THE LEGEND (Tae Wang Sa Shin Gi) (IV) – Korea del sur – 2007 – Kdrama – (Ep. 19 al 24) de 24. FINAL

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BREVE RESUMEN DE LOS DIECIOCHO PRIMEROS CAPÍTULOS:

Tras avistar la estrella de Jooshin muchos creyeron que el heredero de Hwanwoong, señor de todas las cosas, había nacido en el reino de Goguryeo. Muchos, encabezados por los malvados Hwancheon, un clan que aspira a dominar el mundo, pensaron que éste era Ho Gae, hijo de la hermana del Rey y entre otras muchas cosas, carismático y triunfador joven entre el populacho. Para estos pasó inadvertido Dam Deok, primo del anterior y menos popular entre su pueblo. Cuando el Rey, enfermo decida elegir sucesor se inclinará por Dam Deok y su bondadoso padre sorprendiendo a propios y extraños. A la tía de éste, viéndose traicionada, no le importará llegar incluso a intentar envenenar a su hermano con tal de alcanzar el trono. La providencia hará que éste se salve gracias a la ayuda de una amiga de su hijo, Kiha, que paradójicamente trabaja a escondidas para los Hwancheon. El resultado de ésta intriga palaciega se saldará con el suicidio de la princesa por miedo al deshonor y con la enemistad entre los dos primos. Los años pasarán y mientras los Hwancheon y los Hyunmu, un clan que busca todo lo contrario que los anteriores, cierran el cerco sobre el próximo Rey Jooshin que según la leyenda tiene que unir a los hombres en paz, las confabulaciones no cejarán. Ho Gae y su padre acusarán al Rey de instar a su hijo a secuestrar y asesinar a los hijos de unos ministros. Cuando Dam Deok luche por su inocencia, teniendo que afrontar por el camino la muerte de su padre, se desvelará su verdadera condición como heredero de Hwanwoong pero ni así sus enemigos estarán tranquilos; achacarán la revelación a una mentira e intentarán ganarse el favor del pueblo invadiendo a los reinos enemigos poniendo en evidencia la débil situación del nuevo Rey. La verdadera intención es recuperar cuatro símbolos sagrados que según la misma leyenda poseerá únicamente el verdadero Rey de Jooshin. En lugar de amedrentarse, Dam Deok iniciará su propia cruzada, resultando no solo vencedor en todas ellas sino capturando algún que otro símbolo sagrado. Por último, su regreso a la corte no será todo lo victorioso que quisiera ya que en Goguryeo, Kiha, su antigua amante, se ha hecho con el poder del Oráculo, estamento religioso del reino, dispuesta a arrebatarle su posición al frente de la nación.

19º CAPITULO: A pesar de no contener mucha acción otro tipo de emoción convertirá a éste episodio en uno de los mas importantes.

La lucha fraticida entre Kiha y Sujini acabará de una manera inesperada, con Chuh Ro y Sa Ryang heridos graves y la pequeña de las hermanas henchida de rabia y «encendida» con los poderes de su hermana. Mientras, Dam Deok da instrucciones a sus generales y ministros para transportar sus tropas hasta Khitan pero no para ayudar a su primo sino para hacer casi una misión humanitaria tras los destrozos que Ho Gae está causando. El padre de éste dando muestras de locura cree que el Rey envía a sus hombres a una muerte segura poniendo en sobreaviso a su hijo. De vueltas con Sujini y tras ser consciente de que puede ser el tan traído Fénix Negro con el que desde niña se le había aleccionado, decidirá acabar con su vida para evitar que pueda descontrolarse y llegar a consumir el mundo. Antes de ello decidirá despedirse a su manera de Dam Deok. A todo ello Ho Gae encontrará finalmente al hermano de Bason y por lo tanto, al codiciado símbolo del Tigre Blanco.

Como decía al principio poco espectáculo nos va a deparar éste episodio pero sí por el contrario, fuertes emociones. Y es que la despedida de Sujini se va hacer realmente dura a todo aquel que se haya enganchado a la serie, encogiéndole el corazón. La pequeña borrachina se ha convertido en nuestra hermana pequeña y la entereza con la que asume su destino resulta encomiable al igual que doloroso. No diré mas que hasta el mas impasible verá flaquear su ánimo.

Dejando esto hay que destacar dos aspectos, uno positivo y otro negativo. El primero, que tras varios episodios donde uno asumiendo la grandeza de su banda sonora ya casi se había olvidado de ella, en ésta entrega debo volver a poner de manifiesto la maestría de Joe Hisaishi componiendo unas piezas de gran plasticidad y sobrada belleza. El primer cuarto del episodio casi se realiza sin dialogo alguno, dejando que la música del compositor japonés hable por los personajes. Soberbio.

Y el segundo, que parece mentira que disfrutando de tales bondades artísticas y técnicas, en éste episodio se aprecien un par de cortes bruscos en el montaje que estropean el resultado final. Quizás tan solo es que soy demasiado exigente…

20º CAPITULO: Otro episodio de transición en el que todos los frentes preparan sus estrategias.

Dam Deok y sus hombres llegan a las tierras de Khitan y acampan bajo las órdenes del Rey en el mismo lugar donde horas antes Ho Gae había cometido una masacre. Sus lugartenientes no entienden su postura ya que en lugar de esconderse el monarca ha optado por mostrarse a todas luces. Mientras, Jumuchi intenta rescatar a Dalbi y Bason de manos de Ho Gae pero para su desgracia será descubierto; sorprendentemente el primo del Rey les dejará marchar aunque posteriormente y en secreto mandará a sus hombres que los persigan y maten. Inteligente, Jumuchi adivinará sus intenciones y lograrán escapar de la muerte. En Goguryeo Kiha pondrá a prueba la lealtad de Sa Ryang y tras darse por satisfecha intentará persuadir a un rehabilitado Yon Ga-Ryuh para que rija el país a su conveniencia. A todo esto, Dae Jang-Ro animará a sus aliados para que convenzan al Rey de Baekje de que recupere sus fuertes atacando a una desguarnecida Goguryeo. De vuelta con Dam Deok, éste por fin verá los frutos de su estrategia: las tribus reunidas de Khitan con un tal Atila a la cabeza – no, no es el que conocemos… – retarán al Rey.

Aunque por desarrollo éste episodio resulte intrascendente se puede decir que es bastante completo ya que todos y cada uno de los personajes de la serie por secundarios que sean, tienen su parcela de protagonismo.

Así es que poco hay que comentar en éste episodio mas que un par de detalles. Uno, que se nota el ahorro de energía para poder acoger mejor el «sprint» final de la serie, es decir, entre tres «flashbacks» y un par de pasajes al mas puro estilo «videoclipero», el contenido del episodio queda reducido a un 75% del metraje.

Y dos, que en la misma línea resulta desconcertante y hasta un poco cargante la postura que mantiene Yon Ga-Ryuh. El tío del Rey parece una veleta sin rumbo fijo y no extraña que cualquiera lo pueda manipular viéndosele los puntos flacos a la legua.

21º CAPITULO: Solo hay una manera de calificar lo que se presenta ante nuestros ojos: soberbio.

Yon Ga-Ryuh harto de ser el instrumento no solo de unos y otros sino también de su propia ambición, tomará una última decisión. Y digo última porque tras abusar de la confianza depositada por su sobrino, hurtando y enviando a su hijo los dos símbolos sagrados custodiados en Goguryeo, Yon Ga-Ryuh determinará suicidarse consciente de su traición. Ajenos a todo esto Dam Deok y sus hombres acudirán al encuentro de Atila y a pesar de la tensión que amenaza con acabar con sus vidas, el monarca logrará exponer su plan para ganarse la confianza de las tribus que habitan la planicie de Khitan. Mientras estos piensan si aceptan la oferta del Rey, Dam Deok no perderá su tiempo poniendo en marcha otro plan para bajar la moral de las tropas de su primo promoviendo la deserción y revueltas internas. Ho Gae no se lo tomará a bien y ejecutará a todo aquel que decida traicionarlo. En medio del baño de sangre y mientras Dam Deok se acerca al campamento de éste para sorprenderlo, llegará Kiha que no solo le traerá los símbolos sagrados sino sendas noticias funestas como son la muerte de su padre y que espera un hijo de Dam Deok. Herido y humillado, Ho Gae montará en cólera, echará a la mujer con incluso dolores de parto y se preparará para la batalla.

Sin mas escenas de batalla que un par de «ajusticiamientos» éste capitulo vigésimo primero resulta especialmente estimulante por las situaciones y hasta conclusiones que alcanza.

La muerte de Yon Ga-Ryuh, por muy negativo que haya resultado el personaje, no deja de ser conmovedora y eso es lo que hace grande a ésta serie. Y es que hasta el peor y mas pequeño de los personajes que concurren en la misma tiene no solo un rico repertorio de matices sino unos rasgos que a fuerza de ser «humanos» resultan mas creíbles. Por ejemplo éste personaje termina su participación en la serie siendo consciente de sus errores y como tal los asume. Podemos decir que su determinación a día de hoy se antoja trasnochada pero tenemos que ponernos en situación ya que estamos tratando con hombres donde el honor importaba mas que el dinero y/o la posición social.

