GOURMET (IV) – Korea del Sur – 2008 – Kdrama – (Ep. 19 al 24) de 24. FINAL

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BREVE RESUMEN DE LOS 18 PRIMEROS EPISODIOS:

El Um Ahm Jung, el restaurante especializado en gastronomía koreana mas prestigioso del país, está a punto de ver el relevo de su cabeza visible. A punto de jubilarse, el Chef Jefe Oh Suk-Su decide celebrar un Concurso para ver cual de los chefs que allí trabajan es el mas cualificado para sucederlo, esperando que el ganador sea uno de sus dos hijos, o Bong-Ju el mayor y su mano derecha hasta el momento, o Sung-Chan, el pequeño y ojito derecho. El concurso avanzará con los dos favoritos a la cabeza pero cuando Sung-Chan tome ventaja sobre su hermano, Bong-Ju no dudará en aceptar la idea de uno de sus hombres para fastidiar a su «rival». Enterado, Sung-Chan acudirá a pedirle explicaciones y en el fragor de la discusión éste le confesará que la razón de todo ello es que no está dispuesto a ceder ya que su padre quiere que él pierda porque en realidad Sung-Chan, que es adoptado, es el verdadero descendiente del mismísimo Chef Real y por derecho le tocaría heredar el Um Ahm Jung. Abrumado por la verdad de sus orígenes, el benjamín de la familia huirá sin dejar rastro. El tiempo pasará y mientras que el hermano mayor dirige el restaurante, Sung Chan vive feliz como vendedor ambulante de comestibles con una furgoneta. Sin embargo los caminos de ambos volverán a unirse cuando el destino los enfrente en un concurso culinario basado en carne de vacuno. Tras cuatro importantes pruebas, Bong-Ju vencerá cerrando viejas heridas. No obstante estas se volverán abrir cuando a la opinión pública salte toda la verdad tras el Concurso de Sucesión. De nuevo Sung-Chan deberá sacrificarse para que el Um Ahm Jung no vuelva a correr peligro de desaparición, continuando cada uno de los hermanos con su vida.

CAPITULO 19: Te quiero mucho, como la trucha al trucho.

Suk-Su acudirá al encuentro de Sung-Chan haciendo oídos sordos a un Bong-Ju que tiene que inaugurar la primera sucursal del Um Ahm Jung. Junto al pequeño de la familia se divertirá pescando truchas y reencontrándose con su primer amor. Hasta el lugar llegará Jin-Su sin saber que es objeto de un plan urdido por su jefe, amigo de Sung-Chan, para que ambos se reconcilien. Una vez aclarado el malentendido del artículo, el joven Chef le pedirá que vuelva a su trabajo como periodista pero ésta se negará en redondo. Para conseguirlo se apostará con ella que si logra recrear sin ayuda una sopa realizada por la vieja amiga de su padre, deberá volver a la revista. El desafío le costará lo suyo pero no será el único ya que tras lograrlo su padre le retará a él y a su amiga a realizar la mejor receta posible con una trucha. Y mientras que estos se lo pasan bomba Bong-Ju sufrirá no uno sino dos reveses. El primero, descubrir que Ju-Hee se fue a Wando coincidiendo con Sung-Chan, y el segundo, que todas las conservas del Um Ahm Jung se han echado a perder…

Episodio intrascendente, salvo lo referente a Bong-Ju, con de nuevo la Korea rural de protagonista.

Preciosa la región de Gangwon con todos sus recursos naturales y paisajísticos y estimulantes los intentos de darle una «segunda vida» a la trucha. Y no, no me refiero a esa acupuntura que le hacen a un par de ellas, aunque suene a risa; lo digo porque entre tanta «Trucha con jamón» como se consume en España, en Korea parecen estar igual de aburridos animando al personal con esas tres recetas que gastronómicamente ilustran éste capítulo. Lo malo es que se queda solo en eso, en intentos ya que ese duelo con el que se retan Sung-Chan y la amiga de su padre al final resulta excesivamente pobre. Las escamas del joven Chef pase pero el Bibimbap de su rival…

Lo mejor, aunque suene extraño, los golpes que recibe Bong-Ju. La verdad es que he dejado de sufrir por él para pasar a divertirme con sus problemas. Y es que ya me he acostumbrado a los desmanes de los guionistas con su persona. Yo creo que al final éste se suicidará. Bromas aparte, ya no sé que mas le puede pasar… bueno sí, pero mejor me callo no sea que algún guionista esté por ahí. ¿Pero no había dicho que se acababan las bromas?.

CAPITULO 20: Nubes de tormenta.

Bong-Ju le recriminará a su hermano su actitud frente a Ju-Hee. De vuelta al Um Ahm Jung el Chef dejará en manos de Min-Wu la crisis de los encurtidos y se irá fuera del país para atender a las franquicias del extranjero. Mientras Sung-Chan y Suk-Su recordarán días en los que el joven aún estaba con su verdadero padre antes de morir. Cuando vuelvan al restaurante el veterano cocinero ante el disgusto de ver como todo el Kimchi, conservas y encurtidos se han echado a perder, incluso llegará a pensar en cerrar el Um Ahm Jung. Será Sung-Chan el que a pesar de todas las trabas de Min-Wu, no cejará en investigar la causa de tal catástrofe. Como siempre será la providencia la que le ponga sobre la pista correcta. Su descubrimiento coincidirá con el regreso de un Bong-Ju mas dispuesto que nunca a apartar a su padre de la gerencia del restaurante.

Tragedia, violencia, odio… todo se da cita en el episodio de hoy. La relación de los dos hermanos estaba deteriorada pero lo de hoy ya es… vamos que como esto es ficción luego lo pueden apañar en un santiamén pero cuanta mas distancia haya entre ambos, menos creíble resultará la reconciliación a no ser que se inventen un gran motivo. Y es que encima con faldas por en medio…

Pero lo que importa en el capítulo es que ya no solo los guionistas se ceban con Bong-Ju sino que ahora encima lo dejan en mal lugar haciéndolo «huir» en medio de la crisis. Como si Sung-Chan y el «padrecito» fuese un ejemplo de responsabilidad pescando truchas y perdiendo el tiempo en los bosques de Korea. Qué casualidad que ahora que ha saltado la liebre Bong-Ju no esté – no nos olvidemos, por negocios también – y aparezca Sung-Chan como salvador. ¿Dónde estaba en las anteriores crisis?. Sí, sí, ha sufrido mucho pero menudos viajes se ha pegado por la península. Y por cierto, mucho preocuparse ahora pero un año antes no le importó participar en contra del Um Ahm Jung en el Concurso basado en carne de vacuno… No es que le tenga manía pero vuelvo a decirlo, los guionistas consecuentes no son.

Lo mejor del capítulo de hoy, la relación de Suk-Su con su primer amor. Tierno y directo al corazón. Por mucho que me meta con él he de reconocer que me encariñado con su personaje. Eso sí, mejor hacerse a la idea de que… me callo.

CAPITULO 21: De tormenta a huracán.

Para evitar que el Um Ahm Jung cierre las puertas, Bong-Ju decidirá comprar conservas a una empresa del exterior, cosa que pondrá a todo el mundo en su contra, en especial el Director Yun. Sin embargo éste se enfadará aún mas cuando por medio del propio Bong-Ju sepa que éste y su hija han roto su compromiso. Mientras tanto Sung-Chan continuará con su investigación empeñado en encontrar la causa que ha echado a perder todas las conservas. Pronto descubrirá que todo ha sido a raíz de una serie de coincidencias entre una mala elección de la sal y una mala base para las vasijas. A pesar del descubrimiento Bong-Ju seguirá con su plan enfrentándose a su padre. Pero por si las cosas no pudieran ponerse aún mas feas Min-Wu encontrará el apoyo del Director Yun para hundir definitivamente a Bong-Ju y por consecuencia, al propio Um Ahm Jung: no solo conseguirán que el restaurante sea objeto de una Inspección de Hacienda sino que conspirarán con un restaurador japonés que quiere comprar el local.

De todo, como en botica; bueno vale, menos humor, nos encontraremos de todo en el episodio de hoy. Hay que ver como aproximándose al final de la serie, todo se está enturbiando y precipitando hacia la tragedia. Y ya no me refiero al estado de salud de cierto personaje si no a lo turbias que están las relaciones. Pero la cuestión es, ¿salvo Sung-Chan y Jin-Su hay algún personaje que se salve?.

Bong-Ju a fuerza de guantazos se ha vuelto un déspota; su padre solo tiene ojos para Sung-Chan; Ju-Hee es una veleta; el padre de ésta, un egoísta y Min-Wu… pfff… éste ya no tiene remedio. Total, normal que las cosas estén tan mal.

