Ahora que estamos, como suele decirse, en familia y que podemos hablar sin vergüenza a equivocarnos de lo divino y de lo humano, os voy a proponer un ejercicio bastante divertido.
Como os tengo por buenos conocedores de la cinematografía surkoreana, ya sabréis que más o menos el público surkoreano es bastante previsible, ya que tiene especial debilidad por determinados temas provocando que el riesgo a equivocarse en qué o cuál película triunfará de cara a la taquilla sea bastante mínimo. Pues bien, como os decía, os propongo que saquemos a relucir esos temas.
Si estuviésemos diez años en el pasado lo tendríamos claro: por un lado las comedias tanto de gángsters torpes como las de roles equívocos, y por otro, las comedias románticas con finales sorprendentes y sobresaltos en el último tercio al estilo de la genial “My sassy girl”, film protagonizado casualmente por la protagonista de esta ‘Gianna’ Jeong Ji-Hyeon.
Ahora, estas han pasado de moda, al igual que los actores que por aquel entonces parecían el “Rey Midas” del momento, otro de los motivos que hacían triunfar a una película independientemente ya de su tema. Hablo de los Cha Seung-Won, Jeong Jun-Ho, Cha Tae-Hyeon, Park Jung-Hun o Han Seok-Kyu.
Indistintamente de la época, las películas que tratan el tema Corea del Norte-Corea del Sur también tienen muchas posibilidades de triunfar, aunque eso sí, dependiendo de dónde sople el viento, política y socialmente, podemos encontrar más posibilidades de éxito si sabemos enfocar el conflicto desde el punto de vista de la hermandad o del enfrentamiento. Da lo mismo que sea bélica, espionaje, acción, drama o hasta comedia: pon un Norte-Sur en tu película y ya tienes mucho hecho.
Ese mismo “localismo” se puede trasladar a los films épicos/históricos. Son tan “suyos” que muchas veces se olvidan hasta de indicar los antecedentes para aquellos que de historia koreana no estén muy puestos. Total, da lo mismo: lo que importa es llenar las salas locales, y hasta el 2014 lo habían conseguido. Sin embargo en el 2015 comenzamos a ver un síntoma de cansancio en el público: si hasta el momento, como decíamos, casi todas las películas épicas estaban ‘condenadas’ al éxito, en el 2015 vimos como “Memories of the sword”, “The tiger: an old hunter’s tale”, “Empire of lust” o “The Royal Tailor” se la pegaban.
Por último, y compartiendo casi ‘sentimiento’ con la contienda Norte-Sur, nos encontramos con otro conflicto, este es el caso de los Corea-Japón, situación que nos lleva ya a esta “Assassination”. Da lo mismo lo que cuentes –vale, exagero- pero si eliges como villanos de la función a los ‘mezquinos’ japoneses –esta situación es idéntica en China- ya tienes gran parte del trabajo hecho.
Por todo este rollo, cuando uno ve que una película triunfa en Korea del Sur, lo que tiene que hacer es ponerla en cuarentena, indiferentemente de que ya sepamos que un triunfo sonado en la taquilla no garantiza nada. Como digo, en Korea la situación puede ser más grave. Así, si os dicen que “Assassination” fue vista por más de 12’7 millones de espectadores, lo único que podemos hacer a priori es aplaudir su capacidad de convocar a la gente a las salas de exhibición.
Ahora bien… dejando de lado la, repito, importante premisa que nos lleva a tener a unos estoicos héroes surkoreanos de la resistencia a luchar contra los malvados japoneses que tenían al país sometido y bla, bla, bla… ¿“Assassination” tiene algo más?
Pues para empezar tiene a un puñado de actores bastante populares, hasta podríamos tacharlos de estrellas. Lee Jeong-Jae, Ha Jeong-Wu y ‘Gianna’ Jeong Ji-Hyeon por sí solos han protagonizado películas, y si bien es cierto que no son los “Reyes Midas” de la actualidad como lo pueden ser Hwang Jeong-Min o Song Kang-Ho, o lo fueron en su momento los arriba mencionados, en parte justifican el efecto gancho.