Lejos de consignas éticas y trascendentales, uno disfruta oyendo de boca del protagonista su estrategia para vencer a su primo comprendiendo pasos dados en el pasado – p.e. la declaración de insurgencia de sus hombres – que tenían un significado mas allá del aparente. Ésta planificación y cuidado por el detalle no solo demuestra una inteligencia superior por parte del héroe de la serie sino – y menos superficial – un esmerado trabajo a cargo del equipo de guionistas de la misma.

22º CAPITULO: Muertes, drama, sorpresas y mucha acción… ¿qué mas quieres?.

Tras el precipitado parto de Kiha que incluso hizo tambalearse en la distancia a Dam Deok, Sa Ryang le pedirá a Sujini que coja al bebé y escape de allí. Ante la negativa de ésta el esbirro de los Hwancheon le contará toda la verdad, que ella es hermana de Kiha y que el recién nacido es hijo del Rey. Sorprendida no dudará en hacer caso a éste y escapar en las propias narices de Dae Jang-Ro, el cual será víctima del engaño de Sa Ryang cuando le presente otro corazón de un bebé que no es el que espera. Para darle mas realismo a la trampa, nada sabrá Kiha que creyendo que Sa Ryang le ha traicionado, le dará muerte. Pero el sacrificio del anegado héroe será en balde ya que pronto Dae Jang-Ro será consciente del ardid del que ha sido víctima. Mientras Dam Deok sale a la búsqueda de un Ho Gae que ha visto como sus tropas se le rebelaban y ponían al servicio del monarca. Desamparado, los hombres de Khitan buscarán también su cabeza y será el propio Dam Deok el que paradójicamente salve su vida. Humillado y rencoroso, Dam Deok sacará fuerzas de flaqueza golpeando mortalmente a su primo pero Jumuchi se interpondrá en el camino de la espada de Ho Gae, salvando a su vez al Rey. Éste hecho resultará engañoso ya que la muerte de Jumuchi esconderá un asombroso descubrimiento. Finalmente una repuesta Kiha junto a un fugitivo Ho Gae se unirán para acudir al encuentro de Dae Jang-Ro y saber sus pretensiones…

Como decía al principio éste episodio no decae en intensidad ofreciéndonos un contenido no solo completo sino atractivo.

Y es que por mucho que resulte predecible la muerte de Sa Ryang, ajustando su destino al estereotipo de sacrificado subalterno de buen corazón, el hecho que propicia su fallecimiento (asesinato) tiene mas connotaciones que las del sacrificio ya que para Kiha, casi todos los hombres que la han rodeado – y querido – han muerto por su mano.

Dejando de lado conclusiones y reflexiones, podemos decir que como vehículo de entretenimiento, éste vigésimo segundo episodio contiene una fuerte dosis de acción centrada principalmente en esa lucha entre los hombres de Khitan y los de Goguryeo que ya no solo por su extensión – algo mas de 10 minutos – sino por su contenido – sangre digital, uso del cable y una buena coreografía – la hacen espectacular y recomendable para todo aficionado a la épica.

Por poner una objeción decir que la «muerte» de Jumuchi resulta un tanto fría, tanto que denota que hay algo oculto; cuando encima te dan la «sorpresa» dando una explicación al hecho, uno se queda con esa sensación de que tiene que creerla mas por fe que por lógica. Pero bueno…. lamento no poderme explayar mas pero prefiero reservar el «descubrimiento» al espectador.

23º CAPITULO: Aunque pueda parecer extraño a estas alturas, lamentablemente nos encontramos frente a un episodio deslavazado y casi sin contenido.

Tras recibir la carta desde el antiguo imperio Yan, Dam Deok tiene la firme creencia que Sujini se esconde tras la misma. Cuando lleguen a tierras de Yan, el General responsable del reino les pondrá al tanto de la situación: el hermano del príncipe heredero quiere matar a éste para «relegarlo» en la línea sucesoria. A pesar de contar con pocos hombres Dam Deok y los suyos lograrán salvar al príncipe. Pero de lo que interesa a nuestro Rey, es decir de Sujini, solo encontrarán un ligero rastro pero nada tangible; y es que la jovencita escapará del lugar sin que pueda ser vista por los héroes. De vuelta a Goguryeo, Dam Deok tendrá que hacer frente a los continuos ataques de Baekje rechazándolos durante años hasta que al final obtenga la rendición de su Rey Ashin; éste le jurará lealtad a cambio de que se comprometa a llevar la paz a su tierra. Pero ese será el menor de sus problemas ya que desde varios frentes, tropas venidas del imperio de Yan invadirán las tierras de Goguryeo y Shilla. Pronto el Rey se enterará de que detrás de todo se esconde la mano de los Hwancheon.

Varias son las causas que convierten a ésta entrega en una de los peores – o menos buena – de la serie. La principal, como ya anunciaba al principio, es que se encuentra bastante deslavazada.

Estructuralmente el capítulo se puede dividir en tres: una primera parte centrada en la línea sucesoria del Imperio Yan que rompe con la linealidad de lo que se venía narrando ya que como se suele decir, no viene a cuento; una segunda, precipitada y endeble que viene a resumir los años de guerra con Baekje y que no sirve para otra cosa que para justificar el paso del tiempo y una tercera algo lenta que como al principio, no tiene mas objetivo que conducir a los personajes al encuentro con Sujini. Solo los minutos finales con el retorno – curioso – de casi todos los personajes de la serie que parecían olvidados como Ho Gae, Kiha, el jefe de Julno, Dae Jang-Ro, etc. darán la verdadera medida de lo que se espera en un penúltimo episodio. Y es que parece que se lo han dejado todo para el final.

En la misma línea y continuando con los motivos que hacen de ésta entrega un episodio olvidable, decir que en ésta ocasión se abusa tanto de esos minutos musicales sin mas misión que unir el tema central de la serie con imágenes evocadoras como de flashbacks.

Por último, dos detalles en forma de fallos de racord. Hay que ver lo rápido que le crece el pelo a Sujini; el bebé sigue siendo un recién nacido pero ella ya tiene una larga melena. Y dos, fijarse en la primera imagen de la criaturita y cuanto pelo tiene para minutos después verlo con la cabeza como una bombilla.

24º CAPITULO: Llegó el final… sin mas.

Dam Deok se encuentra finalmente con Sujini y a pesar de que ésta se muestra reticente a volver junto al Rey, aceptará aunque reservándose contarle la verdadera identidad de su «sobrinito». Mientras, en palacio, todos andan preocupados por la invasión de Goguryeo y los ataques a Shilla; sin embargo el problema mas gordo lo tienen en su misma «casa» ya que sorprendentemente el propio Teniente de Dam Deok se descubre como espía de Dae Jang-Ro. Utilizándolo, el malvado líder de los Hwacheon se enterará de la presencia del hijo de Kiha y Dam Deok haciendo uso de él por demás para secuestrarlo. Sujini no tendrá ya excusa para ocultarle al Rey que el niño es hijo suyo lo que unido a que con éste, Dae Jang-Ro ya no lo necesita, Dam Deok no tendrá otro remedio que acudir a Abullansa para solventar de una vez por todas el conflicto. A pesar de que las tropas del Hwancheon junto a las de Yan los triplican, no conseguirán amedentrar a nuestros héroes. Dam Deok y los suyos llegarán al palacio justo en el momento en el que Kiha está a punto de sacrificar a su hijo…¿o no será ella?.

Así de enigmático dejo el final de la serie ya que creo que tampoco es cuestión de destriparlo.

Lo que si que añadiré serán varios comentarios.

Primero, que a pesar de que en el anterior episodio hablábamos de entrega superflua e innecesaria, ésta por el contrario se presenta algo precipitada. Ya no es ese desenlace ambiguo que podríamos hasta tachar de abierto sino de cuestiones que se quedan en el aire. Y no, no es ese incierto devenir de los personajes sino la desaparición de otros como la del propio Teniente.

Segundo, esa misma indecisión que comentaba por zanjar asuntos. Vale que tengamos mas de una muerte pero hay demasiadas cuestiones, situaciones y cabos que se quedan sin atar.

Y tercero, con toda la acción y efectos especiales que ha tenido la serie éste última entrega puede antojársenos un tanto pobre. La gran batalla final peca de demasiados primeros planos y paradójicamente de lo que veníamos narrando respecto a las sangrías, algo inocente.

CONCLUSIONES:

La primera nota distintiva y a agradecer es que «The legend» prescinda de un protagonismo romántico. Hay algunas connotaciones sentimentales pero son tan solo apuntes que ayudan a construir la historia y los personajes.

Otro punto a tener en cuenta es que a pesar de que la serie haya ido de mas a menos, en ningún momento ha sufrido un descenso en lo que a calidad se refiere.

Mas en el plano personal decir que por encima de nombres y estrellas, en la serie quienes brillan con luz propia son los personajes secundarios gracias a sorprendentemente un sentido del humor bastante remarcado.

Resumiendo, «The legend» es una serie no solo recomendada para el aficionado a la épica sino para el público en general. Y es que no solo presume de un argumento sólido, una cuidada dirección artística y estrellas de renombre sino de otros valores que invitan tanto a la reflexión como a la emoción.