Y es que hoy se vuelve, erre que erre, a mostrar sus miserias. La escena en la que Suk-Su y Bong-Ju discuten te pondrá el vello de punta pero bien pensado, ¿qué narices hace el veterano Chef pensando en sus antepasados si para empezar él no es descendiente de los Gran Chefs?. Toma hipocresía. ¿Y Ju-Hee?. Muy apenada, dolida y lo que sea pero luego el «chichi» le hace palmas cuando le pide a Sung-Chan que éste le cocine un plato… Perdón por la franqueza pero así lo veo.

Lo mejor, aparte de todo el episodio en sí a pesar de mis lamentos de abuelo cebolleta, la salida al exterior con esa visita a las salinas.

CAPITULO 22: Y como se esperaba, llegó la tragedia.

El Director Yun convocará al Consejo de Administración del Um Ahm Jung con la intención de quitar de en medio a Bong-Ju. La situación se volverá tan insostenible que aun pidiéndole perdón, humillándose incluso el propio Bong-Ju, el Director Yun no entrará en razón. Con todo ello el estado de salud de Suk-Su empeorará teniéndolo lastrado en cama. Y mientras que en el restaurante las cosas van a peor, Matsumoto querrá conocer a Sung-Chan pidiéndole que le confeccione un plato con unos pequeños crustáceos oriundos de la península. Cuando el joven Chef descubra que éste se esconde tras la operación que le ha quitado el poder a su familia sobre el Um Ahm Jung, le hará ver lo equivocada de su maniobra y su intención de luchar contra él. Sin embargo no habrá mas tiempo ya que la tragedia se cernirá sobre los protagonistas.

Poco contenido para un episodio que «solo» buscaba la lágrima en el espectador. Y es que aunque no vaya a destripar el final, desde hacía mucho tiempo nos esperábamos que esto fuera a suceder.

Dejando de lado esto que no tiene mas comentario del que hurga en la herida, situación a la que por otra parte tan acostumbrados nos tienen en los seriales surkoreanos, lo mejor para mi de la entrega de hoy ha sido el mayor protagonismo para Bong-Ju. De verdad que al final creía que iba a suceder lo que dije bromeando hace unos cuantos capítulos: que se iba a suicidar. Y es que hoy ha sido el culmen de las desgracias. Desde la acusación de su padre diciéndole algo así como que por culpa de haber desatendido asuntos ha pasado lo que ha pasado – eso lo dice un tío que se fue a pescar con su otro hijo olvidándose del negocio… – hasta el relevo al mando del Restaurante sin olvidar esa significativa petición de perdón. Casi ná.

Ahora lo acontecido unirá a los hermanos para luchar contra sus enemigos; vamos, lo clásico, pero habrá que ver como se desarrollan las cosas en los dos capítulos que aún nos quedan.

CAPITULO 23: Tristeza y esperanza.

Tras el sepelio, Bong-Ju se derrumbará rindiéndose ante su infortunio; habiéndosele relevado al mando del Um Ahm Jung y con la impresión de haber traicionado a su padre, no tiene ganas de seguir luchando pese a que Sung-Chan se lo pida. Y es que por otra parte no ve de qué manera puede salvar al restaurante. La oportunidad les llegará cuando Matsumoto le proponga un reto al pequeño de la familia: lucharán en una competición culinaria; si Sung-Chan gana, él se olvidará del Um Ahm Jung pero si es al revés, el joven deberá ponerse a trabajar a las órdenes del japonés. Dispuesto a vencer Sung-Chan le rogará a Bong-Ju que le ayude pero éste ha sido puesto en sobreaviso por el siempre malicioso Min-Wu creyendo que su hermano solo quería para sí el cargo de nuevo Director General del restaurante. Así comenzará la gran competición y sin el apoyo de su hermano, Sung-Chan poco podrá hacer contra el veterano restaurador.

Se acerca el final y la serie se culmina con uno de los mejores capítulos que hemos podido ver. Dejando de lado esas exequias que mas que provocar la lágrima fácil en el espectador sirven para ilustrar como es ésta ceremonia tradicional en el país, la entrega de hoy está sembrada de escenas emotivas y llenas de fuerza por mucho que algunas sean forzadas y previsibles.

Forzadas porque en la vida real esa reconciliación entre Sung-Chan y Min-Wu no existiría. Sí, está chula y te encoge el corazón por las palabras del primero cuando hace mención a su padre pero, ¿de verdad tenderías la mano a alguien que te ha hecho tanto daño y durante tanto tiempo?.

Y previsible porque todos esperábamos ese final. Al menos es eso, deseado, el final de capítulo que todos queríamos. En todo caso, geniales ese abrazo entre Bong-Ju y Ju-Hee, la conversación entre el mismo Chef y el maestro Wun o cómo los dos hermanos se separan diciéndole Sung-Chan a su Hyung que lo esperará.

Y ya que hablamos del Maestro Wun, felicitarnos por tanto su regreso como el del contenido culinario. Del primero decir que había creído sinceramente que se había muerto el actor que lo interpretaba de ahí su desaparición de la serie. Y de lo segundo, interesante los dos platos que nos ofrecen los «duelistas» hoy. Veremos como es el «plato fuerte»…

CAPITULO 24. FINAL: La unión hace la fuerza.

Nada mas incorporarse Bong-Ju al equipo sugerirá modificar el plato a presentar. Por suerte el cambio será providencial ya que sin éste no podrían plantar cara a Matsumoto. Para el siguiente plato por el contrario será el Chef el que apoyará la idea de su hermano pequeño para conseguir vencer al cocinero japonés. ¿Lo conseguirán?. Tras el concurso y poner todas las ideas en orden, ambos hermanos tomarán la mejor decisión para sus respectivas vidas.

Como veréis no me he explayado mucho con tal de no destripar el final de la serie pero varios son los puntos sobre los que puedo hablar sin que nadie termine por odiarme por haberle desvelado nada importante.

Lo primero, la importancia que tiene la cocina en éste capítulo final. Hasta tres platos – seis si consideramos que son dos los equipos – se nos ofrecerán y alguno, como el caso de las salchichas de calamar, tan interesante que me voy a permitir realizarlo algún día. Y esa es una de las imágenes de las que me quedo de la serie, que me ha servido de inspiración en mas de una ocasión.

Eso sí, por muy bien que haya estado éste concurso tiene un «pero», y muy grande. Por lo visto, como se quedaban sin metraje eliminaron toda la preparación del plato que cerraba la competición, es decir, el postre con lo que su presentación repentina y posterior puntuación provoca que todo resulte precipitado restándole hasta tensión a su resultado.

Por último, el desenlace. Como he dicho no quiero destripar nada pero finalmente los guionistas no solo han hecho honor a su falta de coherencia en toda la serie sino a la tradición de no saber rematar… – bueno sí, rematar sí, porque para mi, las matan – una serie. ¿Para qué tanto concurso si al final…?. En fin.

CONCLUSIONES:

A pesar de las muchas recriminaciones que no he parado de hacerle a la serie en todos sus capítulos, «Gourmet» me ha parecido una serie mas que magnifica, a reivindicar. Y es que en un país donde las comedias románticas le ganan la carrera de la audiencia a las producciones con verdaderos y sobrados méritos, que se consiga realizar una serie de tanta calidad y con un objetivo tan distante al de triunfar de cara a las cifras, es algo a destacar.

Y no es la única cosa a reivindicar ya que ese objetivo del que hablaba no es otro que dar a conocer la cocina surkoreana y destacar sus virtudes. En éste caso «Gourmet» supera y en mucho a otras franquicias televisivas de temática similar sirviendo de inspiración, palabra clave con la que terminaría de definir a la misma. Inspiración y apetito, no nos olvidemos ya que en muchas ocasiones «Gourmet» sirve para abrirlo.

La cocina surkoreana, y no porque lo diga la serie, no tiene nada que envidiar a la gastronomía japonesa u otras asiáticas populares, siendo incluso mas rica en algunas variantes y sobre todo, con un mayor peso especifico en lo que a tradiciones se refiere. Para mi, al igual que la propia Korea, es la gran desconocida.

En lo referente al tema «no-culinario», es decir, a las relaciones personales, es donde mas fallos he encontrado debido a la falta de congruencia de los planteamientos ya no tanto con el propio argumento como he destacado mas de una vez sino con la vida misma.

Gracias a Dios, no es la principal baza de la serie por lo que no se le puede echar en cara destruyendo el buen trabajo realizado. Y es que como muestra de que la serie tiene el suficiente contenido como para obviar sus errores, ni siquiera posee una Banda Sonora importante con la que distraer la atención. Hay canciones bonitas pero en ningún momento seremos testigos de esos videoclips a los que son tan aficionados los realizadores locales con tan de, siendo francos, rellenar metraje.

