CITY HALL (IV) – Korea del Sur – 2009 – Kdrama – (Ep. 15 al 20) de 20. FINAL

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BREVE RESUMEN DE LOS 15 PRIMEROS CAPITULOS:

Para encauzar sus ambiciones políticas, el padrino – y secreto padre biológico – de Jo Guk le obligará a aceptar la Tenencia de Alcaldía de la pequeña localidad costera de Inju. Encima allí no será recibido con buenos ojos ya que antecediéndole su fama, los burócratas del Ayuntamiento lo verán no solo como un intruso sino como un duro competidor. Por esa razón será relegado a tareas menores tales como regir un Concurso de Belleza cuyo único fin es desviar el premio en metálico a los fondos de campaña de un político afín al Alcalde. En dicho certamen participará Mi-Rae, una de las secretarias del Ayuntamiento que bajo la bandera de la igualdad de oportunidades – ésta supera con creces la treintena de años – esconde una motivación simplemente económica. El carácter arisco de Jo Guk tropezará con el encanto e ingenuidad de Mi-Rae y si bien en un principio ambos no congeniarán pronto saltará la chispa del amor. Cuando la secretaria gane el certamen y no pueda cobrar el premio debido a la artimaña ideada por el Alcalde, Jo Guk la utilizará como arma para derrocar a éste. Pero ahí no acabará la cosa ya que el tesón de Mi-Rae le ha abierto los ojos al joven político viendo en ella a la perfecta candidata para suceder al depuesto Alcalde. Con ayuda de la experiencia de Jo Guk, de otro de los burócratas del Ayuntamiento como es el Director Lee único funcionario integro del mismo y a su vez esposo de la Concejala Min paradójicamente enemiga natural de Mi-Rae y el buen corazón de ésta, la secretaria pasará de servir el café a sentarse en la poltrona del Ayuntamiento. Tras alcanzar éste logro Jo Guk querrá continuar por la senda del éxito presentándose al Senado por Inju contando con el apoyo de la propia Mi-Rae; sin embargo, descubierta su relación con la ahora alcaldesa, irrumpirá en escena el padrino de éste para invitarlos a que rompan su relación si quieren conseguir sus objetivos: una, velar por Inju y otro, llegar a la presidencia de la Republica algún día.

16º CAPITULO: Una de cal y otra de arena.

El escándalo de la publicación de las fotos será lidiado con la necesaria diligencia por parte de Jo Guk gracias a la complicidad del director Lee que se prestará a mentir con tal de quitarle hierro al asunto. Sin embargo éste no será el único problema que le surja a los protagonistas ya que mientras Mi-Rae descubre como alguien está impidiendo que pueda conseguir financiación extra desde el gobierno central, Jo Guk verá como BB, responsable seguro de lo anterior, se presenta como candidato a la jefatura de estado. Pero estos no son de los que se rinden fácilmente así que Mi-Rae siguiendo un consejo de su pareja conseguirá la financiación necesaria por sus propios medios mientras que Jo Guk, presto a la batalla, admitirá formar parte de uno de los partidos rivales de su padre. Capeado el temporal la parejita tendrá un rato de distendimiento por las calles de Seúl hasta que un sobresalto les vuelva a traer a la realidad: Mi-Rae será detenida por la policía bajo el cargo de haber aceptado sobornos.

Tengo que reconocer que el capítulo de hoy no ha sido de los mejores pero no deja de tener su interés.

Para empezar acusa una bipolaridad que termina por ser determinante; una primera parte seria que no dramática donde se acumulan los sobresaltos y pesares y una segunda que se centra en la relación de la parejita que sin bien no lleva a ningún sitio resulta simpática.

Elementos como la confesión por parte de Jo Guk a Mi-Rae desvelándole la relación que le une a BB o la conversación entre estos dos son los puntos álgidos de una entrega que por otra parte evidencia una falta de mordiente acusando ese alargamiento que a veces sufren las series de camino a su final.