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THE LEGEND (Tae Wang Sa Shin Gi) (III) – Korea del sur – 2007 – Kdrama – (Ep. 13 al 18) de 24

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BREVE RESUMEN DE LOS DOCE PRIMEROS EPISODIOS:

Durante miles de años tanto el bondadoso Clan de los Hyunmu como el malvado de los Hwancheon han estado esperando la llegada del heredero de Hwanwoong, Rey de los cielos, que bajo el sobrenombre de Rey de Jooshin vendrá a unir a todos los reinos que hoy en día conforman Korea. Cuando una estrella anuncie el nacimiento de éste, la maquinaria de ambos clanes se pondrá en marcha. Sin embargo el problema es que bajo tal anunciación nacerán dos herederos con sangre real, Dam Deok y Ho Gae, primos para mas señas. Pasados los años el viejo Rey nombrará heredero al padre de Dam Deok, alejando del trono a Ho Gae. Sin embargo, la familia de éste – los Yon – cuentan con el poderío económico y pronto comenzarán a urdir planes para derrocar al progenitor de Dam Deok. Es tal la ambición de estos que no dudarán en por ejemplo envenenarlo; será una niña, Kiha, sacerdotisa en aprendizaje y criada secretamente como espía por los Hwanwoong, la que salve la vida del monarca. Y es que la relación entre ésta y Dam Deok, con los años se convertirá en amor. De resultas de todo el caso, la madre de Ho Gae terminará suicidándose ante la presión del inteligente príncipe, algo que nunca le perdonará Ho Gae. Los años pasarán y los rencores irán creciendo hasta que un día a los Yon con la ayuda de los Hwanwoong no les importe ni acusar a Dam Deok de traición: secuestrarán a los hijos de unos ministros y los matarán acusando a éste. La conmoción será aprovechada por los aspirantes al trono, intentando asesinar al Rey. Antes de que esto suceda el monarca se suicidará pero la mala fortuna provocará que se crea que ha sido Kiha la culpable de su muerte, causando la ruptura de su relación con Dam Deok al que también se le acusará de conspirar para asesinar a su padre. Cuando el milagro suceda y éste no solo quede libre de culpa sino nombrado nuevo soberano además de quedar demostrado que es el Rey de Jooshin, los Yon seguirán con su campaña de mentiras dispuestos a conquistar el trono aunque sea a la fuerza…

13º CAPITULO: Efectos especiales, humor, mucho sentimiento y por fin, la esperada batalla. La segunda mitad de la serie no puede comenzar mejor.

Antes de partir a la batalla Jumuchi reunirá a los hombres del Clan Shinwoo que dispersos por el mundo han estado vagando tras perder sus tierras ahora ocupadas por los de Baekje. Dispuestos a recuperar éstas no les importará dar la vida por su líder y pelear hombro con hombro con el nuevo Rey. Llegada la hora de ir rumbo a Baekje, Dam Deok tendrá que engañar a Yon Ga-Ryuh para no desvelar los verdaderos motivos de su marcha. Nuestros héroes se embarcarán camino a tierra de sus enemigos pero antes de dejar suelo firme, el Rey enviará un mensaje tanto a su tío como a su primo; a uno pidiéndole que se haga cargo del gobierno del país en su ausencia desvelándole ya a medias sus planes y a otro pidiéndole que le auxilie cuando se abalancen sobre él las tropas de Baekje. Mientras que el primero aceptará no sin antes ir a recriminarle a Dae Jang-Ro su actitud pasiva al no haberle desvelado las intenciones del Rey, el segundo ciego ante la valentía de su primo, le negará toda ayuda dejándolo sin defensa. Pero mientras esto sucede, Kiha que irá al encuentro de Ho Gae determinará finalmente acabar con su vida. La sorpresa no será lo que se lo impida sino que su fiel Sa Ryang sepa que en su interior lleva el fruto de Dam Deok. Por último, éste desconocedor de la traición de Ho Gae se lanzará sobre el Fuerte Seukhyeon, el mas grande de Baekje siguiendo su estrategia suicida a tenor de la falta de ayuda de su primo.

Estamos, como he esbozado al principio de la reseña, ante uno de los mejores – por no decir el mejor – episodios de la serie. Y es que es tal la conjunción de sensaciones y elementos que cohabitan en éste capítulo que uno no puede otra cosa que aplaudir a sus responsables.

Para empezar porque volvemos a encontrarnos con esa fantasía que caracterizó a los primeros episodios de la serie. La aparición de un nuevo personaje, uno de los líderes de los guerreros de Baekje al que sus mismos hombres creen un demonio debido a sus poderes – estupenda la demostración de estos – así como la «salvación» del personaje de Kiha junto a esas infografías de puertos, barcos de época navegando y amerizando en la playa, son imágenes de gran impacto visual que llegan incluso a replantearnos el rol de la industria televisiva española cuando acogen seriales de ínfima calidad… por no decir interés.

Pero por encima del espectáculo nos encontramos con las emociones que son las que le dan verdadero valor al episodio. El pasaje protagonizado por Kiha y Sa Ryang o las muestras de afecto de Dam Deok con Sujini provocarán que hasta se nos enternezca el corazón; el contrapunto sensible – y efectivo – a toda la acción y aventura que depara el episodio.

Y por último y no menos importante, esas dosis de humor centradas principalmente por la relación entre Jumuchi y Dalbi que mas que cómicas resultan tiernas.

Resumiendo, la impronta del episodio es tal que creo que por él solo vale la pena haber visto los anteriores.

14º CAPITULO: Tras el derroche del anterior capitulo nos toca uno que aunque mas relajado, deparará alguna que otra sorpresa.

Tras la caída del Fuerte Seukhyeon, uno tras otro irán cayendo a mano del pequeño ejercito liderado por Dam Deok. Las amables medidas tomadas tras la conquista de cada fuerte y los formidables de sus hombres harán que incluso los últimos fortines se rindan sin llegar a cruzar las espadas. Estas noticias pronto llegarán tanto a la corte como a Ho Gae que henchido de envidia y rabia volverá a negarle a su primo el auxilio necesario cuando éste llegue a la capital, Gwanmi. Por su parte Kiha, de vuelta a la corte, se reunirá con la Suma Sacerdotisa «invitándola» a que participe de su plan para convertir al hijo que lleva en sus entrañas en el nuevo Rey de Goguryeo; al no conseguirlo, optará por tomar medidas «expeditivas». De regreso al campo de batalla, Ho Gae tomará la decisión de atacar Baekje a su manera, obviando las ordenes reales. Al menos, un espía de Dam Deok pondrá al tanto a nuestros héroes evitando la matanza. El joven Rey decidirá volver a la corte para evitar muertes pero los orgullosos hombres de Julno y Shinwoo, desobedecerán a su monarca comprendiendo la postura «defensiva» de éste; así planearán atacar por sí solos Gwanmi. Ante tal locura, Dam Deok solo podrá unirse a la batalla.

Lo primero que llama la atención del episodio no son ni las batallas – que todo sea dicho se antojan escasas – ni la ambientación épica, es la decisión tomada por Kiha atendiendo a la sugerencia hecha en el anterior episodio por su fiel Sa Ryang. Está claro que ésta encaja con el rol del personaje despechado que cambia de alineación pero por lo rico del personaje, gana todavía mas enteros.

Respecto al nuevo personaje importante de la serie que ha sido presentado, el Sr. Feudal Chuh Ro, decir que a pesar de la mascara que luce y lo distorsionada de su voz, la interpretación que efectúa Lee Philip ha sido merecedora de una nominación a «Mejor actor debutante» en los «MBC Awards» donde «Legend…» fue la gran triunfadora. De momento éste Lee Philip no justifica éste reconocimiento pero habrá que esperar.

15º CAPITULO: Otro episodio completísimo que no nos dará ni un segundo de respiro.

A las puertas del Fuerte Gwanmi, los de Goguryeo obtendrán un rápido éxito gracias a la potencia de sus arqueros. Será tal su superioridad que el Señor Chuh Ro tendrá que salir de sus aposentos para poner fin a la incursión de nuestros héroes. En un frenético ataque éste acabará con facilidad con algunos hombres del ejercito liderado por Dam Deok, incluso llegando a herir a Jumuchi pero cuando entre en juego el propio Rey tendrá que retirarse al fuerte no sin antes llevarse a Sujini como rehén. Mientras en la corte, Kiha convertida en la nueva Suma Sacerdotisa del Oráculo, pedirá la ayuda de Yon Ga-Ryuh para que comience a convencer al Gabinete cuando Dam Deok regrese y ella le arrebate el poder. Como colofón de su plan, viajará hasta donde están situadas las tropas de Ho Gae donde, sin esconderse, le ofrecerá su amor a cambio de que ponga todas las tropas a merced suyas. Ignorante de todo esto, Dam Deok acudirá al Fuerte Gwanmi para haciéndose pasar por mensajero real, entrevistarse con Chuh Ro y rescatar a Sujini. Pero éste no estará ni solo, ya que el Maestro Hyungo y Jumuchi se han infiltrado en el mismo, ni todo resultará tan peligroso como parecía, ya que el subalterno de Chuh Ro lo reconocerá como el Rey de Jooshin.

Como hemos dicho al principio éste episodio deparará fuertes sensaciones. Por un lado esa variante espectacular que aseguran tanto una vibrante batalla al comienzo donde las lluvias de flechas son las protagonistas como todo lo que rodea al personaje de Chuh Ro.

Y por otro, el episodio resultará estimulante gracias al propio personaje del Guardián del símbolo del Dragón Azul que aunque un tanto esteriotipado en el papel del anti-héroe maldito ya nos hace pensar que en siguientes capítulos puede depararnos alguna sorpresa agradable.