Quizás esas a veces desconexiones con la realidad y sobre todo, desmanes con algunos personajes demasiado vilipendiados, vienen a causa de rellenar el hueco dejado en la obra original del Manhwa realizado por Heo Yeong-Man, demasiado centrado en un único protagonista, pero tampoco es cuestión de señalar al creador del fenómeno.

Por otra parte la labor interpretativa compensa ésta falta de credibilidad. Kim Rae-Won encaja a la perfección en el rol del personaje idílico sin defectos. Gracias a su encanto uno termina por rendirse ante él a pesar de ser, como decía, increíble tanta virtud y sacrificio.

Por su parte, Kwon O-Jung, un tipo de carácter, asume su papel de mártir con un… «lado oscuro» de manera estoica. Gracias a ello, en los momentos duros es el personaje que mejor sabe transmitir.

En lo que respecta a las féminas, solo hay una mujer que merezca nuestra atención. Nam Sang-Mi está bien pero no tiene tantas exigencias como para brillar. Por el contrario Kim So-Yeon sabe sacarle mas matices a su personaje. Eso y que es una mujer preciosa. Me he enamorado. Elegancia y belleza, una fórmula irrechazable.

Antes de terminar, un simple dato que reafirma lo de la calidad, a la vez que la ambición de la serie. Un 80% de la misma está rodada en exteriores. Soberbio.

Para acabar, lo menos bueno, el final. No es el peor que he visto pero sí, insatisfactorio. Al menos, no deja mal sabor de boca.

Resumiendo, «Gourmet» es una serie a reivindicar. Compensada aunque con demasiados favoritismos pero entretenida a la vez que ilustrativa. Y sobre todo ello, una calidad excepcional. «Gourmet» no solo conquista el estomago sino también el corazón.

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GOURMET (III) – Korea del Sur – 2008 – Kdrama – (Ep. 13 al 18) de 24

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BREVE RESUMEN DE LOS 12 PRIMEROS EPISODIOS:

El restaurante especializado en gastronomía local mas prestigioso de Korea del Sur, el Um Ahm Jung, está a punto de ver como su Chef Jefe se retira. Sin embargo antes de ceder el testigo Oh Suk-Su como así se llama éste, piensa encontrar al mejor sucesor posible esperando que el puesto recaiga sobre uno de sus dos hijos. Así organizará un Concurso Culinario cuyo vencedor regirá los designios del restaurante. La noticia sorprenderá al hijo mayor, Bong-Ju, ya que por derecho de nacimiento le tocaba a él heredar el negocio, sin embargo todo responde a una estrategia de su padre que cegado por su favoritismo hacia su hermano pequeño, Sung-Chan, quiere que éste sea el ganador. Y es que el benjamín de la familia es en realidad adoptado y descendiente del Chef Real que atendió al último Emperador hasta sus momentos finales antes de morir asesinado por los japoneses. Cuando en la última prueba Sung-Chan esté a punto de ganar, Bong-Ju víctima de la frustración le revelará su verdadera identidad por lo que el joven huirá del lugar sin dejar rastro. El tiempo pasará y mientras Bong-Ju está al cargo del Um Ahm Jung, Sung-Chan trabaja como vendedor ambulante de género con una furgoneta. A pesar de la distancia que los separa, ambos hermanos volverán a coincidir como rivales en un Concurso Culinario basado en Carne de Vacuno representando uno al Um Ahm Jung y el otro a una empresa de distribución que le ha ofrecido la oportunidad de demostrar su valía.

CAPITULO 13º: Tablas… de momento.

Finalmente la pareja de jóvenes encontrará el árbol con la ayuda del carbonero. Tras talarlo tendrán que esperar seis días hasta que el carbón adquiera la madurez buscada. Justo cuando termine el proceso llegará Bong-Ju con su padre dispuesto a obtener el mismo carbón según la fórmula tradicional. Sin el árbol de Mangul, se quedarán sin opción. Tras una charla del progenitor, Sung-Chan decidirá ceder parte de su carbón a su hermano, sin embargo éste quiere triunfar por sí solo por lo que dejará tan preciado material. De vueltas al Um Ahm Jung, Suk-Su dará con la idea que puede llevarlos a triunfar en la tercera prueba del Concurso Culinario. Ya en él tanto Min-Wu al frente del restaurante como Sung-Chan al del Grupo Dae Jin se verán las caras y solo un pequeño desliz del primero provocará que la prueba quede en tablas. Para resolver el empate el jurado decidirá enfrentar a ambos grupos en la confección de un plato en base a carne de vacuno de libre elección. Sung-Chan montará un convite siguiendo las indicaciones del Maestro Ja-Wun para elegir su plato mientras que Bong-Ju hará caso del consejo de Ju-Hee.

Episodio entretenido y como no, denso. Tendremos desde reuniones familiares hasta una prueba completa del Concurso Culinario sin olvidar la redención de Jong-Gu, una entrega bastante redonda donde lo mejor es el equilibrio entre sentimientos y materia culinaria.

Detalles como la obstinación de Bong-Ju por vencer a su hermano por méritos propios y ese cada vez mas acercamiento del propio Chef con Ju-Hee, también ayudarán a que el nivel de la serie se eleve olvidándose de los claros favoritismos de los guionistas hacia el benjamín de la familia.

Lo peor, otra vez el ataque de amnesia de estos; no llega al nivel de ese «olvido» de la sorpresa de ser adoptado cuando ya era casi adolescente el protagonista, pero casi. Para empezar, ¿el secreto de ese carbón ceremonial no solo pasaba de padres a hijos y era ultra-secreto?. Pues hay que ver lo fácil que lo consigue Sung-Chan y sin saber la fórmula, total, un árbol enraizado en roca y seis días de queme. !!!! Tachán ¡¡¡¡. Eso sí, para lo que le vale…

Después y en la misma línea, la desfachatez del papá de nuestros héroes. Con que rostro dice que los quiere por igual cuando episodio tras episodio, incluso en éste mismo también, desplanta al de su propia sangre por el de la dichosa herencia real.

Y para acabar, fuera ya del ámbito de la memoria de los guionistas, lo mal que se están portando con Min-Wu. Anda que no se están pasando con él, sí es malo, malo con avaricia pero ni una triste concesión; se congracian con Jong-Gu pero a éste parece que lo tienen desterrado a los infiernos. Imagino que habrá que esperar porque conociendo los seriales del país siempre hay ocasión para el arrepentimiento.

CAPITULO 14º: El mejor capítulo de lo que llevamos de serie… salvo el final.

Ambos «hermanos» se pondrán a cocinar su plato elegido para la última prueba del Concurso Culinario Vacuno. Sung-Chan elige un asequible «Bulgogi» con salsa de soja de última hora mientras Bong-Ju un elegante estofado de rabo de ternera con salsa de pimienta. La igualdad está asegurada y cada plato refleja el carácter de cada uno de los chefs; sin embargo solo uno de ellos ganará. Al final – que me callo… – la alegría para unos y la tristeza para otros pero ambos hermanos se reconciliarán invitando Bong-Ju a Sung-Chan a que vuelva al Um Ahm Jung. En lugar de ello volverá a desaparecer por segunda vez no pudiéndole encontrar ni Jin-Su. La vida seguirá, Sung-Chan vagará por la costa buscando mercancía para vender con su furgoneta y el Um Ahm Jung bajo el liderazgo de un Bong-Ju que ha heredado la dirección de parte de su padre, comenzará las obras de ampliación. No obstante los caminos de unos y otros no podrán estar mucho tiempo separados…

Como decía, el mejor episodio de la serie. Ya no solo es la resolución del Concurso Culinario que sorprenderá a muchos sino la forma en la que se solventan muchos asuntos. Extraordinario.

Lo peor, como siempre, la reacción de Suk-Su cuando acaba la prueba. Después de dar el discurso que dio en la anterior entrega y ahora parece que está hundido. Ni un poco de alegría oiga…

La segunda mitad con esas aventuras de Sung-Chan por la costa resulta extremadamente agradable con una mezcla de divertimento y ternura que casi evidencia la herencia manhwa a la vez que amplía el cariño del respetable por el personaje. Lástima que, como llevo diciendo, no hagan lo mismo con su hermano.

Por cierto y para acabar, un par de anécdotas. La primera que los campos de té que nos enseñan son muy bonitos pero nada comparables con los de Boseong. Doy fe porque fui en el 2008, el mismo año en que emitieron la serie, y puedo decir que es uno de los sitios mas bonitos en los que he estado. Y eso que he estado en muchos… modestia aparte.