Esperemos que ese desenlace inesperado aporte de cara al futuro el contenido que aquí se ha echado a faltar.

17º CAPITULO: Equilibrio.

El intento para desestabilizar a la alcaldesa con una acusación un tanto insostenible por parte de la oposición que no quiere que se detenga el proyecto de traslado del Ayuntamiento, se quedará sin base cuando Jo Guk contraataque. Superado el susto Mi-Rae tendrá que lidiar con un nuevo problema cuando la prometida de éste acuda a visitarla. El desasosiego que le producirá su encuentro se reflejará en la relación con el joven político pero el ímpetu de éste y el amor que se profesan bastará para que caigan todas las barreras. Quienes no lo llevan tan bien son el Director Lee y la Concejala Min ya que éste creyendo que la culpable de la acusación es su propia esposa no dudará en recriminarle duramente su actitud; esto provocará que el rencor de la concejala se vuelta realmente contra Mi-Rae aliándose con la prometida de Jo Guk. Juntas conseguirán llevar adelante una irrefutable acusación de corrupción contra la Alcaldesa. Jo Guk ya sin recursos tendrá que sacrificar su amor por Mi-Rae para conseguir verla libre.

Pffff… que chunga se pone la cosa, menos mal que quedan solo tres episodios; y es que ese final descorazonador no hace otra cosa que dejarnos con el alma en vilo. Y poco parecía que el episodio fuese acabar así ya que tras un arranque fabuloso donde otra vez las extraordinarios habilidades de «negociación» de Jo Guk nos harán esbozar alguna que otra sonrisa, se nos vuelve a dibujar una serie de situaciones típicas de la «High comedy» norteamericana con otra vez un Seung-Won al mas puro estilo Cary Grant.

Sin embargo con el desenlace ya próximo es normal que comience esa habitual cuesta arriba para que todo desemboque en esa línea de meta triunfadora. O no tanto, ya que curtidos estamos en finales de series surkoreanas no tan deseadas como esperábamos dejándonos con cierta frustración. Miedo tengo con ésta.

Para acabar por hoy, estupendo el bofetón del Director Lee a la Concejala Min, mas divertido por esperado que doloroso y fantástica la metáfora de la prometida de Jo Guk comparando a Mi-Rae con puntos y comas. Ilustrativo aunque poco creíble en la vida real; pese a ello, como he dicho, fantástica. Ah y visto lo visto, los políticos son iguales en todas partes. Manda cojones – sin perdón – que los senadores surkoreanos tengan estipulado viajar dos veces al año fuera de Korea. Vacaciones gratis.

18º CAPITULO: Entre cagada y efecto chicle.

Tras la rendición, Jo Guk comenzará fuerte su andadura dentro de la Asamblea Nacional. Mientras Min-Rae verá como poco a poco se le abren todas las puertas incluso la que prevé la construcción de una planta de reciclaje que traerá riqueza a la región. Sin embargo tanta dicha no parece gustarle a la Alcaldesa comenzando a olerse que detrás de todo aquello hay algo escondido. Su solución para ello, retener el proyecto aunque ello conlleve oponerse a Jo Guk.

Fatal, volvemos a encontrarnos con el síndrome del no saber por donde tirar cuando se acerca el final en una serie surkoreana.

El episodio de hoy se divide entre cuatro escenas en las que Jo Guk/Cha Seung-Won se debate arrojando lágrimas cual surtidor y la soberbia de una Mi-Rae que se ha tragado el cucharón. Resumiendo, capítulo de relleno y divagaciones que para postre resultan un tanto aburridas y a contracorriente.

Y es que, qué manía tienen los nativos de ésta pequeña península asiática de enfrentar a las parejas protagonistas desluciendo el encanto y empeñando una relación. ¿No pueden inventar otro tipo de problemas que no lleven consigo un enfrentamiento ilógico?.

Sí, los pucheros de Seung-Won están muy bien porque demuestran que interpretativamente es un 10 pero me río de esa crueldad hipócrita que reina en el país y que consiste en evitar un sufrimiento a quien quieres haciéndole padecer mas. De risa.