Por último destacar que por encima de la habitual generosidad del personaje de Kiha, hay que destacar en éste caso las virtudes incluso interpretativas de Yoon Tae Young/Ho Gae que por muy hijo que sea realmente del vicepresidente de Samsung, demuestra tener algo mas que un rostro – para las féminas – bonito.

16º CAPITULO: Relativo descanso para nuestros chicos mientras la tensión se acrecienta.

Mientras Ho Gae sigue haciendo la guerra a su modo espoleado por una ambiciosa Kiha, Dam Deok espera en el Fuerte Gwanmi recibiendo intranquilizadoras noticias del exterior que aseguran la inminente llegada de las numerosas tropas de Baekje. Pero por si esto fuese poco, Ba Son y Dalbi son secuestradas y llevadas fuera del fuerte a un destino incierto. A pesar de las intenciones de Jumuchi de ir a rescatarlas, Dam Deok le pedirá que se quede a su lado. En Goguryeo, Kiha en conjunción con Dae Jang-Ro convencerán a Yon Ga-Ryuh de que la mejor manera de vencer es mantener alejado al Rey; sin embargo cuando éste decida volver a la corte para averiguar porque el Oráculo se ha vuelto contra él, desconocedor de que ha sido Kiha la que se ha hecho con el poder, Dae Jang-Ro tendrá que urdir un plan definitivo para acabar con el monarca: separarlo de sus tropas y apoyarse en el ejercito del vecino Wel del Norte, enemigos naturales de Goguryeo, para derrotar a la resistencia que opongan estos. A todo esto, Ho Gae se descubrirá como el secuestrador de Ba Son y Dalbi y bajo coacción sonsacaran a la herrera la situación de su hermano y por lo tanto del Símbolo del Tigre Blanco.

Otra vez intrigas palaciegas en un episodio en el que las relaciones políticas y emotivas parecen mas reñidas que nunca. No es que tengamos pasión o romance, a estas alturas la serie ha dejado toda connotación sentimental, pero sí que afloran otros sentimientos como la traición que dan mayor dimensión a algunos personajes que parecían hasta el momento obsoletos.

Por ejemplo, la sola idea de que un ejercito enemigo entre en el territorio patrio para fines no muy éticos pondrá en pie de guerra a personajes que parecían claros detractores de nuestros protagonistas.

En la misma línea la transformación de otros personajes hacia «el lado oscuro» solo parece tener marcha atrás en el personaje de Ho Gae que de momento es el único capaz de reconocer su cambio. Kiha, por el contrario, decepciona al aceptar su esteriotipado rol de mujer despechada.

Menos mal que el Maestro Hyungo sigue poniendo la nota cómica a la vez que la obsesión de Chuh Ro por Sujini nos abre nuevas expectativas alejándonos de una antinatural relación entre la misma y Dam Deok.

17º CAPITULO: Vuelve la acción y a grandes dosis.

Dae Jang-Ro finalmente se desenmascarará cuando amenace a un Yon Ga-Ryuh que empieza a ver peligrar su posición. El pérfido jefe de los Hwancheon le ordenará mas que pedir que le dé el sello que representa a la autoridad gubernamental para cerrar todas las puertas de la corte y así impedir la llegada del Rey. Éste por su parte verá confirmadas sus sospechas cuando observe que nadie ha salido a recibirlos. Cuando mensajeras del Oráculo mandadas por Kiha le soliciten que acuda al palacio desarmado para ser «purificado» por el derramamiento de sangre en las recientes batallas, Dam Deok pondrá en marcha su plan. Primero acudirá al Templo para ver a la nueva Oráculo; como esperaba se encontrará con una Kiha muy cambiada, tanto que a pesar de las esperanzas que tenía depositadas, finalmente romperá toda relación con ella. Tras esto, Dam Deok decidirá terminar con la conspiración rescatando al Gabinete rehén de los Hwancheon en la Residencia Yon. Finalmente se verán las caras Dae Jang-Ro y el propio monarca y solo gracias a la intervención de Chuh Ro, nuestros héroes saldrán victoriosos. Derrotado, a Yon Ga-Ryuh solo le queda la esperanza de que su hijo logre encontrar el último símbolo.

Como hemos anunciado al principio, éste episodio nos va a ofrecer grandes dosis de acción centrada en la «reconquista» de las tropas lideradas por Dam Deok contra el Clan Hwancheon.

Así vamos a tener muchos y buenos duelos en base a armas blancas de todo tipo, sangrías de esas realizadas con apoyo de las últimas tecnologías digitales y algún que otro detalle como esos enfrentamientos a contraluz que aumentan el nivel artístico de los envites realzando a su vez aún mas la espectacularidad.

Respecto a lo puramente narrativo decir que hay pocos avances ya que por ejemplo personajes tan importantes como Ho Gae, Ba Son o Dalbi solo harán acto de aparición en plan casi anecdótico y por último, lamentar la pérdida definitiva de todo lo bueno que contenía el personaje de Kiha, obstinada en acoger el papel de villano sin causa y casi sin razón de la serie.

18º CAPITULO: Un poco de acción, un poco de drama y un final que esperábamos todos…

Mientras que Dam Deok despacha a varios embajadores de reinos vecinos, el Jefe de Julno intenta que la promesa que le hizo al padre de éste se vea cumplida: casar a Dam Deok con alguien de su estirpe. Así al buen hombre no se le ocurrirá otra cosa que adoptar a Sujini para que sea su hija y nueva esposa del Rey. Cuando ésta se entere entrará en un estado mezcla de estupor y sorpresa; será el propio monarca el que la tranquilice aclarando el asunto. Al día siguiente Yon Ga-Ryuh dejará de lado las formalidades y se dirigirá a Dam Deok, rogando por sus compañeros de Gabinete. Ante la deliberada pasividad de éste, su tío se comprometerá a suicidarse si dispensa a los ministros. El Rey lo perdonará y demostrará ante sus súbditos que además de clemencia tiene las ideas bien claras, descubriéndoles sus cartas y lo que quiere hacer con Goguryeo. Mientras, Ho Gae sigue buscando al hermano de Bason, invadiendo el reino de Khitan y masacrando a sus gentes. Dam Deok mandará un emisario advirtiéndoles de, que si no regresan a la corte, serán acusados de traición, cosa que a Yon Ga-Ryuh no le parecerá bien. Finalmente, ante el descubrimiento que la sitúa como el verdadero Fénix, Sujini acudirá al encuentro de la que cree asesina de sus padres, Kiha.

Por una parte me congratulo de que los flecos sueltos de la serie se vayan solventando. Aquel comentario entre el Rey Padre y el Jefe de Julno que al comienzo de la serie parecía desembocar en un matrimonio que comprometería a Dam Deok, vuelve a la palestra en un pasaje lleno de sentimiento y hasta humor.

Como decía unos episodios atrás, la relación entre el protagonista y la pizpireta Sujini encuentra, ante la patente fraternidad que mantienen estos, su contrapunto romántico en la presencia de Chuh Ro que poco a poco se va a convertir en el amante sacrificado que tanto gusta en los seriales asiáticos.

Junto a esto y a la decisión de la misma de vengar la muerte de sus padres, convierten de una vez por todas a Sujini en la protagonista del episodio dotándole de una verdadera presencia que hasta el momento parecía negársele.

Las escenas de acción por otro lado restan trascendencia al episodio permitiendo que su trama se desarrolle con mas fluidez. Los pasajes puramente épicos de enfrentamientos en campos de batalla protagonizados por Dam Deok se alían a esos en la parte final de clara inspiración «swordplay» debido a la utilización del cable.

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THE LEGEND (Tae Wang Sa Shin Gi) (II) – Korea del sur – 2007 – Kdrama – (Ep. 7 al 12) de 24

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BREVE RESUMEN DE LOS SEIS PRIMEROS CAPÍTULOS:

Dam Deok y Ho Gae nacieron el mismo día. En el momento de su alumbramiento una estrella brillaba en el cielo, la estrella de Jooshin, una señal que según la leyenda anuncia el regreso del heredero de Hwanwoong – el hijo de Dios – quien volverá a traer la paz a la tierra. El destino provocó que no solo ambos fueran primos sino herederos al trono de Goguryeo. Llegado el momento de la sucesión, saltará la sorpresa y será el segundo en la línea sucesoria el que vista la corona. Viendo que su hijo Ho Gae nunca podrá reinar, la hermana del recién proclamado Rey intentará envenenarlo pero será Dam Deok el que con la ayuda de una sacerdotisa – Kiha – al servicio de un clan que anhela conquistar el mundo, el que no solo cure a su padre sino encuentre a la culpable. Deshonrada, ésta terminará suicidándose, algo que nunca le perdonará Ho Gae a Dam Deok. Los años pasarán y mientras el primero se postula entre el populacho como claro aspirante al trono gracias a sus victorias en el campo de batalla, Dam Deok cultiva su mente y cuerpo en secreto con tal de no llamar la atención de los enemigos del reino. Pronto comenzarán las intrigas para derrocar al Rey…

7º CAPITULO: Se ralentiza la acción pero se desbordan los sentimientos.