Y dos, vale que Korea es pequeña pero coincidir Sung-Chan y Jin-Su en la misma casa en medio de ningún sitio…

CAPITULO 15º: El Kimchi con lágrimas sabe mejor.

Sung-Chan y Jin-Su continuarán por la costa acompañando a Madame Cho mientras que conocen mas la historia de su anciana anfitriona y la periodista completa su reportaje sobre los campos de té de la zona. Paralelamente, Bong-Ju y Ju-Hee también viven sus momentos de intimidad casi declarándose el primero y superando, aunque tímidamente, las dudas de la segunda. Y mientras unos y otros siguen con sus vidas como si nada, el Director Han descubre el artículo que Jin-Su había escrito donde descubre toda la historia oculta del Um Ahm Jung en los últimos meses. Viendo que tiene todo un bombazo entre manos no dudará en publicar el reportaje.

Nos encontramos tanto con el episodio mas dramático de lo que llevamos de serie como paradójicamente, el menos denso. La entrega de hoy únicamente se centra en la historia de la anciana y solo se salen de ella en un par de pasajes que aunque de gran significado para lo que tiene que venir todavía, solo son meros apuntes.

Pero es que los guionistas han querido que el drama de ésta halmoni sirva de enlace entre arcos argumentales. Tras la finalización del Concurso Culinario Vacuno y a la espera de la nueva hecatombe iniciada con además el supuesto regreso de Sung-Chan, no venía mal un poco de tragedia y algo de vida rural.

Sobre la tragedia, funciona a la perfección. Eso sí, nos harán llorar pero es muy cuestionable la forma en la que nos «provocan». Anda que no le echan morro los guionistas… no puedo explicarme con tal de no destripar nada pero no hay quien se lo crea.

Sobre lo segundo, todo un goce. Desde esos distintos tipos de Kimchi con detalles sobre su elaboración – todo un deleite para los sentidos – hasta esa pesca de crustáceos en el río. Sin olvidar de nuevo los parajes de costa o de los campos de té.

CAPITULO 16º: No hay comida como la de mamá.

El Um Ahm Jung nunca ha tenido tantos problemas. El reportaje de Jin-Su ha hecho estragos entre la opinión pública y hasta el Director Jang les ha retirado su apoyo. La propia Ju-Hee tiene dudas respecto a lo ocurrido y le preguntará directamente a Bong-Ju. El único remedio que le quedará al Chef es convocar una rueda de prensa para aclarar todo el embrollo. Y mientras unos lo pasan fatal, Sung-Chan y Jin-Su, ignorantes del problema, acudirán hasta la casa de la madre de ésta preocupados por su estado de salud. Todo resultará ser un plan para que la joven regrese a su casa tras mucho tiempo sin visitarla. Allí Sung-Chan descubrirá porque Jin-Su está empeñada en triunfar en el periodismo culinario, resultando víctima de la misma «causa». Una vez de vuelta a la realidad ambos tortolitos se enterarán de que son el centro de la polémica. Sung-Chan acudirá al Um Ahm Jung donde tras las lógicas acusaciones verá como su padre decide que para solventar todo el lío debe heredar el restaurante y Jin-Su, no sabrá que hacer ante tal sorpresa.

Ahora sí, los guionistas han logrado hacer un episodio redondo, sin fisuras y no mas recriminaciones por mi parte que las que hacen mención al de siempre, al patriarca Suk-Su.

Porque la historia de la madre de Jin-Su es tierna y conmovedora sin restar credibilidad por un tanto fantasiosa que sea; otra vez los guionistas nos llegan al corazón sin mucho esfuerzo y lo mejor es que alcanzan también al estomago.

La cocina surkoreana puede ser muy sofisticada como hemos visto tanto en ésta serie como en otras como «Pasta» pero la casera, la que se hace en los hogares y esos restaurantes familiares de los que tan buenos recuerdos tengo, tiene su encanto y valor, y no solo sentimental…

Se habla mucho de la cocina francesa, italiana o española, incluso de la mas reputada en Oriente, la japonesa pero la surkoreana, como intenta éste propio KDrama, tiene un potencial que todavía no se ha explotado. Por muy «conocido» – resalto el entrecomillado – que sea el Kimchi aún habrá gente que reduzca a éste a una col adobada cuando hay cientos de variedades como se nos apuntó en el anterior capítulo. Lo mismo que englobar toda su riqueza gastronómica a una carne a la parrilla envuelta en lechuga o una imitación del California Roll. La cocina koreana no solo son platos que necesitan de una gran laboriosidad o recetas que pasan de madres a hijas, es una cocina que necesita del corazón.

CAPITULO 17º: Puesta a cero.

El Um Ahm Jung está al borde de la desaparición; a la pérdida de apoyos económicos se le ha de sumar la crisis interna con los dos hermanos enfrentados, uno queriendo hacer valer su derecho de nacimiento y el otro, su herencia. Tendrá que ser Ju-Hee la que la noche antes de la rueda de prensa donde se ha de dar paso a Sung-Chan, interceda por Bong-Ju haciéndole ver al joven heredero las consecuencias de un cambio de liderazgo en el restaurante. Llegado el momento Sung-Chan sorprenderá a todo el mundo admitiendo que es el heredero real pero mintiendo al decir que todo el resto del artículo es mentira y que él no quería hacerse cargo del Um Ahm Jung. Con ello todo volverá a su cauce, o casi ya que mientras Sung-Chan retorna a la costa para hacerse acompañar por el «Cabezón» Suk-Dong , Ju-Hee tendrá una dura discusión con Bong-Ju que le hará huir del lugar.

Zanjamos un tema y comenzamos el último tercio de la serie que a saber por cuales derroteros nos llevará. Solo espero que no sea a otra confrontación entre los dos hermanos.

Dicho esto, me alegro de que otra vez se haya optado por ilustrar la serie con parajes rurales y notas «culturales» como las que nos trae la Korea menos urbanita. Esos abulones tan familiares en Centroamérica como contrariamente desconocidos en Europa, es un nuevo ejemplo de que «Gourmet» no solo es un drama/serial centrado en las relaciones de sus protagonistas.

Y es que por otro lado éstas tampoco son el mejor acierto del film. Un ejemplo lo tenemos en éste mismo capítulo cuando Bong-Ju le recrimina a Ju-Hee su actitud sabedor de que tiene dudas. Ésta, despechada, huye no haciendo otra cosa que darle la razón. Bajo mi punto de vista los guionistas no son muy consecuentes con sus propias decisiones y eso lo pagan los mismos personajes y, como decíamos, sus relaciones.

Por último y a pesar de lo dicho, me congratulo de cómo se ha solucionado todo el embrollo surgido a raíz de la publicación del artículo. Ésta vez sí que ha vencido el sentido común.

CAPITULO 18º: ¿A quién quieres mas a Papa o a Mama?.

Sung-Chan acudirá al encuentro de un Suk-Dong que se había escapado de casa en busca de su madre. Allí por el contrario se encontrarán con una amiga de ésta que intentará facilitarles al día siguiente la dirección de la desaparecida. Y mientras que los jóvenes juegan a detectives Ju-Hee llegará a casa de Suk-Dong. Tras un día juntos, Sung-Chan tendrá que separarse de Ju-Hee para acudir al rescate de Suk-Dong ya que se encuentra deprimido al no haber conseguido la dirección de su madre; y es que tras volver a involucrarse, el joven Chef descubrirá que ésta murió años atrás. En el intervalo de tiempo entre averiguar la causa de la negativa a dar la dirección de ésta con tal desagradable desenlace y dar consuelo a Suk-Dong, llegará hasta Wando una Jin-Su dispuesta a luchar por el amor de Sung-Chan sabedora de que Ju-Hee se encuentra allí.

Volvemos no solo a los episodios densos en argumento sino también a esos donde la cocina tiene una presencia destacada. Sin embargo lo que nunca falla en ésta serie es la componente sentimental centrada en las relaciones filio-paternales.

A ver, hagamos un recuento. Al principio fue – y aún lo arrastramos… – Oh Suk-Su con los dos protagonistas. Luego vino tanto el Herrero con su hijo encarcelado como el «Guerrero Kang» con su hijita banquera. Mas tarde pasamos a la halmoni con Alzheimer y su nuera. Inmediatamente después Jin-Su y su madre. Ahora le ha tocado el turno a Suk-Dong. Todo en ésta serie gira en torno a los padres/madres y sus hijos/hijas.

Y no es que me queje ya que fallando como no me canso de repetir en las relaciones personales entre los protagonistas – la pica-flor de Ju-Hee es un claro ejemplo – los guionistas aciertan de pleno con las anteriores por muy previsibles que resulten como en éste caso. Aunque también, todo sea dicho de paso, podrían haberse solucionado mejor como ya vimos en aquel episodio del niño y la vaca. ¿No les hubiese dado lo mismo decir que la madre era la supuesta amiga pero que se avergonzaba de admitirlo?. Noooooo, hay que buscar el drama ante todo.