¿Y nuestra alcaldesa?. Aparta el sentido común a un lado, hace caso omiso a los consejos y se convierte en una Juana de Arco sin propósito alguno, solo la terquedad. Si lo de antes era de risa, lo de ahora es de traca.

19º CAPITULO: El principio del fin.

Tras la negativa de Min-Rae a firmar el contrato para la construcción de la planta de reciclaje, el tiempo comenzará a correr en su contra al no tener ningún motivo tangible que justifique su actitud. Sin embargo hasta su correo electrónico llegará un email ofreciendo el mismo pacto pero poniendo a las claras algunos de los productos a reciclar, materiales contaminantes que había omitido comentar la empresa de la prometida de Jo Guk. Será el propio ayudante de éste el que le descubra la verdad a la Alcaldesa: ha sido el joven político el que ha destapado todo el caso. Con nuevas armas en la mano solo la intervención de BB podrá impedir que Min-Rae no firme los documentos; la amenazará con destruir a todo aquel que conozca. Finalmente ésta firmará, eso sí guardándose una última bala en la récamara. Por su parte, Jo Guk le dará la puntilla a su padre y prometida aprobando una ley en la Asamblea Nacional que impida sus negocios fraudulentos con materiales contaminantes.

La cosa apuntaba mal al principio continuando la tónica del anterior episodio ofreciéndonos una tormenta de lágrimas. Por si fuera poco había que sumar una evidente y alarmante sensación de «alargamiento» con varios pasajes al uso de videoclips musicales e incluso utilización de flashbacks para dotar de contenido al episodio.

Sin embargo, tras ese repunte parece que «City Hall» comienza a descender cambiando el rumbo y empezando a zanjar asuntos de cara al último episodio. Por fin se dejan de zarandajas y tecnicismos y encauzan el argumento hacia un objetivo aunque para ello dejen el camino sembrado de cadáveres.

Y es que vamos a ver, en el anterior episodio Jo Guk rechazaba a la protagonista de una manera cruel y ahora sin que haya mediado nada por en medio, juguetea de una manera casi infantil con la misma. Esto solo pasa en las series…

Por lo demás, el buen regusto de boca que deja el final del episodio por un lado representado por una venganza casi épica al estilo literario de principios de siglo XX y por otro, esa resolución un tanto kármica representada por la decisión de Min-Rae.

20º CAPITULO: Ésta vez sí, han sabido hacerlo.

Finalmente la prometida de Jo Guk averiguará a su pesar el porque del rechazo de Min-Rae a su proyecto. Y es que su propio padre le había ocultado las oscuras intenciones de su empresa. Desengañada abrirá los ojos y firmará las paces con la Alcaldesa llegando incluso a transigir con la vida sentimental de ésta y su relación con Jo Guk. Libres por fin solo le quedará una cosa al joven político que solucionar: su relación con su padre.

Poco me he explayado con tal de no destripar el final pero la verdad es que sin ser un desenlace redondo al menos satisface los deseos de la mayoría de los espectadores, o al menos eso creo yo.

Y digo que no es redondo porque es un final un tanto atípico; no se entiende porque ata todos los cabos sueltos al principio del episodio en tan solo veinte minutos. El resto, se divide entre un pasaje cómico, uno tierno y otro que se adentra en el futuro de los protagonistas.

Con todo ello da la sensación de que el episodio se les quedaba corto a sus responsables y decidieron alargar el mismo eso sí manteniendo el espíritu que ha caracterizado la serie. Recapitulando, convincente pero extraño.

Por lo demás, estupenda la resolución al «caso» del Director Lee/Concejala Min e ingenioso ese flashback entrañable; un «deja vú» casi del género fantástico muy al uso de la propia cinematografía surkoreana.