Mientras que el maestro Hyungo discute con el resto del clan Hyunmu los nuevos acontecimientos intentando adivinar la identidad de la persona que al igual que Sujini manifiesta el poder del Fénix, a Dam Deok se le comunica que va a ser coronado. Sin embargo él sigue pensando que la persona que debe portar la corona es Ho Gae. Esto pasará a un segundo plano cuando nuestro protagonista se entere de que han secuestrado a los hijos de tres ministros y de resultas de ello puede surgir una revuelta ya que su tío y secuaces culpan de tal fechoría al Rey. Haciendo caso omiso a su padre decidirá ir en persona, acompañado de Kiha y de un grupo de soldados, a rescatar a los cautivos. Sin embargo no todo saldrá como esperaba ya que será su propia guardia la que le pare los pies. Paradójicamente será Ho Gae el que salve su vida. El Rey, acorralado y víctima de la codicia de su cuñado, no tendrá otro remedio que mandar a los hombres de Julno de regreso a su casa esperando que Dam Deok pueda refugiarse entre ellos.

Las cosas se ponen realmente peligrosas para nuestros protagonistas y ésta vez parece que no saldrán victoriosos. Sin embargo por encima de ambiciones y odios que al fin y a la postre son bastante tópicos en éste tipo de historias, subyacen una serie de sensaciones y/o sentimientos que son los que engrandecen, en éste caso, el episodio.

Ya no es la previsible relación entre Kiha y Dam Deok, ni siquiera ese eterno juego de sacrificios y amores imposibles, es la propia obstinación de Ho Gae que sabedor de que ésta a quien desea es a su primo, no se apocará esperando que el amor que siente ésta gire finalmente hacia su persona.

Y es que resulta curioso que sea el personaje de Ho Gae el que de mas matices disfrute ya no solo sentimentales si no hasta éticos. Vale que en el torneo sucumbiese finalmente a las «malas artes» pero parece que ha aprendido de sus errores y ya no quiere ganar la partida con una baraja marcada.

Superado ya el primer cuarto de la serie es hora también de sacar unas cuantas conclusiones. La primera, que por ejemplo me sorprende ver a un actor tan eficaz como Choi Min-Soo perpetrando una interpretación tan marcadamente teatral que hasta resulta sobreactuada. Min-Soo parece haber realizado un Master sobre Fu-Manchú y hasta sus gestos parecen estar copiados de ésta mítica figura literaria y sobre todo, cinematográfica.

Del resto del reparto alabar a Moon So-Ri y a los dos patriarcas de los antagonistas, aunque todo sea dicho, aquí Park Sang-Won haya perdido esa templanza que hasta el momento le hacía brillar.
Por último, destacar que en éste episodio veamos por primera vez lo que parecen ser ejércitos y otros detalles de atrezzo puramente épicos que nos auguran fuertes sensaciones en siguientes episodios.

8º CAPITULO: Vuelve la acción y a grandes dosis.

A Kiha le remuerde la conciencia tras su traición; primero se confesará ante Ho Gae pidiéndole que escoja a otra para ser su esposa y segundo, convencerá a su siempre fiel Sa Ryang para que interceda por ella ante los mercenarios liderados por Jumuchi. Estos acogerán con agrado el encargo de Kiha, rescatando a los hombres de Julno y a Sujini prisioneros en la residencia Yon. Sin embargo Dae Jang-Ro reprenderá a Sa Ryang por su actitud y contrariamente a su buena acción, tendrá que dejar pistas falsas en la prisión para que se culpe de la liberación de los hombres de Julno al propio Dam Deok. Finalmente los liberados se encontrarán con el príncipe y juntos huirán de las tropas de los Hwancheon que los persiguen. Sabedor de que su padre se ha quedado sin apoyos, Dam Deok no aceptará ir junto a sus compañeros a Julno y opuestamente acudirá al rescate de los hijos de los ministros para limpiar el nombre de su padre. En lugar de ello serán víctimas de una trampa: los Hwanchon matarán a los inocentes jóvenes y provocarán que Dam Deok y compañía sean descubiertos en el lugar del crimen pareciendo a todas luces como los culpables; con ésta prueba los ministros se pondrán en contra del Rey dispuestos a todo. Nuestros héroes acudirán a las tropas de retaguardia en el Castillo Da Jae para llevarse otra desagradable sorpresa…

Como decía, vuelve la acción y la aventura. Persecuciones a caballo, numerosas tropas y enfrentamientos a espada con la inestimable ayuda de la infografía a la hora de mostrar llamativas sangrías. En la misma línea nos encontramos hasta con aquellos efectos digitales que nos descubrían las conchas de invisibilidad de los Hyunmu elevando la espectacularidad del episodio.

Lejos de las nuevas tecnologías nos encontraremos con escenas como el escarmiento de Dae Jang-Ro a Sa Ryang o la lucha de Dam Deok en el Pueblo de los Indigentes que en base a trucos de cables o trabajadas coreografías nos traerán recuerdos de aquellas producciones del viejo Wuxia.

Por otra parte es tal la actividad que se vive en éste capitulo que hay poco tiempo para las relaciones entre los distintos personajes; la sensación de que se ha tenido que incluir un par de escenas, protagonizadas por Kiha y Dae Jang-Ro para dotar de algo de contenido apartado de la acción es tal que, éstas terminan por parecer parches encajados a la fuerza.

9º CAPITULO: Nos llega uno de los capítulos mas importantes de los vistos hasta el momento.

Las huestes de los Hwancheon en complicidad con la familia Yon irrumpen en el Castillo de Goguryeo dispuestos a derrocar el Rey. Las pocas tropas que permanecen fieles a éste lo conducirán al Santuario de los Reyes. Kiha casualmente será la única que lo acompañará en el mausoleo ya que la entrada está vetada a todo el mundo excepto a la familia real y al clero. Mientras que la joven sacerdotisa intenta convencerlo para que huya al encuentro de Dam Deok, éste se suicidará dejando como culpable a la propia Kiha ante los ojos de la Teniente Gak Dan. Será Dae Jang-Ro el que acuda al rescate de su sierva dando por hecho también que ésta es la responsable de la muerte del monarca. Mientras que Sujini, Hyungo, Gak Dan y un par de sus hombres (mujeres) van al encuentro del príncipe, éste deberá de vérselas tanto con los Hwancheon como con sus propios soldados que creen que es un traidor bajo el influjo de uno de los secretarios del clan Yon. Justo cuando Dam Deok se enfrente a su primo a las puertas del Castillo Da Jae, llegará la Teniente Gak Dan que le comunicará la muerte de su padre a manos de Kiha. Por si fuera poco, los Hwancheon harán su ataque final; solo el poder desatado provocado por el encuentro entre el Símbolo de la Tortuga-Serpiente que porta Hyungo y el propio príncipe, les salvará de una muerte segura. Aún así, muchos caerán víctimas de las flechas de sus enemigos. Pronto ésta demostración de poder llegará a oídos de Dae Jang-Ro y la familia Yon, poniendo en duda la identidad de Ho Gae como príncipe de Jooshin.

Como decíamos, importante episodio no solo por las primeras bajas importantes de la serie sino porque comienza a postularse abiertamente Dam Deok como el heredero de Hwanwoong.

Pero entre tragedias y revelaciones, tenemos un capitulo que no baja en intensidad en lo que se refiere a acción y aventura con un despliegue de medios envidiables. No solo son los numerosos ejércitos, atrezzo o caballos, son esos efectos especiales que apoyan todo ese despliegue de flechas y lanzas que surcan el aire dirigiéndose con gran espectacularidad a su objetivo.

Dejando de lado lo mas superficial y volviendo a su trasfondo sentimental decir que las muertes que se dan en éste capítulo resultan hasta conmovedoras, aumentando el caudal humano y emotivo de la serie.

10º CAPITULO: Tras episodios llenos de acción y aventuras nos llega un descanso.

Tras los acontecimientos del día anterior Dae Jang-Ro se replanteará la posición de la familia Yon. El padre de Ho Gae en lugar de tranquilizarlo se pondrá a la defensiva insinuando que por mucho poder que posea éste, una acusación de magnicidio puede hasta acabar con él. Mientras, un decidido Dam Deok decidirá volver a Goguryeo para esclarecer los rumores sobre la muerte de su padre y la implicación de Kiha en todo el asunto. Valiéndose de Sujini le hará llegar un mensaje para propiciar una reunión entre ambos; el problema es que Dae Jang-Ro será conocedor del asunto y tenderá una trampa al propio príncipe impidiendo la reunión y dejando aún con mas dudas al joven tras oír la declaración de la única testigo viva de la muerte de su padre. Pero lo peor estará por llegar ya que al día siguiente, en el funeral del Rey, todos esperarán la aparición de Dam Deok, al que Yon Ga-Ryuh y Dae Jang-Ro ya se han ocupado de cargarle el muerto de ser el instigador del asesinato de su padre por mediación de la teniente Gak Dan. Es mas, todos esperan que el príncipe se presente a la prueba que tradicionalmente decide sobre la inocencia de un noble: la Espada del Juicio.

Vuelven las intrigas palaciegas aunque con menor intensidad y es que en ausencia de acción, los discursos y sentimientos protagonizan el capitulo.

Así tenemos a un Bae Yong-Jun que por fin asume el liderazgo de la serie recogiendo las mejores frases del guión y dándole una mayor dimensión al protagonista. Sí, Kiha sigue postulándose como el mejor personaje de la serie pero por contra de otros que al principio resultaban densos e interesantes como el de Ho Gae, ésta no pierde ni un ápice de su valía y entereza correspondiendo a su vez con una perfecta interpretación. El primo del héroe por su parte se ha estancado resultando por demás ambiguo ya que quiere acabar con él pero a su vez no deja de darle oportunidades para salvar la vida.