Por último, una de chorradas para desengrasar. Ya que hablábamos de constantes, otra de la serie es lo ineficaz que resulta el móvil. Siempre que llaman o está apagado o no lo cogen… me cachis…

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GOURMET (II) – Korea del Sur – 2008 – Kdrama – (Ep. 7 al 12) de 24

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BREVE RESUMEN DE LOS 6 PRIMEROS EPISODIOS:

El dueño y Chef Jefe del Um Ahm Jung, el restaurante tradicional mas afamado de toda Korea del Sur, piensa retirarse. Para ceder el mando organizará un concurso con una serie de pruebas esperando que sus dos hijos se jueguen el puesto. Aunque a Oh Bong-Ju le tocaría por derecho ya que es el primogénito, su padre solo tiene ojos para su hermano pequeño Sung-Chan. Tras superar una serie de pruebas que enemistará a los dos hermanos, Sung-Chan terminará dejando el lugar cuando su hermano enrabietado le confiese un secreto inconfesable que su padre le acababa de contar: que es adoptado. El tiempo pasará y cada uno de los hermanos llevará la vida que desea, Bong-Ju al frente del Um Ahm Jung y Sung-Chan en una camioneta sirviendo de ocasional vendedor ambulante. Sin embargo no podrán estar separados mucho tiempo…

CAPITULO 7º: Encuentros, reencuentros y desencuentros.

Bong-Ju le recriminará su actitud a Sung-Chan tras desaparecer y no dejar ni rastro. El joven se mantendrá indiferente frente a la bronca de su «hermano» hasta que ambos se separen de nuevo. A su regreso Bong-Ju tendrá un nuevo enfrentamiento, ésta vez con su padre ya que en su idea de expandir el Um Ahm Jung, tendrá que ganar un concurso culinario relacionado con la carne por lo que deberán comprar una granja. Su progenitor se lo negará teniendo Bong-Ju que amenazarle con recurrir a los accionistas para que le dejen maniobrar con libertad. La discusión mas el recuerdo de la desaparición de Sung-Chan sumirá al veterano cocinero en un estado cercano a la depresión pero no será hasta que a su viejo amigo, el Maestro Ja-Wun, se le ocurra un plan para hacerlo regresar, cuando éste recupere las fuerzas. Sin embargo no será el único problema en el Um Ahm Jung ya que tras errar en la elaboración de un plato Jong-Gu será despedido siendo sustituido por un nuevo sous-chef. Finalmente harto de la indiferencia de Ju-Hee hacia su persona, Bong-Ju le confesará el paradero de su hermano. Ésta irá en su busca pero se llevará un desengaño cuando vea a éste feliz junto a Jin-Su.

Una de las cosas que mas me gusta de la serie además del ámbito culinario es que al tener tantos personajes, nadie se puede quejar de que tenga poco contenido. Además al encontrarnos con dos focos de acción diferentes representados por los dos hermanos, cuando una historia se ralentiza, sus responsables solo tienen que pasar al otro para darle una continuidad fluida.

Y encima particularmente en éste capítulo nos encontramos con la situación especial de que entra en la partida un nuevo personaje – el fantástico Lee Won-Jong – que puede dar mucho pero que mucho juego además de acrecentar la vertiente cómica que se estaba quedando un poco relegada ante el drama forjado por los dos hermanos.

Y ya que hablamos de su relación, lo único malo del episodio de hoy es que nos hemos quedado helados cuando hemos sido testigos de ese «flashback» que narra cómo Bong-Ju entró a formar parte de la familia Suk-Su. Pero vamos a ver… ¿Sung-Chan no se largó del Um Ahm Jung al enterarse de que era adoptado?. Pues entonces, ¿por qué cuando fue acogido nos lo muestran ya demasiado crecidito y enterrando a su padre?. ¿Error en el argumento o en la subtitulación?. Ahí queda la duda.

CAPITULO 8º: Vuelve la cocina como protagonista.

En el Um Ahm Jung se celebrará una competición para ver cual de los cocineros presenta un plato al presidente de la compañía; y es que hay que quedar bien ya que éste tiene que dar vía libre al proyecto de franquicias del restaurante. El ganador será Ki-Jeong resultado que no sentará muy bien a algunos de sus compañeros ya que les recordará que éste fue discípulo de Sung-Chan. Por otro lado Bong-Ju decidido a ganar el concurso culinario basado en la carne de vacuno piensa encontrar al mejor carnicero de Korea del Sur, el llamado «Guerrero» Kang para que forme parte del equipo del Um Ahm Jung. El destino provocará que éste no sea otro que el dueño del restaurante con el que últimamente ha intimado Sung-Chan. De hecho cuando vaya a su encuentro se topará con su hermano participando en un reto a favor de Kang por el que debe identificar en una cata a ciegas diez partes diferentes de carne de res. Obviamente evitará cruzarse con su hermano intentando convencer al veterano Chef al día siguiente. Éste finalmente declinará la oferta por lo que Min-Wu, que había acudido al local buscando su respuesta, tendrá que chantajearlo para inclinar la balanza a su favor…

Que placer da ésta serie cuando se mete entre fogones instruyéndonos ya no tanto sobre la gastronomía surkoreana sino sobre el buen comer. La competición y posterior exposición de platos está extraordinariamente bien, incluso llegando abrir el apetito regalando consejos y truquillos al aficionado como p.e. lo de la sal tostada, pero luego en la prueba de la carne sale a relucir toda esa filosofía con la que muchos cocineros orientales conciben la gastronomía.

En Europa y mas especialmente en España con figuras relevantes, la cocina en muchas ocasiones es un banco de pruebas donde por ejemplo esa cocina molecular aproxima mas los fogones a un laboratorio químico, mas a una ciencia que a algo sociocultural, sin embargo en Asia hay una componente poética/filosófica que si bien puede parecer pretenciosa -… de hecho lo es y si no ver lo recalcitrantes en que al final se convierten esos flashbacks… – nos muestra mas una forma de vivir que de entender la cocina.

Por lo demás, una densidad argumental que no dará ni un segundo de respiro al espectador y en lo mas negativo, una excesiva dependencia de señalar a los buenos y malos. Yo creo que la vida ni es blanca ni negra, hay distintas tonalidades de grises y ni Min-Wu merece todos los palos de los espectadores ni Bong-Ju el desprecio de su padre y Ju-Hee. Oppss se me ha pegado algo de esa filosofía oriental…

CAPITULO 9º: Se adelantó el Día del Padre.

Tras servir de espectador de la bochornosa escena entre el «Guerrero» Kang y su hija, Sung-Chan querrá que ambos hagan las paces. Visitará a la joven en el banco donde trabaja intercediendo por su nuevo amigo pero ésta, sin querer saber nada de su padre, se desmayará aparentemente víctima de los nervios. La acompañará hasta un hospital y allí sabrá que ha sufrido un amago de aborto. Sin tiempo para avisar a Kang será «secuestrado» por los hombres del Presidente Seo, que enterado de su identidad quiere que represente a su empresa Dae Jin en el certamen culinario basado en la carne de vacuno por el que también luchará el Um Ahm Jung. Un Um Ahm Jung que recibirá la negativa del «Guerrero» Kang cuando tras haberse arreglado con su hija, la cual se ha despedido del banco, ya le dé lo mismo el chantaje al que estaba siendo objeto. Por el contrario, recriminará a los responsables del restaurante su actitud. Bong-Ju, conocedor de las malas artes de su ayudante le obligará a disculparse y éste, en lugar de ello, le ofrecerá a Kang dinero a cambio de no participar con ningún otro equipo. Finalmente Sung-Chan enterado de las artimañas del Um Ahm Jung acudirá al restaurante para «devolverle» el dinero a su hermano.

Otro episodio denso y sin desperdicio, al uso de una pieza de carne cuando la coge el «Guerrero» Kang. Bromas aparte, una entrega emotiva entre el encuentro y re-encuentro del propio carnicero con su hija y la del protagonista con su padrastro.

Sobre el primer caso, genial por muchas circunstancias. Por un lado porque es un reflejo de la sociedad surkoreana exigente y algo injusta respecto a las clases sociales. A muchos les parecerá exagerado que una pareja rompa porque el padre de uno de ellos sea carnicero pero he visto suficientes películas y series para creer que, «si el río suena, agua lleva»… Y por otro lado, genial esa escena en la que Kang detiene al novio de su hija. Esto sí que es emoción a flor de piel.

