toman su lugar. Al menos aquí se nos ilustra con el proceso de cocción de las mismas enseñándonos algún truquito. Si esto se hubiese repetido mas a lo largo de la serie igual no hubiese tenido tantas quejas.
Y el segundo, el sentido común… o eso parecía. Y es que la parte final del capítulo con la irrupción del padre de Yu-Kyong por chorra que parezca – una, a nadie se le ocurriría poner en evidencia a su hija, soy padre y lo sé y dos, que yo sepa Kim San no es novio de ésta – le da otra dimensión cuando la joven cae en la cuenta de la humillación a la que le ha expuesto Hyeon-Wuk. Por fin «parecía» que los guionistas habían entrado en razón.
Y he entrecomillado lo de que «parecía» porque cuando mas contento uno está de haber dado con algo de sensatez se inventan un «Happy end» de lo mas increíble y bochornoso. No puedes estar llorando y quejándote de, ay cómo me has tratado, y luego jiji jaja…. ¡¡¡¡ Por favor ¡¡¡¡.
18º CAPITULO: Una más y ya van…
La publicación de la confesión de Se-Yeong en la prensa no solo causará una gran sorpresa entre sus compañeros de «La Sfera» sino externamente con decenas de periodistas acosando a Hyeon-Wuk e incluso poniendo en duda la valía del local. Y mientras Kim San y su hermana intentan recuperar para la causa a la Chef, esos mismos problemas surgidos por la actuación de Se-Yeong afectarán al staff del restaurante cuando Hyeon-Wuk ponga en duda las habilidades del Sous-Chef. De resultas de todo el embrollo saltará una nueva sorpresa cuando el Chef descubra que sabe que los hombres de Seok-Ho se están preparando para el Concurso de Nuevos Chefs, prohibiéndoles la entrada a la cocina fuera del horario laboral. Será Yu-Kyong la que abogue finalmente por estos obligando a Hyeon-Wuk a no solo dejarlos practicar sino convertirse en su Chef encargado.
Una de cal y otra de arena. Por una parte el capítulo resulta interesante por ese enfrentamiento entre el Chef Jefe y sus subalternos, que si bien resulta forzado, dota de tensión al episodio. Si encima le unimos que han vuelto a darle un cierto empaque culinario mostrándonos mas trucos como en ésta ocasión el referido al solomillo y cómo mantener su frescura a la vez que jugosidad, logramos como mínimo que el episodio no resulte vacío.
Sin embargo, tenemos una parte no tan afortunada representada por la bipolaridad de los personajes.
Ya decíamos al final de la anterior entrega que no entendíamos como podía la protagonista pasar del enfado a la alegría en menos de un segundo y sin que interfiriese nada por medio. Aquí se vuelve a repetir y por partida doble: en una pasa del mosqueo a la alegría en cuestión de segundos y en la otra, la del desenlace, de estar ofendida a sumisa.
Pero ya no es tanto nuestra heroína – ya sabemos cómo es eso del amor que obra extraños fenómenos – como algunos de sus compañeros. El equipo «koreano» pasa de sentirse agraviado a alegre porque el «deudor» ha cambiado de opinión. ¿Saben lo que es el orgullo?. O mejor, ¿saben los guionistas lo que se hacen?.
19º CAPITULO: La cocina como protagonista.
Los cocineros, felices por tener como Chef encargado a Hyeon-Wuk, terminarán preparando la carne como éste les ordenó el día anterior. Ya en sintonía el Chef les dará la primera instrucción para terminar la última fase de preparación para el concurso bajo su supervisión: emparejará a cada uno de los chicos con uno del equipo «italiano». Aunque la orden no agrade ni a unos ni a otros pronto nacerá la camaradería entre todos concluyendo la preparación de la mejor de las maneras, todos implicados. Y mientras llega el día de la competición, los hermanos Kim seguirán dando apoyo a una Se-Yeong que por otra parte recibirá de manos de Hyeon-Wuk la oferta de trabajo de Italia que a él le habían ofrecido. Finalmente el concurso se celebrará y Yu-Kyong tendrá un papel estelar tras el accidente de Ho-Nam.
Se veía venir pero no de ésta manera. Me explico; sin objetivo aparente y quedando dos episodios para acabar la serie uno suponía que el final de la misma vendría representado por el concurso de marras en el que participan los protagonistas. Pues bien, quedando como decía dos entregas, uno suponía que para éste se reservarían la preparación y para el último, la realización. Pues no, juntan todo en éste; siempre quejándonos de falta de contenido y ahora lo precipitan todo. Increíble.
Al menos se puede decir que gracias a esto – o no – nos encontramos con el mejor capítulo de toda la serie ya que sin miedo a equivocarme no creo que el último episodio vaya a cambiar ésta sensación; y es que me imagino que para acabar nos ofrecerán la partida de los cocineros hacia Italia – ¿alguien duda de que no vayan a ganar? – y la comida de los tortolitos con su padre.