Por lo demás, que a falta de un contenido romántico mas acusado entre Dam Deok, Kiha y Sujini, resulta interesante como se está planteando el triangulo amoroso entre Jumuchi, Bason y Dalbi.

11º CAPITULO: Tanto por contenido como por función nos enfrentamos a un episodio de transición donde todos preparan armas…

Tras la llegada del Príncipe al Gabinete, Yon Ga-Ryuh no podrá esperar el momento para enfrentarlo a la prueba de la Espada del Juicio para quitárselo de encima. Pero antes, Dam Deok intentará averiguar la verdad sobre la muerte de su padre y limpiar el nombre de la Teniente Gak Dan. Una vez sometido a la prueba será su primo el que empuñe la espada sagrada para «ajusticiar» al heredero del trono pero para sorpresa de todos será Kiha la que ayude a dar el golpe mortal teniendo en mente morir junto a su amado. Tras unos segundos en los que éste parecía muerto, la espada se desintegrará desvelando a todos los presentes quién es el verdadero Rey de Joo Shin. Lo que era una prueba irrefutable, los Yon la convertirán en un engaño volviendo a poner a los nobles de la nación en contra de un proclamado Rey por el Oráculo. Así, estos comenzarán a reunir soldados con tal de hacer la guerra al nuevo monarca pero Dam Deok no se quedará con los brazos cruzados: una vez asegurada la lealtad de la Guardia Real, de los hombres de Julno y del Clan Hyunmu, éste se ganará primero a Bason y sus habilidades como herrera e intentará hacer lo mismo con Jumuchi.

Otro final con suspense que deja al publico expectante. Y es que ante la falta de acción y aventuras del episodio, su cierre con un reto al estilo del que episodios atrás propuso Dam Deok a Gak Dan nos predispone a un próximo capitulo bastante emocionante.

Y si de emociones hablamos no hay que olvidar que ésta entrega esconde tres momentos que como poco, resultan conmovedores. La prueba de la Espada del Juicio, la convalecencia de Kiha o los recuerdos de la infancia del protagonista pondrán a prueba nuestra entereza.

En todo esto tiene mucho que decir otro vez, como en anteriores episodios, Joe Hisaishi ya que con su gran partitura realza los momentos mas significativos de la serie. Es tal la constatación de ello que la banda sonora se convierte en un protagonista mas cuando en detrimento de los diálogos la acción se recrea en los personajes acompañados solo por la música.

12º CAPITULO: Llegados al meridiano de la serie seguimos cogiendo aire de cara a las inminentes batallas.

En el duelo con Jumuchi, Dam Deok no solo saldrá airoso sino que como esperábamos, se ganará la confianza del fiero guerrero. Como no disfruta de la disponibilidad económica de su rival, el monarca le prometerá al mercenario que le devolverá sus tierras. Con un nuevo aliado, Dam Deok tendrá que vérselas con otro desafío ya que Go Hae elevará su petición al Gabinete para hacer la guerra a los vecinos de Baekje con tal de apoderarse de uno de los símbolos sagrados que según se dice estos poseen. Ya con sus hombres de confianza el recién proclamado Rey estudiará las posibilidades y problemas que puede sacar de verse inmerso en una guerra propiciada por sus enemigos; para sorpresa de todos, éste en lugar de negarse a participar o dar su conformidad, urdirá un plan para apoyar al ejercito de Ho Gae reservándose un papel estelar en la supuesta victoria de estos. Mientras, Kiha sigue sufriendo con el corazón destrozado y ni siquiera la complaciente paciencia de Ho Gae aliviará su dolor; dispuesta a aclarar el asunto con Dam Deok se escabullirá en el palacio para encontrarse con una escena que no esperaba: su amado, feliz y divertido, junto a una Sujini a la que se dirige como su hermana. Ante esto, Kiha parecerá resignarse dispuesta a olvidarlo.

Volvemos a incidir en los mismos parámetros que en los anteriores episodios donde parecía que todos los personajes velaban armas ante próximos envites. Así en el final del episodio podemos ver dispuestos ya batallones de soldados listos para la batalla aunque de momento solo sean simples apuntes.

En lo mas personal, decir que las distintas relaciones entre los protagonistas siguen igual de enquistadas no entendiendo particularmente la que conlleva la amistad entre Sujini y Dam Deok muy lejos de resultar, de momento, creíble en un supuesto triangulo amoroso con Kiha como tercera punta.

Lo que si que se llega a apreciar en éste capítulo es un crecimiento en el personaje del protagonista. Por primera vez Bae Yong Jun demuestra – para aquel que todavía no lo conociese – el porqué de su popularidad regalándonos una interpretación natural a la vez que llena de matices como requiere un personaje protagonista a la altura de éste Dam Deok. Los momentos mas dramáticos en los que expresa su amor por Kiha en contraposición con los mas distendidos como ese en el que apura una botella de vino para fastidiar a Sujini, son una buena muestra de sus capacidades.

Por último destacar un par de detalles. Uno, la plasticidad del duelo entre Jumuchi y Dam Deok y dos, la cada vez mayor importancia de Dalbi, toda una sorpresa.

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THE LEGEND (Tae Wang Sa Shin Gi) (I) – Korea del sur – 2007 – Kdrama – (Ep. 1 al 6) de 24

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Tras convertirse en una potencial exportadora de series, las cadenas de televisión surkoreanas no dudaron en poner toda la carne en el asador para lograr pingues beneficios creando cada vez mas y mejores productos no solo destinados para el mercado autóctono. Así, la «MBC», una de las mas importantes cadenas del país con productos tan exitosos a sus espaldas como los que representan «Princess Hours/Goong» o «Hotelier» quiso poner en marcha el que sería, hasta aquel momento, el serial «definitivo», ésta «The legend» que nos ocupa.

Con un presupuesto de 45 billones de wons, algo así como 45 mill. de dólares USA, la serie no solo contaría con los mas modernos efectos especiales, decorados realizados expresamente y vestuario opulento y cuidado hasta el último detalle si no con un reparto a la altura de las circunstancias con nombres del calibre de Moon So Ri, Park Sang-Won, Park Seong-Min, el especialmente apreciado por mi, Choi Min Soo y sobre todo, Bae Yong Jun… sin olvidar artistas y técnicos que como Joe Hisaishi con la banda sonora, elevan el prestigio de la producción.

Pero digo «sobre todo» porque para aquel que todavía no lo supiese Bae Yong Jun – o Yon Sama como lo conocen en Japón – es a día de hoy el artista surkoreano mas popular fuera de su tierra gracias a films como «Untold scandal», «April snow» y también seriales como la mencionada»Hotelier», «First love» y por encima de todas, «Winter Sonata». Según publicaciones especializadas Yong Jun no solo es el artista que mas clubs de fans tiene alrededor de toda Asia sino el artífice del «boom» que actualmente se vive en Japón por productos koreanos como demuestra que se hayan abierto cientos de academias en tierras niponas que enseñan el idioma de sus vecinos. Como anécdota decir que en una encuesta realizada Yon Sama sería el actor que por amplia mayoría «facilitaría» una infidelidad entre las mujeres de aquel país. Con todo ello se entiende que hayan rumores que aseguran que éste intérprete cobre 100.000 dólares por cada capítulo.

Dejando de lado las premisas que llevan a la serie, vayamos con las consecuencias.

Tras su estreno, «The legend», «The story of the first king’s four gods», «Tae Wang Sa Shin Gi» o como se quiera dirigir a la misma, no ha bajado de lo alto de la tabla de los producciones televisivas mas vistas del país con unas audiencias auténticamente de record.

Su popularidad ha tenido diferentes efectos secundarios, por así decirlo. Para empezar y como se esperaba la misma se ha vendido con una velocidad inusitada a sus vecinos japoneses. No se había emitido el cuarto episodio de la misma en Korea cuando se anunció que la nipona «NHK» comenzaría a televisarlo tres meses después coincidiendo con la emisión del último episodio en su país de origen.

Pero ahí no se quedó la cosa ya que una productora norteamericana licenció la misma con la intención de venderla a una cadena televisiva local. Por el mismo camino van las negociaciones con hongkoneses, taiwaneses y thailandeses.

Pero mas allá de la repercusión fuera de las fronteras surkoreanas, la serie ha impactado de tal manera en el país que por ejemplo, en el «Park Southern-land» de la isla de Jeju donde se filma la serie, las visitas se han visto incrementadas de tal manera que se ha tenido que aumentar el personal; en 10 días han visitado el lugar mas de 20.000 personas.

Otra consecuencia, aunque mas en plan anécdota, fue la que marcó el acto de visita del líder norkoreano a las tierras del sur. Por éste motivo, el país vivió una llamada «Semana de confraternización» con diversos programas conmemorativos que suspendieron la emisión de la serie. Numerosas fueron las protestas de los ciudadanos que solicitaban un cambio de horario de estos especiales para que no se impidiese la cita semanal con Bae Yong Jun y compañía.

Fuera del ámbito puramente televisivo, la serie será adaptada al manga de la mano de Ryoko Ikeda, una de las mas célebres autoras del género shôjo con obras tan conocidas en su haber como «La rosa de Versalles (Lady Oscar)».

Para terminar y arrimando el ascua a «nuestra» sardina decir que así mismo, sin haberse emitido aún ni siquiera siete episodios, ya circulaban por los habituales foros de subtítulos en nuestro idioma, los correspondientes a los primeros capítulos. Claro signo de la expectación levantada.