CONCLUSIONES:

En cierta medida se le puede echar en cara que fuese cambiando de registro cuando iba superando episodios olvidando en parte ese humor fantástico de sus primeros capítulos pero se le ha de agradecer que pese a ello, el tono nunca se haya vuelto trágico. En líneas generales se puede considerar una perfecta comedia romántica en la que prevalece el primer término frente a la componente sentimental.

– Los protagonistas, geniales. Kim Sun-Ah en su línea, una actriz capaz de hacerte llorar ya sea riéndote o conmoviéndote. Increíble su capacidad camaleónica ya no tanto interpretativamente sino incluso en aspecto. La componente de «Cenicienta» de su personaje, cliché clásico en las series del país, es asumido con naturalidad gracias a su talento. Por su parte Cha Seung-Won, regresa por la puerta grande a la comedia que le dio fama aunque demostrando el porque no quiso quedar encasillado. Los últimos episodios de la serie, un «master» de cómo resultar sensible.
– Los personajes secundarios, brillantes, sobre todo los que son usados para hacernos reír, en especial, los directores de sección. Del resto, un reconocimiento especial a Choi Il-Hwa, el padre ficticio de Jo Guk, por el desagradecido rol que le ha tocado interpretar.
– La música un 10. Quizás no sean los mejores temas que hemos podido oír en una Banda Sonora pero sí que uno de los mejores ejemplos de cómo utilizar los mismos. Hay mucho pasaje tipo «videoclip» pero en ningún momento se puede considerar un demérito.
– La componente política tampoco pesa en su contra ya que en todo momento se controla su contenido utilizándose mas como un ingrediente que como una fórmula a desarrollar. No existen intrigas palaciegas ya que los tejemanejes se reducen mas al terreno personal que al ideológico y esto lo agradece el ritmo de la serie.
– Algo por el estilo se puede decir del apartado sentimental. Uno se alegra de que los fantasmas de los triángulos amorosos nunca se aparezcan. Sí, el protagonista está prometido pero su desencanto inicial nunca nos hará temer por que su corazón se encuentre dividido. Lo mismo que la protagonista con el vacilante interés del Director Lee.

Resumiendo, «City Hall», por sensaciones, es una joya, un buen muestrario de emociones y satisfacciones que te enamorará por encanto y simpatía. Divertida y equilibrada formará rápidamente dentro de tu grupo de series asiáticas preferidas. Para mi, ya lo es.

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CITY HALL (III) – Korea del Sur – 2009 – Kdrama – (Ep. 11 al 15) de 20

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BREVE RESUMEN DE LOS DIEZ PRIMEROS EPISODIOS:

Jo Guk debe acatar la decisión de su padrino político – y padre biológico no reconocido – y hacerse cargo de la Tenencia de Alcaldía de Inju, una pequeña ciudad costera de poco mas de 100.000 habitantes. Al llegar se convertirá en el centro de atención de todos los funcionarios pero su actitud altiva junto a la desgana de encontrarse allí pronto provocará que se gane algunos enemigos. Rápidamente tomará la decisión de derrocar al Alcalde allí casi perpetuado. Adivinándosele las intenciones será relegado a actividades secundarias tales como regir un Concurso de Belleza instaurado con la única intención de derivar el premio a la campaña electoral de un político afín al Alcalde. Al certamen se presentará Mi-Rae, una de las secretarias de la Alcaldía, la cual a pesar de su falta de talento y edad no muy «vinculada» a éste tipo de eventos – 36 años – cree tener posibilidades de ganarlo. Jo Guk relegará responsabilidades en el Director Lee, el único burócrata del Ayuntamiento integro consiguiendo que no solo el Concurso de Belleza salga adelante sino que la propia Mi-Rae sea la ganadora tras mil y un avatares. El problema surgirá cuando a la hora de cobrar el Premio ésta reciba solo una pequeña parte, víctima del corrupto desvío de fondos. Ante ésta injusticia, Mi-Rae se revelará siendo despedida y afectando incluso su comportamiento a los que la rodean. Impotente, Jo Guk decidirá ayudarla utilizándola como arma contra el Alcalde. Fruto de su lucha el político será depuesto abriendo la guerra por la Alcaldía. El destino y los tejemanejes de Jo Guk convertirán a Mi-Rae en una de las cinco candidatas al Sillón de Alcalde de Inju.