Otro factor vinculado en cierta forma a sus estrellas ya que varios de estos ya encabezaron el anterior reparto de su director como fue “El gran golpe”, es eso mismo, su director Choi Dong-Hun, un tipo que con todas sus películas –la propia “El gran golpe”, “Woochi, cazador de demonios”, “The war of flowers” y “The big swindle”- siempre ha llegado al Top del Box Office consiguiendo situarlas finalmente además entre las más vistas del año. Con decir que de 5 películas, tres incluida esta, han sido editadas en nuestro idioma…
Pero lo que son las cosas: a veces un realizador es tanto la causa de un éxito como de su fracaso. Me explico.
El éxito es indudable: casi 13 millones de espectadores, segundo film más visto del 2015 y séptimo en recaudación en toda su historia. En cuanto a premios, 14 nominaciones en los Grand Bells (solo un premio, el de “Mejor Actriz” a Gianna) y otras 13 en los Blue Dragons Awards, ganando el de “Mejor Vestuario” y… ¡”Película”!, así es que hablar de ‘fracaso’ puede sonar osado o simplemente estúpido. Si nos olvidamos de que sí, de que tengo ya algo de lo último y por el contrario cogemos esa trayectoria de Dong-Hun, “Assassination” sí que puede ser decepcionante.
Técnica y artísticamente el film es un primor: las figuraciones de la época de los años treinta con las recreaciones de una Shanghái y Seúl modernistas son una pasada, tirando de infografías en el caso de la capital surkoreana para borrar rascacielos y demás, mientras que los vestuarios y atrezzo no tienen nada que envidiar a otras producciones occidentales o asiáticas. Sin embargo, y aquí empiezo a ser crítico, para el que esté acostumbrado a ver películas asiáticas esto no le supondrá ninguna novedad. Los decorados de Shanghái nos los sabemos de memoria de la cantidad ingente de producciones de esta época que se han rodado en la propia China o Hong Kong en los últimos años, y lo demás… pues un tanto por el estilo. No os confundáis, no estoy diciendo que no estén a un gran nivel, solo que al estilo de otras tantas si habéis estado al tanto de la actualidad cinematográfica asiática en los últimos tiempos.
La fotografía, la música, el montaje, etc. impecables también, hasta por supuesto la dirección de Dong-Gun; no obstante, como decía, no hemos visto al realizador por momentos genial de “El gran golpe”. Todo es muy plano.
Como film de acción “Assassination” tiene… a ver, contemos… una, dos, tres, cuatro… ¡hasta diez escenas de acción! Soberbio, diría uno. Pues sí, en cuanto a cantidad el número es envidiable, pero no tanto las formas. Quitando el del atentado en la gasolinera, el de la persecución de coches y el de la boda, el resto de escenas solo se limitan a tiroteos que no superan el minuto de duración y nada espectaculares; olvidaros del estilo ‘John Woo’, solo intercambio de disparos con salpicaduras de sangre digital.
Y con esto quiero decir que no solo estamos en una época donde al aficionado a la acción ya no le llenan un simple ‘piñau, piñau/bang, bang’ sino que tras ver “El gran golpe” esperábamos algo más espectacular por parte de su responsable. De notable es la escena de la boda, pero el resto solo se queda con la de correcto.
Por otra parte, el argumento sí que alcanza una nota más elevada que el simple ‘bien’. No es muy complicada, se posiciona también junto a otras de resistencia-ocupación y tira de recursos como el de la casualidad, pero tiene la suficiente fuerza para mantener el interés y que los personajes no se conviertan simplemente en empuñadores de armas e ideales. Que también, claro.
En este punto destacan claramente sus tres protagonistas: la heroína porque su doble papel es un dulce. Eso sí, de ahí a ganar el premio a “Mejor actriz” va un trecho; Ha Jeong-Wu en su papel de killer… pues eso, que todos hemos soñado alguna vez ser un asesino con estilo; y por último, Lee Jeong-Jae que más que realizar un trabajo loable, encarna al villano de la función, y en esto sí que sorprende.
Resumiendo, “Assassination” es una buena película, pero bajo mi punto de vista le falta la brillantez y genialidad que su director ha demostrado a lo largo de su carrera. Quizás era una película demasiado compleja –casi dos horas y media- y tan solo no se sentía cómodo como para hacer algo más allá de que entretenga. ¿Qué si 13 millones de espectadores es exagerado? Depende de si te los pareció los más de ocho de “Ocho apellidos vascos”…