1º EPISODIO: Im-pre-sio-nan-te

Sujini es una niña huérfana que se ha criado junto al maestro Hyungo en la aldea Guh Mool. Estos pertenecen al Clan de los Hyunmu, una especie de orden sacerdotal que custodia la reliquia del Dios Tortuga-Serpiente que creó el propio Señor Hwanwoong, hijo del Señor de los Cielos, hacedor del Todo. Durante mas de 2000 años estos han estado esperando el regreso del Rey Jooshin de quien dice la leyenda vendrá a poner la paz en la tierra. Una década atrás apareció la «Estrella de Jooshin» que anunciaba el nacimiento de éste y ahora es el momento de que el Clan acuda a su encuentro para protegerlo de sus enemigos. Para ello Hyungo, recién elegido por la propia Tortuga-Serpiente para ser el nuevo Maestro de la Orden, deberá viajar hasta el palacio Goguryeo para buscar a un niño llamado Ho Gae y ver si éste es verdaderamente el Rey Jooshin. Junto a éste viajará Sujini, la cual solicitará a su maestro que le cuente la historia que rodea a Hwanwoong y que siempre le ha sido vetada. A regañadientes, Hyungo le contará una historia que parece estar ligada a ella misma y que explica la razón de su búsqueda. << 2000 años antes existía un Clan que quería gobernar por la fuerza todo el mundo; estos, el Clan del Tigre, estaban liderados por una poderosa sacerdotisa, Kajin, que no solo era una luchadora excepcional si no que poseía el poder de manejar el fuego. Era tal la fuerza de estos que muchas personas murieron víctimas de ellos. Así, Hwanwoong decidió bajar a la tierra y poner paz creando un nuevo pueblo, Shin Si, tierra de Jooshin. Envidiosos de la prosperidad de estos, el Clan del Tigre se lanzó sobre las inocentes gentes de Shin Si. En lugar de enfurecerse con ellos, Hwanwoong trató de convencer a Kajin mediante el amor pero la obstinación de ésta provocó que finalmente el Dios le arrebatase su poder sobre el fuego. La perdida paradójicamente hizo que Kajin adoptase una postura mas serena enamorándose incluso del propio Hwanwoong. Sin embargo cuando éste dio su poder sobre el fuego, escondido en la esfera del Fenix, a Sae-Oh, una joven por la cual se sentía atraído, Kajin se sintió traicionada volviendo a las antiguas sendas de la violencia y muerte. En medio de una cruenta guerra, Sae-Oh concebirá un niño de Hwanwoong, Da-Goon, y Kajin tratará de arrebatárselo. Cuando esto suceda el fuego del Fénix consumirá a Sae-Oh provocando que su espíritu se convierta en un incontrolable Fenix Negro que destruirá todas las tierras de Shin Si. Ni siquiera los tres dioses creados por Hwanwoong podrán detener a éste y solo el Dios, sacrificando a Sae-Oh, podrá impedir que la tierra caiga en manos del fuego de la cólera. Tras ver lo que los hombres eran capaces de hacer, Hwanwoong regresó al cielo haciendo desaparecer a los tres dioses y al Fénix, concentrando sus espíritus en cuatro símbolos que ocultó. Durante esos 2000 años el Clan del Tigre se transformó en el Clan Hwancheon y al igual que los custodios de los símbolos, esperan el regreso del Rey Jooshin para contrariamente acabar con él. Y es que la leyenda dice que cuando éste encuentre los cuatro símbolos reinará sobre toda la tierra llevando la paz a todos sus rincones, cosa que los Hwancheon no pueden permitir>>.

Como he dicho al inicio nos encontramos con una serie, o al menos un primer episodio, como nunca he visto antes en mi vida. No solo son esos efectos digitales de primer orden que nos hacen llegar a creer que estamos ante un producto digno de cualquier superproducción cinematográfica si no con una historia tan conmovedora como culturalmente interesante. Pero por partes.

Los efectos especiales son espectaculares gracias a esa excelente combinación que produce que estos estén detallados y resulten por demás creíbles. Van desde esos fondos digitales de poblados y parajes de fantasía con riscos y paisajes imposibles a criaturas fantásticas como los tres semi-dioses – el tigre blanco, el dragón azul y la tortuga-serpiente – mas la adición del Fenix negro que harán las delicias de los amantes a la mitología oriental. A ésta impronta que nos recuerda a aquellas mágicas sensaciones que sentimos cuando asistimos en su momento al visionado de «Stormriders» se le unen otras sensaciones mucho mas actuales y que responden a esas sangrías que se forman cuando el campo de batalla se traslada al simple encuentro de armas arrojadizas y de filo. Chorritones, salpicaduras, amputaciones, empalamientos y demás consecuencias de batallas épicas. Recapitulando, un espectáculo visual como pocas veces antes hemos podido ver no solo por su contundencia si no incluso por su valor artístico.

Pero donde creo que adquiere su grandeza la serie – o al menos el capítulo – es en lo que es capaz de transmitir. El argumento no se resiste en ser una sucesión de efectos que dejen al espectador asombrado; la relación romántica de su trío protagonista por mas previsible que sea no resulta menos eficaz. Y esto le debe mucho no solo a la labor interpretativa de sus protagonistas si no – y sobre todo, apunto yo – a la partitura de Joe Hisaishi que como siempre sabe matizar las palabras e imágenes que acompaña para darles una dimensión mas allá de su significado.

2º CAPITULO: El pasado y el presenta cruzarán sus caminos.

Catorce años antes del comienzo de nuestra historia, una estrella anunció la llegada al mundo del Rey de Jooshin. En la corte de Goguryeo el destino provocó que dos niños nacieran la misma noche. Ambos, primos para mas señas, tuvieron distintos partos: Ho Gae, entre las atenciones que lo señalaban como primer heredero al trono y Dam Deok, mucho mas modesto debido a su relegada posición. Sin embargo lejos de la corte los Hwancheon quisieron consolidar su liderazgo en todo el mundo, mandando a sus hordas a buscar los cuatro símbolos de Hwanwoong. Pero estos no serán los únicos que los busquen ya que los Hyunmu harán lo propio. Mientras que el talismán del Dragón Azul se perderá al fusionarse con un niño, Chuh Ro, viéndose su padre amenazado, el Ojo del Fénix quedará dividido entre dos hermanas, Kiha que será educada por los propios Hwancheon y Sujini, adoptada como sabemos por los Hyunmu. Del cuarto símbolo solo se sabrá que fue llevado a los confines de la tierra. Los años pasarán y ante los problemas de salud del Rey, éste nombrará heredero a su hermano pequeño dejando a su hermana sin sucesión al trono. En la corte coincidirán Dam Deok y una Kiha que haciéndose pasar por novicia sirve de espía de los Hwancheon.

Ninjas, efectos de cable, CGI, matanzas, incendios e intrigas palaciegas para hacer algo mas terrenal a la historia.

Y es que aunque era previsible que la serie perdiese algo de la espectacularidad que le precedió debido a la fastuosidad del primer episodio ésta entrega no desmerece en nada a las expectativas formadas.

Es cierto que el contenido fantástico se ha visto reducido y con él la presencia de esos efectos digitales que nos dejaron asombrados pero aún hay algunos apuntes como esa conchas – o lo que sean – de invisibilidad de los Hyunmu que harán las delicias de los aficionados.
Los amantes a la épica pura y dura no tendrán tanta violencia palpable como en el anterior episodio gracias a aquellas sangrías tan realistas pero se alegrarán – por no decir, sorprenderán – de encontrarse a unos ninjas con shurikens incluidos.

Fuera de esto seguiremos atendiendo a fondos digitales de gran belleza y a un atrezzo si cabe mejorado dada la ampliación de personajes y escenarios. Armaduras, ropajes de villanos y cortesanos y unos decorados cuidados al máximo detalle rivalizarán con una trama que aunque todavía superficial caracteriza a las grandes historias del género.
La única pega que le encuentro es que no se haya sabido calibrar o guardar relación entre las distintas edades ya sea entre los propios personajes o la que relaciona al pasado y presente. Me explico; Ho Gae y Dam Deok tienen la misma edad sin embargo el primero parece mucho mas mayor que su primo. Por otro lado no me creo que el Hyungo del presente tan solo tenga catorce años mas que el del pasado cuando parecía un chiquillo.

3º CAPITULO: Sin contenido romántico – todavía – ni frentes belicosos abiertos, las intrigas palaciegas centran éste episodio.

Dam Deok sigue con su aprendizaje tanto mental como físico en secreto. Sin embargo su vida tranquila sufrirá un sobresalto cuando su padre comience a enfermar. La responsable de la precaria salud de su progenitor no es la edad sino las malas intenciones de su hermana que en su afán por ver a su hijo, Ho Gae, como Rey de Jooshin no dudará en pedir ayuda a los Hwancheon. Estos le proporcionarán un ancestral veneno que formulado en el pasado por oscuros hechiceros resultará indetectable si la dosis se mesura a lo largo de cierto tiempo. Sin embargo el destino se pondrá de lado del Rey gastándole de paso una cruel broma a la misma infanta ya que será la propia Kiha al servicio de los Hwancheon la que ayude al monarca gracias a su relación, cada vez mas estrecha, con Dam Deok. Kiha no solo detectará el veneno sino que pedirá a su líder, Dae Jang-Ro, el antídoto para la ponzoña. Una vez puesto remedio y confirmadas las sospechas de Dam Deok, éste interrogará a su tía haciéndose valer de una triquiñuela para que confiese. En lugar de ello, su orgullo provocará que termine suicidándose…

Pocas cosas pero muchas sensaciones surgen de éste episodio; y es que aunque la trama no da para mas de lo habitual en estas historias, son los pequeños detalles los que terminan por definir el talante de un producto. Y ya no solo hablo de esos bellos paisajes infográficos que nos muestran inmensos templos al lado de exuberantes campos de té ni otros efectos especiales como esa daga «auto-dirigida» que como era de prever han perdido protagonismo sino situaciones que hacen barruntar hacia donde puede dirigirse la serie.