11º CAPITULO: Llegó el gran día.

Nerviosa ante lo que parece un disputa de celos entre Jo Guk y el Director Lee, a Mi-Rae se le escapará que solo se presenta a las elecciones para conseguir el número suficiente de votos para que le devuelvan el deposito de dinero puesto para formalizar la candidatura. Ante tal reacción, engañado el Director Lee dimitirá. Pero la vida sigue y Mi-Rae deberá continuar con el programa electoral dando su primer mitin. Insegura al saber que sus promesas electorales, escritas por Jo Guk, son irrealizables decidirá hacer un discurso mas sincero. Ante la bronca del ex-Teniente de Alcalde, Mi-Rae lo despedirá. Será el propio Director Lee, al que ha acudido la candidata buscando de nuevo su apoyo, el que le dirá que lo vuelva a traer al redil ya que necesitan de sus habilidades. Y menos mal ya que tras ser objeto de las malas prácticas de sus rivales políticos, el joven hará uso de su información privilegiada para resolver el nuevo entuerto. Y finalmente llega el gran día de las elecciones. ¿Se habrá ganado Mi-Ran los corazones – y voluntades – de los habitantes de Inju?.

Genial. Tras unos episodios donde la serie había bajado el nivel volviéndose hasta cierto punto vulgar aquí vuelve a recuperar el tono gracias paradójicamente no al sentido del humor que le había dado brillantez sino a su vertiente sentimental dividida en varios aspectos.

El primero, porque sus guionistas han construido un discurso político tan ideal que derriba fronteras. Las respuestas que da la protagonista en ese debate televisivo no solo enardece al público allí reunido sino a nosotros mismos por mucho que nos separen miles de kilómetros. El problema de los políticos, metidos como estamos en España siempre en precampañas, es su lejanía con el ciudadano de a pie y de eso se aprovechan, como decía, sus guionistas firmando una serie de sentencias acertadísimas.

El segundo porque resulta conmovedor. Está claro que volvemos a ser víctimas del tópico de la «Cenicienta», es decir, de esa máxima instaurada en las teleseries asiáticas donde la protagonista femenina se beneficia de un crecimiento personal, pero no por ser mas conscientes de ello disfrutamos y nos emocionamos menos, cada cual a su nivel, de ver como triunfa nuestra heroína.

Y tercero y en consecuencia de ello, la relación de Mi-Rae con nuestro caballero de brillante armadura como es Jo Guk. Ya no son esas imágenes acarameladas acompañadas por la banda sonora, son escenas como esa en la que tras ser vilipendiada la candidata a la alcaldía y ver como ésta recibe el apoyo de su público, éste sonríe abiertamente. No es satisfacción ni orgullo, es sentimiento puro.

Para acabar, dos apuntes. Uno, al hilo de lo que decía en el anterior párrafo añadir que me ha parecido genial la utilización de temas musicales en éste episodio, muy por encima del simple acompañamiento – dígase relleno – de otras entregas. Y dos, mostrar mi inquietud por el rumbo que puede tomar ahora la serie. Lo de hoy parecía un episodio final y tiemblo al pensar por donde pueden estirar el chicle.

12º CAPITULO: Ha costado pero… ha vuelto el humor.