El contraste lo encontramos en el encuentro de los Suk-Su. ¡Qué «pesao» es el patriarca con Sung-Chan!. Seguro que ahora que va a participar contra el Um Ahm Jung lo disculpará. En todo caso esto es tan solo culpa de los guionistas… porque no sé si del manhwa original.

Por lo demás, lamentar la previsibilidad de la serie. Ahora que van a existir dos frentes claramente definidos como el «bueno» y el «malo», el «humilde» y el «poderoso», no habrá mucho que rascar. Ojala me equivoque.

CAPITULO 10º: La vaca que ríe.

Bong-Ju se abstendrá de replicarle a su hermano y encima de haber sido reprendido, recibirá una nueva decepción por parte de su padre que solo tiene ojos para Sung-Chan. La vida seguirá y llegará el día en que se presenten las reglas para el concurso de Gastronomía Vacuna. El Um Ahm Jung acudirá con su equipo al que se ha unido un Jong-Gu repescado mientras que Sung-Chan irá con los del Grupo Dae Jin. Allí se verán todos las caras y saltarán las chispas, aunque la mas afectada será Ju-Hee que entendiendo la participación del joven como una traición, terminará por dar su completo apoyo a Bong-Ju. Finalmente se abrirá la veda para la competición comenzando por buscar una res lo suficientemente buena como para superar la primera fase. Los del «Guerrero» Kang darán con un espléndido ejemplar pero finalmente los del Um Ahm Jung les ganarán la partida apoyados por la avaricia del dueño del animal. Al menos la suerte les sonreirá y encontrarán otra ternera que tampoco tiene nada que desmerecer. ¿Bastará para ganar la primera prueba?.

Comienza la competición, algo que parece ser una buena noticia ya que dotará de dinamismo al desarrollo de la serie; y es que seguro que no era el único que pensaba que esto se iba a alargar en el tiempo.

Ahora que estamos ya metidos en harina surge lo que decía en la anterior entrega, que se nota demasiado quién es el bueno y quién el malo y esto además de provocar una previsibilidad alarmante no le hace ningún favor a la serie en cuanto a la construcción de personajes. Incluso Bong-Ju, que por momentos recibe la atención de los guionistas como en ese inicio cuando se ve maltratado por su padre, termina por perder todas las simpatías del respetable por esa actitud chulesca del final. Así no.

Y en la misma línea, los del grupo de Sung-Chan son muy buenos y lo que queramos pero en ésta entrega pecan un tanto de hipócritas. «Qué lástima que da que tengamos que mentirle al pequeño pero… qué mas da, la competición es la competición. Al diablo vaca y niño…»

Total, si han de ganar o perder por decreto, dígase capricho de un guionista… ¡podrían haberse inventado otra cosa dejando finalmente la vaca al cuidado del crio!. ¿Qué es para justificar el coste de la operación?. Pues nada, con el dinero del premio del concurso – ¿alguien duda de que no lo vayan a ganar ? – se podría haber invertido una cantidad para colaborar con los gastos de la intervención. Si solo es discurrir un poquito por favor…

CAPITULO 11º: Primera sorpresa… o decepción.

Los jueces comenzarán a examinar las reses sacrificadas para el Concurso Culinario Vacuno. Nuestros protagonistas irán pasando fases hasta llegar a la última etapa con una ligera ventaja para el Um Ahm Jung. Finalmente ésta será suficiente para ganar la primera prueba pero un pequeño detalle hará que los representantes del restaurante sean descalificados pasando a liderar la puntuación los del grupo Dae Jin con Sung-Chan a la cabeza. El Um Ahm Jung no solo sufrirá una humillación sino que muchas de las reservas que tenían serán canceladas debido a la mala prensa. Aun así, los puntos alcanzados les valdrán para pasar a la siguiente fase, la del despiece de la res, otra prueba que parece a priori ganada por el Grupo Dae Jin a tenor de las habilidades del «Guerrero» Kang. Sin embargo, la noche antes éste sufrirá un pequeño accidente a causa de Jong-Gu.

Madre mía cómo se están cargando la serie. Si bien decía con anterioridad que estaba resultando excesivamente previsible, ahora la hacen aún mas predecible no solo con la profecía de Ja-Wun sino con el dichoso… accidente. Y es que si resulta increíble la resolución de la primera prueba – la lógica decía que la iba a ganar el Um Ahm Jung ya que todo parecía destinado para que las otras dos se las llevasen los del Dae Jin – han terminado por fastidiar la sorpresa con ese final tan desastroso argumentalmente hablando.

Y por cierto, los guionistas lucirán sus conocimientos gastronómicos de cara a la galería – esos estándares para elegir la mejor pieza de carne – pero se quedan en evidencia en otros aspectos. Por ejemplo, lo de la carne «estresada» en Europa fue un tema estudiado años atrás, de hecho hace ya casi una década entró en vigor una ley en la Unión Europea que obliga a trasportar a los animales a los mataderos en condiciones respetuosas para estos. Que ahora nos lo pongan como excusa, suena a salida fácil de un entuerto

Por lo demás, por un lado estupendo el dúo que hace Jin-Su y su jefe, el aporte cómico necesario para desengrasar las situaciones, y por el otro, agradecer el apunte culinario con ese «Yukhoe» – carne de vacuno en crudo sazonada – que abrirá el apetito a mas de uno. De hecho voy a bajar al supermercado de la esquina para comprar un buen filet mignon y hacérmelo ésta noche.

CAPITULO 12º: Duelo de Titanes.

Da comienzo la segunda fase en la que los carniceros de cada equipo han de demostrar sus habilidades con los cuchillos. Aunque al principio el «Guerrero» Kang cogerá la suficiente ventaja como para pensar que tiene la prueba ganada, pronto comenzará a sufrir a causa de la herida causada el día anterior. De resultas de ello Jong-Gu, finalmente como se esperaba, ganará la prueba devolviendo al Um Ahm Jung el prestigio perdido. De vuelta al restaurante éste se verá recompensado con un ascenso, puesto de privilegio del que hará enseguida uso quitándose a Dal-Pyeong de encima. Y mientras que esto sucede Bong-Ju intentará encontrar el mejor carbón para la última fase, recordando que en otros tiempos existía una clase de carbón particular elaborado para el Emperador en ocasiones especiales. Pidiendo consejo a Ja-Wun éste le dirá que la fórmula está en posesión de su padre ya que va pasando de una generación a otra de Chefs Reales. Cuando Bong-Ju vaya a rogarle que se la trasmita, éste se mostrará reticente teniendo de nuevo a Sung-Chan demasiado presente. Sorprendentemente será Ja-Wun el que interceda por el hijo de su amigo.

Sensaciones contrariadas me deja éste episodio. Por un lado la prueba del despiece de la vaca me ha parecido decepcionante no tanto por lo previsible que era – ya nos lo habían destripado en el anterior capítulo – sino por su propia puesta en escena. El corte de las reses ha estado bien pero por el camino se han dejado el relativo protagonismo que le habían dado a ese personaje del carnicero invitado del «Cara cortada» con entrenamiento inclusive en la misma entrega precedente. Aquí casi ni se le menciona con lo que resulta un tanto frustrante ya que no hay tensión.

Y por otro me ha gustado, ya que parece que le están dedicando algo mas de atención a Bong-Ju. Acomete su rol de mártir a la perfección y por fin parece que vaya a ser recompensado por parte de su «desagradecido» padre. Y es que la actitud de éste comenzaba a rayar lo absurdo: no quería transmitirle el secreto del Carbón Real porque Bong-Ju no era descendiente del Chef Real. Pero entonces, ¿qué hay de él?. Tampoco es descendiente. En fin…

Pero claro, el sentido común no es el fuerte de la serie. Resulta que el Um Ahm Jung tiene contactos con todas las empresas de carbón del país, mucha gente trabajando en el asunto y una base – los documentos que atesoran – importante; sin embargo Sung-Chan porque el «Guerrero» Kang le dice que vaya a hablar con un tío que al fin y al cabo es un borrachuzo, va a encontrarse con el mejor carbón. ¡¡¡ Cómo si en las otras empresas dedicadas a ello se estuviesen tocando los… ¡¡¡. Por favor, vale que es el protagonista y lo que queramos pero puestos a inventar, que inventen mejores soluciones.

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GOURMET (I) – Korea del Sur – 2008 – Kdrama – (Ep. 1 al 6) de 24

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<<… Quien pierde el apetito, pierde las ansias de vivir …>>. Con ésta fantástica frase que surge en el primer capítulo de la serie quiero comenzar ésta reseña no solo porque como he dicho me parece excepcional sino porque en parte resume una de mis filosofías capitales. Y es que creo que ni estando enfermo he pasado un día sin probar bocado. Para mi comer es un placer y ahora que tengo que ver como a mi suegro le extirpan parte del estomago por culpa de un maldito cáncer teniéndose que pasar un año con papillas, no puedo imaginarme en la misma situación.