Y ya que hablamos de cosas previsibles… ¿no podían haberse inventado una excusa no tan evidente como la lesión de Ho-Nam?.
20º CAPITULO: El fin.
El éxito en el Concurso traerá la felicidad a la cocina de «La Sfera» pero lamentablemente éste hecho llegará demasiado tarde ya que el equipo ganador debe partir hacia Italia. Sin embargo Yu-Kyong no tiene tan claro lo de viajar a Europa ya que no solo es el hecho de abandonar a su padre sino el de separarse de su querido Hyeon-Wuk. Mientras que ésta se lo piensa el Chef tendrá que buscar gente para sustituir a los hombres que se le van; su primera opción, las tres chicas que él mismo despidió cuando aterrizó en «La Sfera». Llegará el momento de la partida y los intereses de unos y otros coincidirán… Vivan los novios.
Episodio típico de final de serie donde todo es felicidad, buenos sentimientos y algunas lagrimillas aunque en éste caso sean un tanto artificiales; y es que esperar a los últimos episodios para mostrarnos la cara mas amable de los protagonistas no parece la decisión mas acertada para que uno empatice con los mismos.
Aun así, un episodio simpático con algunos buenos detalles y otros no tanto como la excesiva previsibilidad. Por mucho que nos intenten convencer de que Yu-Kyong tiene dudas – dudas muy al estilo de «The first shop of coffee Prince» con la que compartía no solo protagonista sino incluso destino europeo – todos sabemos cómo acabará la misma. Es más, Ho-Nam es el perfecto comodín para solventar la situación al igual que lo fue éste en el anterior capítulo. ¿Y qué decir de Se-Yeong y Kim San?. Mas de lo mismo. En fin, al menos un buen broche final con el que quedarnos con buen sabor de boca.
CONCLUSIONES:
1º.- La serie ha ido de mejor a peor con un repunte final que es el que le ha distanciado del aprobado raso. Si hay que ponerle una nota le pondría un 6’5; y es que como dato esclarecedor «Pasta» ha sido una de las pocas series asiáticas que no me ha llegado a transmitir nada. Sí, me ha hecho reír – tampoco mucho… – pero en ningún momento me ha emocionado; es mas, no solo me ha resultado indiferente sino que me cargaba cuando lo intentaba. Para relaciones de pareja acudir mejor a «City Hall», «That Fool» o «The last scandal of my life».
2º.- Los actores correctos, aunque mucho mejores como casi siempre en Korea los secundarios. Y ésta es otra de las objeciones que hay que hacerle a la serie, que ante la falta de contenido de muchos de los episodios podían haber dado mas protagonismo a estos como por ejemplo montando una relación entre Kim Kang y Philip como la propia serie apuntaba al principio. Lo tenían en la mano.
Dejando de lado esto no me ha gustado ni Kong Hyo-Jin ni Lee Seon-Gyun. Ambos son actores capaces de mas pero aquí los he visto víctimas de sus personajes. La primera demasiado bipolar con un puntito ñoño y el segundo… pues con ese personaje no había nada que hacer. Para mi junto al personaje interpretado por el mismo Lee Hyeong-Cheol – aquí el Sous Chef – de «On Air», el protagonista mas repelente de los seriales surkoreanos. Por el contrario, como decía, ahora el propio Hyeong-Cheol y Alex, superdesaprovechados.
3º.- Aunque «Pasta» se presentase con la premisa de representar el mundo culinario la verdad es que ha dejado mucho que desear. En un principio era «apetitosa» con esa oferta gastronómica tan suculenta pero cuando episodio tras episodio te dabas cuenta de que los platos se repetían una y otra vez sin ánimo de cambiar la carta, nunca mejor dicho, uno terminaba por aburrirse y volverse indiferente ante los platos realizados. Solo el concurso ideado por Kim San con el añadido de la excursión a la costa – otro aliciente que podría haberse prodigado algo mas… – le dio una mayor – y mejor – dimensión. Para quien guste de un mayor peso especifico de la cocina que acuda al serial «Gourmet» donde además aprenderá un montón sobre gastronomía koreana y no como aquí, italiana. Uno se harta de tanto Vongole…
4º.- Y por último aunque la banda sonora está compuesta por temas variados con hasta un desapego por los estilos mas populares del país encontrándonos una cierta querencia al rock, en la puesta en práctica, es decir, en los capítulos, siempre se recurrían a los mismos temas dando una imagen equivocada de una cierta pobreza. La sorpresa aumenta aún mas si pensamos que uno de sus protagonistas como es Alex es un, como no he parado de recordar, conocido miembro del grupo – que no banda – «Clazziquai Project» con hasta una canción en la propia Banda Sonora. Pero lo dicho, la poca exigencia de sus responsables a éste respecto provoca que el tema no llegue a sonar nunca. Algo por el estilo se podría decir también de otro de los protagonistas como es Noh Min-Wu-I y su conocida pertenencia a distintas bandas.