Si a mí me dicen que esta película tiene 15 años en lugar de los 6 que ya tiene cuando estoy viéndola, me lo creería. La historia echa un tufo a rancia que de saberlo antes no la hubiese visto. Pero eso de que supusiera el debut de Tiger Shroff me llamaba lo suficiente como para lanzarme de cabeza a ella. Ahora me arrepiento ya que ni el bueno de su protagonista, la salva.
Y no, no es porque se haya hecho un ejercicio de nostalgia de esos a los que nos están obligando… perdón, acostumbrando en la pequeña y gran pantalla, es que “Heropanti” parece un remake mal hecho de los ochenta/noventa/principio del nuevo milenio.
Expongo mis razonamientos. El primer y principal alegato que esgrimo en su contra es la propia historia. Plasmo la sinopsis en un par de líneas: La hermana de una novia que se escapa con su pareja de una boda concertada, se enamora de un joven galán pero se siente obligada a acatar los deseos de su padre de casarse con alguien que no quiere por respeto a su progenitor.
¿Qué? ¿Os suena? Pues eso. Esta trama la hemos visto docenas de veces ya en esta filmografía. Los clichés se repiten una y otra vez y por si fuera poco hasta el padre de la chica es un Prakash Raj al que hemos visto otras tantas en el mismo papel. ¡Y ojo! Que el bueno del veterano actor es uno de mis favoritos, de hecho, de lo poco que se salva de la película.
Si solo hay que ver cómo en una escena los personajes están viendo una película vieja de Salman Khan o el impuesto novio de la protagonista tiene un “casual” parecido a Shahrukh Khan…
Pero repito: no es por apelar a la nostalgia. “Heropanti” para un servidor es una película mediocre. Más acusaciones: su desenlace.
Tras dos horas y media de medianías no solo se llega al final esperado que todos ya sabíamos sino que este se resuelve al son de la vieja cantinela de…: ¡coño, que hay que acabar cómo sea que nos hemos pasado de metraje! Y ¡oh! sorpresa de repente sucede el milagro –no se puede llamar de otro modo- y el padrecito cambia de opinión porqué sí. “A fer la má” cómo dirían en mi Valencia; algo así como “Con dos cojones” en el resto de territorio español.
Luego hasta la acción, campo en el que el protagonista es estrella y elemento diferencial en el país, se antoja trasnochada. Disfrutaremos de sus ya famosas patadas voladoras y grácil agilidad, pero viendo a lo que ha llegado en los últimos tres años… es pobre, pobre. Quizás es que al ser su primera película, estábamos ante el paso inicial hacia esa transición de la acción burda, de las patadas y puñetazos al aire, del macho-men alfa al Tiger Shroff que conocemos y adoramos ahora, pero aun así la acción que hay es exigua. Dos escenas y basta; para dos horas y media es insuficiente.
Luego sí, números musicales tenemos media docena, pero hasta en esto tengo una recriminación ya que siendo Tiger el mejor bailarín a mi gusto de la actualidad, la mayoría de números son baladas donde no demuestra su valía. Espectáculos por cierto, igual de anclados en el pasado que su historia, con escenas en parajes verdes y ñoños como ellos solos.
Resumiendo “Heropanti” es un film decepcionante que solo sirve como anécdota por el debut de su joven estrella. Un melodrama artificial y edulcorado que al revés de traer algo fresco, hunde en la miseria al espectador más exigente. Menos mal que alguien confió en Tiger y su carrera, por suerte para nosotros, solo va hacia arriba.