Pero por otro lado, ¿qué se puede esperar del nieto de un maitre y del sobrino de los dueños y regentes – al estilo de los protagonistas de la propia serie – de un restaurante que rinde culto a la típica cocina valenciana?. Cocina que sin tener tanto prestigio como otras gastronomías regionales tiene en su haber ser la cuna de uno de los platos mas afamados internacionalmente y bandera del propio país como es la Paella. ¿Qué se podía esperar de un freakie nacido casi entre fogones, campos de arroz y huerta valenciana?. Pues ser al menos lo que soy, un comensal que disfruta con cada plato.

Siguiendo con la declaración de intenciones y acercándonos hacia lo que de verdad importa en ésta reseña diré que si algo me gusta de Korea del Sur es su comida. Recuerdo que un amigo me preguntaba que cual era el mejor sitio para viajar de Asia y sin querer dármelas de trotamundos y juzgando a cada lugar en su justa medida llegué a la conclusión que cada país tenía algo que lo hacía diferente a los demás. De Korea dije que era el mejor país por sus gentes y… COCINA.

En Korea ha sido donde mejor, mas cantidad y mas barato he comido de toda Asia. Hubo un día que casi nos hartamos de comer panceta y todo esa rica guarnición con la suelen acompañar a los platos principales por solo 1’5 , bebida incluida. Está claro que esto fue en un restaurante de Andong, fuera de las menos económicas Seúl y Busan pero por norma general, en Korea comías/comes a lo grande y por poco dinero.

De entre la multitud de platos que ofrece la gastronomía koreana me quedé con el Naengmyeon o Sopa Fría y el Jjimdak, mas conocido como el Pollo Picante de la propia Andong. Sin embargo es tan grande la oferta culinaria que nunca te cansabas de probar cosas nuevas.

De tal guisa – o guiso, jejejeje… – no es extraño que cuando ésta serie vio la luz pronto atrajese mi atención, indiferentemente – siendo sinceros – que durante mi estancia de casi un mes por aquellas tierras, la misma fuese la reina de la parrilla televisiva, inundando a su vez con posters las calles de todo el país.

Pero dejándonos de premisas personales y antes de entrar a desmenuzar – nunca mejor dicho – sus capítulos, digamos que ésta nació en formato manhwa de la mano del autor Huh Young Man.

1º CAPITULO: Corta presentación, contenido directo.

El Um Ahm Jung es el restaurante tradicional mas afamado de todo el país. Su dueño y chef es uno de los descendientes del último Chef Real que sirvió al Rey de Korea antes de su muerte en plena invasión japonesa. Ahora llegada su vejez tiene pensado retirarse teniendo que nombrar a un heredero que por derecho de nacimiento le correspondería a Oh Bong-Ju, un chef que ha heredado de éste, su padre, toda la habilidad para convertir un plato en algo placentero. Junto a éste se encuentra Sung-Chan, su hermano pequeño que sin grandes alardes sueña en convertirse algún día en digno sucesor de su padre. De momento y tras demostrar cierta valía al acometer un plato con restos de pescado que a todos les parecía inservibles, su padre lo ascenderá a Chef. Éste rápido progreso no gustará a todos, empezando por Min-Wu, el ayudante de su hermano y tercero en la cadena de mando. Dispuesto a darle un escarmiento provocará la pérdida de los preciados cuchillos del joven, cosa que finalmente tendrá graves consecuencias cuando el padre de Sung-Chan lo ponga a prueba. Defraudado, el patriarca sorprenderá a propios y extraños cuando para resolver la sucesión proponga un concurso.

Lo mejor de momento de la serie tal y como me suponía es ese cuidado que se pone para recrear la creación y presentación de los diferentes manjares que se ofrecen en el capítulo y que espero se convierta en una constante. Aprender a apreciar la cocina koreana es uno de los principales objetivos de la serie y doy fe de que, al menos en éste episodio, lo consigue.

Por lo demás, detalles que no deben cobrar de momento mucha importancia debido a lo equivoco que podría resultar sacar conclusiones prematuras. Que tan rápido surja el «villano de la función» o que las atenciones estén demasiado orientadas hacia el Benjamín de la familia sin merecerlas en un claro objetivo de congraciarse con adolescentes colegialas, podrían ser buenos ejemplos de ello.

Como último apunte que demuestra en parte el nivel de la serie decir que sorprende ver a un actor tan conocido como Jo Jae-Hyeon en el corto papel de Rey. Un cameo de prestigio.

2º CAPITULO: Comienza la acción… entre fogones.

Tras la noticia que sorprendió a todo el mundo, el patriarca del Um Ahm Jung expondrá la primera de las pruebas para dilucidar quien será su heredero. La misma constará en inventarse un plato con la vejiga de una Corvina – mas conocida por estos lares como una Perca – que tradicionalmente en Korea es degustada únicamente con aceite de sésamo. Al envite se apuntarán como es normal Bong-Ju, Min-Wu y claro está Sung-Chan. El primero se sorprenderá de que su hermano quiera arrebatarle el lugar que le corresponde por nacimiento y éste se disculpará en parte ante él explicándole que su actitud no tiene nada que ver con la rivalidad sino con responder a una promesa hecha a su padre cuando le dijo que se convertiría en el mejor cocinero del país. Mientras unos y otros se estrujan el cerebro para lograr dar con la receta ideal, Bong-Ju sufrirá otra decepción cuando vea que la señorita Ju-Hee le echa una mano a su hermano. En medio de la cruenta «batalla» llegará un imprevisto: un banquete para 30 comensales con solo 30 minutos de tiempo para prepararlo. Tras esto y listos ya para la evaluación del plato a preparar, los tres chefs verán como, elección del ganador aparte, la mejor lección que van a aprender es que uniendo fuerzas es como mejor pueden salir airosos de una complicada situación. Desafío que pronto surgirá cuando una representación diplomática se plante de improviso en el lugar; uno de estos de origen norcoreano, no tendrá otra ocurrencia que pedir uno de los platos mas mundanos que existen en el país: una sopa de judías de soja. La misión es tan atípica, dado el refinamiento del Um Ahm Jung, que nadie, salvo Sung-Chan, se atreverá a afrontarla.

No lo puedo remediar; no aguanto el favoritismo hacia el pequeño de la familia cuando éste además de mimado y aprovechado peca hasta de tramposo (ver la escena en la que cae en la tentación de probar el plato cocinado por Min-Wu). Soy hijo único y no entiendo de rivalidades entre hermanos pero siento el dolor de Bong-Ju como si fuese mío.

Y en parte éste odio hacia Sung-Chan viene provocado por la figura de su padre ficticio, un Steven Seagal – por las formas – de la cocina que tiene mas de palabrería que de sentido común. Solo hay que observar el tratamiento que le da a los platos que tiene que juzgar; alguno podría tacharlo como poesía pero a mi, en conjunción con esas alegóricas escenas que ilustran las sensaciones despertadas, me provoca poco menos que risa. Es otra manera de verlo…

Por lo demás, el episodio resulta entretenido en parte por ese ritmo que posee capaz de acumular dos desafíos complicados además del que centra el propio capítulo como es la confección de esas vejigas de Corvina. Proceso que además resulta sugerente e ilustrativo de las virtudes de la cocina surkoreana, uno de los principales objetivos de la serie. Tanto te llena el buche como el espíritu… Leñe, ya me parezco al patriarca de la familia con tanta cursilería, jejejejejeje….

3º CAPITULO: Una nueva prueba, un nuevo personaje… ¿qué mas quieres?.

A pesar de resultar vencedor de la primera prueba Sung-Chan no tendrá ni tiempo para saborear su victoria ya que su Sopa de Judías de Soja no convencerá al diplomático norcoreano poniendo en entredicho el prestigio del Um Ahm Jung. Su padre, decepcionado amenazará con excluirlo de las siguientes fases del concurso que decidirá la sucesión al frente del restaurante sino averigua la causa de porqué no logró agradar al político. Para ello contará con la ayuda del viejo Maestro Ja-Wun que dándole la clave lo animará a pedirle otra oportunidad al Ministro. Aceptando, Sung Chan conseguirá recuperar el favor de éste hacia el Um Ahm Jung. A su vuelta al restaurante lo estará esperando Bong-Ju que violentamente le reprochará su actitud de actuar por libre. Sin embargo será su padre el que viendo que ha salvado el honor de todos, lo exculpe. Finalmente ambos hermanos harán las paces y la vida continuará. El siguiente paso será resolver la segunda prueba convocada para dilucidar quien será el heredero del Um Ahm Jung. Aprovechando unos platos y cuencos de cerámica realizados por un amigo de la familia y padre de la señorita Ju-Hee, los tres chefs deberán realizan un plato que quede armónico con el recipiente.