Tras ganar las elecciones Mi-Rae y Jo Guk tienen que afrontar su nuevo futuro. A pesar de que la Alcaldesa comienza con pie firme los funcionarios del Ayuntamiento conspirarán contra ella esperando su derrumbe. Sin nadie que le ayude Mi-Rae no se acobardará e intentará dar una imagen firme contraatacando, de todas formas su soledad le supondrá un duro obstáculo ya que no tiene a nadie en quien apoyarse; por suerte, alguien le tenderá una mano amiga. Jo Suk por su parte comienza a mover los hilos que le lleven al Senado y tras hablar con el Gobernador irá en busca de los amigos de Mi-Rae para que le ayuden a montar la campaña. Estos solo lo harán si éste guarda algún tipo de relación con la nueva Alcaldesa. Mintiendo hará ver que están enamorados; cuando llegue la ex-secretaria le seguirá el juego. Al acabar la reunión la pareja resolverá el «malentendido». Al día siguiente Mi-Rae le pedirá a Bu-Mi y al Director Lee que vuelvan a sus puestos pero con lo que no contará es con la decisión del resto de funcionarios…

Uno de los mejores episodios que llevamos vistos de la serie; y es que se nota, cuando el humor que dio lustre al serial en sus inicios regresa, todo cambia.

Y en ésta ocasión las situaciones cómicas vienen de la mano de un Cha Seung-Won desatado. Desde esa charla con el Director Lee imitando a las «marujas» surkoreanas hasta esa farsa con Mi-Rae delante de los amigos de ésta. Digo lo de siempre, ¿cuándo volverá Seung-Won a la comedia en la gran pantalla?. Si es que ha nacido para ello.

Por lo demás, poco ya que estamos claramente ante un episodio de transición donde todo debe reorganizarse ante el nuevo status adquirido por los protagonistas. Quizás el momento romántico en lo alto de la colina con ayuda digital.

Eso sí, acabado de fallecer el maestro García Berlanga en algún momento estaba esperando a que Mi-Rae pronunciase esa mítica frase que popularizase Pepe Isbert en la nunca bien valorada «Bienvenido Mr. Marshall»: «Como Alcalde vuestro que soy os debo una explicación, y como os la debo os la voy a pagar…». Seguro que D. Luis hubiese disfrutado mucho con ésta serie. Hasta siempre, Maestro.

13º CAPITULO: Comienza no una sino dos guerras.

A pesar de la dimisión en bloque de los Directores de Departamento del Ayuntamiento, Mi-Rae intentará mantener la calma continuando con su programa de actuaciones. La siguiente será ceder la casa en la que le toca vivir al Alcalde a la Guardería de su amiga. Allí se encontrará con la madre de Jo Guk que trabaja como voluntaria. De vueltas a la realidad verá que la dimisión de sus subalternos tiene relación con un complot para alejarla de todo mando. Será Jo Guk tras otra noche romántica el que le dé ánimos para continuar y sobre todo, el empujón que le permita contraatacar. Sacando fuerzas de flaqueza pondrá en jaque a sus enemigos pero habrá una cuestión con la que no contaba: para rechazar el traslado del Ayuntamiento a la nueva localización deberá encontrar una fisura en el entramado burocrático construido para tal efecto hasta el momento. Por su parte Jo Guk comienza su andadura hacia el Senado.

Episodio completísimo en el que afortunadamente no echamos a faltar el humor. Desde la batalla interior en la que se nos a nuestra protagonista cual Juana de Arco contra los malvados burócratas hasta la campaña electoral emprendida por Jo Guk que parece depararnos no pocas satisfacciones. Delirante su foto de campaña como superhéroe.

Y es que el contenido del capítulo de hoy es tan denso – reservándonos alguna que otra sorpresa como es el origen del hijo de Jo Guk – que poco mas hay que comentar resumido su argumento.

Solo dos detalles. Uno, esa escena cómica en la que las esposas de los funcionarios rebeldes reprenden a sus maridos haciendo honor al genio de las mujeres de aquel país, y dos, ¿qué se esconde tras la intención de Jo Guk para que Mi-Rae no lleve a cabo el traslado del Ayuntamiento?. Sí, su padre pero, ¿por qué?.

14º CAPITULO: Casi todo de color de rosa.