El interés de los dos primos por Kiha hace que a nuestra mente se asome la anterior serie de éxito de la propia «MBC», «Princess Hour/Goong», que compartiendo incluso puntos en común en lo referente a la monarquía, nos proyecta un triangulo amoroso de trágicas consecuencias.
Siguiendo con las resonancias a otras historias y parecidos razonables, sorprende que la primera línea argumental estable del serial conecte directa o indirectamente con una historia épica reciente y de éxito como «La maldición de la flor dorada».

Por último, dos apuntes. Uno, que bajo mi punto de vista sigo apreciando una incorrecta elección de actores por edad. A lo señalado en el anterior capítulo se le une que la actriz que interpreta a Kiha parece incluso mas joven que la que encarna a su hermana Sujini cuando debería ser al revés.

Y dos, aplaudir a Yon Ga-Ryuh, regente de la familia Yon y padre de Ho Gae, que aporta cordura al bando de los – por el momento y hasta la llegada de los Hwancheon – villanos de la función.

4º CAPITULO: La emoción y los sentimientos se tornan en ésta entrega, humor y recreación histórica.

Tras la confesión de Dam Deok a Yon Ga-Ryuh de todo el caso que ha rodeado la muerte de su esposa, éste descubrirá que el adolescente no es un rival como para no tener en cuenta. Sin embargo ésta no será la única sorpresa ya que el Rey le confesará a su hijo el motivo por el que siempre ha sido maltratado incluso por su hermana. Mientras, la vida seguirá y nuestro héroe combinará su educación soterrada en la corte con salidas furtivas al pueblo para conocer la rutina de sus ciudadanos. Así, los años pasarán convirtiéndose cada uno de los protagonistas en los personajes que les aguardaba el propio destino. Dam Deok y Kiha afianzando su relación, Ho Gae haciéndose valedor de la confianza de su padre y Sujini y el maestro Hyungo esperando la llegada del Rey Jooshin. Pero mientras que esto sucede los caminos del príncipe y la pícara Sujini se cruzarán. Creyéndolo un aristócrata pero sin conocer su verdadera identidad ésta intentará aprovecharse del joven pero su inteligencia y destreza le permitirán no solo esquivar las tretas de la jovencita si no tomar ventaja. Por ejemplo, confiando en las habilidades adivinatorias de Hyungo, nuestros protagonistas creerán saber quién será el vencedor del torneo de las cinco provincias que se celebra en la corte y en el que Ho Gae ha depositado todas sus esperanzas para darse a conocer y postularse como candidato a la corona.

Si en el anterior episodio ya aventurábamos que esos efectos especiales que nos habían deslumbrado inicialmente habían pasado ya al olvido en éste nos tenemos que reafirmar ya que aquí estos han pasado a ser una simple comparsa de la acción. Sin embargo, menuda compañía…
Y es que como a mi tanto me gusta, estos se ponen al servicio de la historia y no al revés y en ésta ocasión sirven para adornar tanto ese paso de los años de los protagonistas como para realzar las jugadas del torneo que viene a ser una versión antigua del juego del polo. Sin olvidar el increíble manejo del hacha por parte de Jumuchi.

Por otro lado y como decíamos en la introducción, la recreación histórica juega un papel consolador ya que suple la perdida de esos efectos con otro tipo de espectáculo, éste mucho mas tangible como son esas calles llenas de coloridos faroles o la tintorería que aunque artificial cumple con su misión de abarrotar nuestros sentidos… al menos visuales.
Por lo que respecta al argumento, congraciarnos de que la trama casi pase de puntillas por los temas mas peliagudos o trascendentales, asegurándonos al menos una hora de distracción y hasta alguna que otra sonrisa.

Otro ejemplo que viene a darnos la razón de que, de momento, estamos ante unas de las mejores producciones realizadas para la televisión.

5º CAPITULO: Las palabras dan paso a la acción.

Sospechando de que el equipo amarillo liderado por Ho Gae oculta algo, Sujini acudirá al campamento de estos. Allí intentará chantajear al subalterno del primo del príncipe bajo el pretexto de ir a contar a todo el mundo que dentro de los mazos de bambú que deberían estar huecos, estos han escondido armazones metálicos. Cuando la discusión se caliente y Sujini empiece a correr peligro aparecerá Dam Deok. Delante de Ho Gae y sus hombres a éste no le importará revelar su identidad quedándose Sujini totalmente sorprendida. Sin embargo la tensión del momento la propiciará Ho Gae que desconocedor de la treta de su compañero amenazará con confesarlo todo al Rey. Su primo le parará los pies, diciéndole que olvide todo incluida su presencia fuera de palacio. La condescendencia del príncipe hará mella negativamente en Ho Gae y en lugar de arrepentirse, incitará aún mas a su «mano derecha» para garantizarse la victoria al día siguiente. Su siguiente paso: contratar a unos maleantes para que asalten a sus rivales, los hieran y así no puedan acudir al partido. Llegada la hora de la verdad, el equipo negro representando a la provincia de Julno, tendrá que verse obligado a retirarse cuando Ho Gae y los suyos los castiguen tanto que estos no puedan recurrir a los hombres de refresco. Viendo que su primo juega sucio, Dam Deok no dudará en ocultarse tras el uniforme de los de Julno y participar como uno mas. Cuando Ho Gae descubra que lucha contra su primo volverá a recurrir a las trampas con tal de salir triunfador: desenmascarará a Dam Deok y tanto éste como sus compañeros del equipo negro serán encarcelados.

Estamos ante un episodio en el que el desarrollo se ralentiza pero la acción se acrecienta. El 80% del mismo nos lo pasaremos siendo testigos de una especie de partido de polo que por desconocido resultará hasta atractivo con tanto golpe y ayuda digital que permitirá que hasta la pelota acoja ángulos imposibles acercándose a la cámara.

Por lo que respecta a las relaciones personales y al trasfondo de la historia, estas resultan algo redundantes y obvias aunque cabe destacar que por primera vez veamos a las dos hermanas en edad ya adulta coincidir en la misma escena.

Con todo lo dicho puede parecer que la serie haya perdido parte de la fuerza e interés con la que había arrancado; al revés, abrir las puertas al entretenimiento restando trascendencia a la trama la aleja, bajo mi punto de vista, de esa impronta de culebrón que suelen tener los seriales surkoreanos.

6º CAPITULO: Vuelven las intrigas palaciegas.

Tras «escapar» de su cautiverio Dam Deok se dirige a la casa de los Yon. Allí nuestro héroe le pedirá a su tío que deje libres a los hombres de Julno y a Sujini a cambio de la corona. Escéptico éste le dará largas aún contando con la confianza de su sobrino. De vueltas a su temporal cárcel éste se encontrará con su padre y no tendrá otro remedio que contarle toda la reunión que ha tenido con su cuñado. Al Rey solo le quedará una última bala en la recamara: convocar al consejo y anunciar que al día siguiente se coronará a Dam Deok, desvelando a su vez que éste al igual que su primo nació bajo el influjo de la estrella de Jooshin. Viendo peligrar su ascenso a la corona, Yon Ga-Ryuh llegará a un acuerdo con Dae Jang-Ro, líder de los Hwancheon, para agitar el reino y desacreditar al Rey y al Oráculo. Su primer movimiento será secuestrar a los hijos de los nobles de la zona y culpar al mismo monarca. Pero mientras esto sucede Dae Jang-Ro tiene sus propios planes: hacer que Ho Gae se enamore de Kiha para tenerlo dominado. Por parte de nuestros héroes, el Rey buscará la alianza con el pueblo de Julno para, casando a Dam Deok con la hija del jefe de estos, justificar a su vez su alineamiento en las filas del bando negro en el Torneo del día anterior.

Muchas y varias son las estrategias que están desarrollando las diferentes facciones de los protagonistas de la serie y lo mejor es que, cada una de ellas parece tener una mano ganadora.

Esto por un lado demuestra la riqueza argumental de la serie y por otro acrecienta el interés del espectador sin importarle demasiado la perdida en lo que se refiere a, por ejemplo, espectáculo.

Sorprende igualmente que por encima de las relaciones sentimentales prevalezca un espíritu de intriga a merced de los recelos de unos y otros. Ésta sensación se ve refrendada aún mas cuando vemos que a nuestro protagonista se le puede unir una tercera contendiente – o cuarta si contamos a la Teniente Gak Dan – en la lucha por su corazón.
Saliéndonos de lo puramente argumental, destacar esos tres minutos en los que exentos de diálogos y solo acompañados por la música de Hisaishi, Kiha danza mostrando su dominio sobre el fuego hipnotizando a su vez a Ho Gae y a nosotros mismos. Casi conmovedor.

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