A pesar de haberle cogido inicialmente cierta manía al joven protagonista, tengo que confesar que en éste episodio me ha empezado a gustar gracias a esa tenacidad que en cierta forma yo comparto. Y es que el personaje de Sung-Chan tendrá – otra vez como yo – muchos defectos pero el de rendirse no es uno de ellos o sino, ¿qué hago yo aquí frente a vosotros escribiendo esto tras ya mas de diez años en la red…?

Otro aspecto que resultará interesante a partir de ahora será la de las relaciones sentimentales de ambos protagonistas. La abrupta declaración de amor de Bong-Ju y el consecuente rechazo por parte de Ju-Hee y la entrada definitiva en juego de Jin-Su darán seguro mucho de que hablar.

Para acabar, una de errores. ¿No se dijo en el primer episodio que el Maestro Ja-Wun no se podía ni ver con el Sr. Oh?. ¿Pues que hacen aquí juntos…?. Ahhh… y «Gourmet» seguirá abriéndonos el apetito.

4º CAPITULO: Llega el drama.

Tras la decisión que proclama al ganador de la segunda prueba, los tres aspirantes deberán acometer el tercer y definitivo envite. El Sr. Oh, el Maestro Ja-Wun y el padre de la señorita Ju-Hee los conducirán hasta un monte donde tras cazar cada uno de ellos tres gallos salvajes, les encargarán que los cocinen a su libre albedrío con tal de dar con la receta estrella del Gran Chef Imperial que desgraciadamente no fue transmitida de generación en generación. Ante la dificultad de dar con un sabor del que solo los tres jueces tienen constancia, los protagonistas comenzarán una búsqueda desesperada. Mientras ello ocurre, Bong-Ju se enterará por boca de su padre de que Sung-Chan es en realidad el bisnieto del Gran Chef Imperial y que ha estado viviendo todo éste tiempo una mentira. Decepcionado, acudirá al restaurante de un amigo; allí se encontrará con un veterano chef camarada de su padre que le propondrá acudir a un certamen gastronómico en Alemania junto a él. Mientras éste rechaza la oferta, Sung-Chan buscará en el bosque los ingredientes que cree que darán el sabor necesario al plato de gallo; y es que el joven recuerda haberlo comido en su niñez de la mano de su padre. A su vuelta se encontrará con una desagradable sorpresa: su ayudante le contará que la noche anterior oyó conspirar a Bong-Ju y a Min-Wu urdiendo un plan para que éste perdiese. Yendo a corroborarlo de propia boca de su hermano, éste no solo se lo admitirá sino que herido, le contará toda la verdad sobre su origen. Rota su hermandad, Sung-Chan decidirá no solo abandonar la competición sino el propio Um Ahm Jung.

Final dramático y algo conmovedor para un episodio bastante completito. La verdad es que el personaje de Sung-Chan cada vez me está cayendo mejor porque intenta desmarcarse de todos los favoritismos, tirando de corazón mas que de cabeza. Quizás por ello peca de demasiado idílico, mezcla de abnegado héroe e hijo perfecto pero ya no es el clásico blanco de los amores de adolescentes. Sí, su actitud lo hace todavía mas ejemplar pero mas que deseada, es una pose correcta.

Por otra parte, la serie evoluciona correctamente, comete algunos fallos cuando no explica bien las situaciones como por ejemplo el rol del padre de Ju-Hee pero de momento está tocando todos los géneros. Hoy con la llegada del drama ha conseguido alcanzar la única cima que le quedaba por conquistar.

Para terminar, decir que si Sung-Chan está gustándome cada vez mas, la «buena» de Ju-Hee, cada vez menos. Vale que esté interesada en el benjamín de la familia pero parece no darse cuenta de lo que está pasando. Imagino que esto se truncará para finalmente acabar junto a Bong-Ju.

5º CAPITULO: Sin la presencia de uno de los protas, no se resiente la serie.

Tras la marcha de Sung-Chan nadie, salvo la señorita Ju-Hee, parece sentir su falta. Todos se preocuparán al principio sí, pero la vida debe seguir. Así sin el mayor rival y con Min-Wu rendido a la causa, Bong-Ju será el único a suceder a su padre al frente del Um Ahm Jung. El primer desafío será atender a un prestigioso crítico culinario norteamericano pero originario de Korea que pretende publicar una reseña sobre el restaurante en la revista donde escribe. Todos se pondrán a trabajar para atender de la mejor de las maneras al columnista pero al final todo se irá al garete cuando los sorprenda descubriendo que tenía a su ayudante como un cliente mas escondido bajo el anonimato. A pesar de quedar en mal lugar cuando el asistente del crítico sea víctima del mal humor de uno de los chefs del restaurante, Jin-Su volverá a equilibrar la balanza a favor del local cuando les cuente a todos lo que el crítico había ido a buscar a Korea. Tras saldar con nota la prueba, Bong-Ju pondrá en marcha su plan para hacer crecer el Um Ahm Jung.

Como decía al principio, a pesar de la ausencia de Sung-Chan, el episodio resulta entretenido sin pararse siquiera a echarlo en falta. Esa es una de las principales bazas de la serie: su ritmo.

Éste es tal que ese salto temporal de un año que se produce al final del episodio puede deparar muchas sorpresas y no solo por la «delicada» situación de Sung-Chan sino por la de otros personajes como Jin-Su.

Para terminar decir que se echa en falta en éste capítulo algo mas de esa presencia culinaria que veíamos en anteriores entregas pero al menos queda compensado con otros elementos como por ejemplo esa excursión del Sr. Oh y el Maestro Ja-Wun que nos muestra la Korea mas típica y a la vez, real. Doy de fe de ello.

6º CAPITULO: Un episodio redondo y sin fisuras.

Tras salir despedido literalmente del barrio, Sung Chan seguirá con su marcha habitual buscando los mejores productos en su lugar de origen dirigiéndose a su mercado favorito, el puerto de YeongDeok. Allí casualmente el Um Ahm Jung debe preparar un banquete para el Director Zhang y una comisión inversora china. Para la ocasión Bong-Ju deberá buscar los Cangrejos de la Nieve de mas alta calidad pero antes de ponerse a ello y bajo petición de su padre deberá visitar al herrero amigo de la familia, encontrando Bong-Ju el local cerrado. El destino provocará que por tan solo unos segundos los dos hermanos no se reencuentren cuando Sung-Chan por su parte haga una visita de cortesía al herrero. Por suerte, el joven encontrará al anciano en la vivienda adjunta en un estado deplorable ya que está aquejado de cáncer. Intimando decidirá echarle una mano en la visita de éste a su hijo encarcelado, confeccionando un plato a base de los Cangrejos de la Nieve. A pesar de que la labor es dificultosa Sung-Chan encontrará finalmente los crustáceos con la suficiente calidad, cosa que no logrará Bong-Ju hasta que una avispada Jin-Su se entere de que estos son vendidos fuera del «circuito comercial». Allí se topará con Sung-Chan prometiéndole guardar el secreto de que se encuentra por allí. Finalmente ambos hermanos conseguirán su objetivo: el mayor, satisfacer al Director Zhang y el menor, aún con ayuda de Jin-Su, volver a reunir a padre e hijo en la cárcel reconciliándolos de paso. Enterado de la enfermedad de su amigo, el Sr. Oh acudirá hasta YeongDeok. Al divisar a su padre, Sung-Chan huirá con tan mala suerte que tendrá un accidente con su propio hermano.

Como se ha podido ver por el argumento, hoy tenemos un capítulo denso y eso que me he dejado por el camino situaciones como las provocadas por el viaje de Bong-Ju y Jin-Su, en una primera parte marcada por la comedia.

De tal guisa se puede decir que tenemos un episodio bastante bipolar ya que su primera media hora viene marcada por el humor mientras que la segunda por, si bien no por el drama sí que por lo sentimental. Y es que la conversación entre padre e hijo en la cárcel con la providencial intervención de Sung-Chan amenazará con provocarnos unas lagrimillas.

Sí, por otro lado se abusa de esas casualidades, esos caprichos del destino que hacen coincidir a los protagonistas en el mismo lugar y tiempo cruzándose pero sin llegar a verse, no obstante resulta mas una broma que una necesidad.

Por último decir que si por un lado se nos vuelve a «alimentar» satisfaciendo esa necesidad declarada de conocer mas sobre la gastronómica local, por otro resulta interesante, hasta invitando a la reflexión, el alegato hacia la cocina como embajadora de un país y cómo Japón supo aprovecharlo en su momento.

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