Las cosas parecen mejorar para Mi-Rae y todo parecerá salir a la perfección. Al primer contacto «íntimo» con Jo Guk hay que sumarle la rendición definitiva de los Directores de Sección. Mientras al joven político por su parte no parecen irle peor las cosas ya que poco a poco se irá convirtiendo en el nuevo fenómeno popular de la ciudad de Inju al igual que pasase con Mi-Rae semanas atrás; eso sí su discurso dista mucho del de ésta. Al que no le van las cosas tan bien es al Director Lee ya que al olerse que su mujer se esconde tras el aviso a los terratenientes del cambio de planes de la Alcaldesa, le pedirá el divorcio. Todo responde a un plan de éste para que Mi-Rae le ayude a recuperar el amor de su esposa. Finalmente la felicidad de nuestros protagonistas se romperá cuando un fotógrafo irrumpa en la habitación de hotel donde estos se encuentran tomándoles comprometedoras fotos. En lugar de ir a la prensa tal y como creía la pareja, éste irá a la prometida de Jo Guk.

Cincuenta minutos de distendimiento y diez de sobresalto, eso es lo que nos vamos a encontrar en el episodio de hoy.

Para empezar la relación de Mi-Rae y Jo Guk va viento en popa y de la mejor de las maneras, sin edulcoramiento y con humor; da gusto verlos juntos y percibir esa química que desprenden. Por otro, disfrutaremos con los discursos del último; y es que al igual que decíamos con su compañera hace unas entregas, los guionistas de la serie se estrujan el cerebro para saber lo que hay que decir y sobre todo, de parte de quien viene. Los alegatos de Mi-Rae salían del corazón e iban directos al pueblo llano. La arenga de Jo Guk, aunque panfleto, está adornada de toda esa palabrería vacía pero cargada de sentimiento, razón y fuerza; imposible no votarle.

Por último, resaltar las cualidades cómicas de los secundarios, en especial esos Directores de Sección. Qué payasos… en el mejor sentido de la palabra.

15º CAPITULO: Culebrón total.

La visita de BB no será tan gratificante como parecía al principio. A pesar de darle su apoyo de cara a las elecciones, el verdadero interés del viejo gobernante es el de separar a Jo Guk de Mi-Rae. Inicialmente parecerá que a la fuerza todos cederán a sus pretensiones pero pronto la obstinación de Jo Guk conseguirá convencer a Mi-Rae de que no pueden estar separados uno del otro. Y mientras la parejita intenta reconducir su relación, el Director Lee tiene que ver como su esposa firma los papeles del divorcio saliéndole mal la jugada con la que intentaba reconquistarla. Finalmente, se celebrarán las elecciones al congreso; el resultado, mas que confirmar el éxito de Jo Guk, se convertirá en un nuevo obstáculo en la relación de los dos jóvenes políticos.

Uffff… sí, lo primero reconocer que la entrega de hoy es de sobresaliente pero los ríos de lágrimas que desata éste episodio pueden llegar a desbordarse y amenazar con ahogar a los menos amigos de los sentimientos desbocados.

Pero como decía, no hay que menospreciarlo; es cierto que se abusa del drama para, con el chantaje al corazón del público, hurgar en su interior y provocar la lágrima fácil – solo había que ver a mi mujer que cual María Magdalena enjugaba sus lágrimas sin casi poder achicarlas – pero la interpretación de la pareja es notabilísima empezando por un Seung-Won menos predispuesto a mostrarse vulnerable.

Y poco mas, ya que entre adioses forzados y reconciliaciones previsibles la hora se pasa volando; al menos los mas reacios pueden considerar éste capítulo como un cambio de fase ante las últimas cinco entregas.

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CITY HALL (II) – Korea del Sur – 2009 – Kdrama – (Ep. 6 al 10) de 20

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BREVE RESUMEN DE LOS CINCO PRIMEROS EPISODIOS:

Go Juk es un joven político con la clara intención de llegar algún día a ser el presidente de la Republica. Sin embargo sus ambiciones sufrirán un serio revés cuando su padrino político le obligue a hacerse cargo de la Tenencia de Alcaldía de una pequeña localidad costera, población natal del mismo. Contrariado no tendrá otro remedio que aceptar encontrándose con un órgano de gobierno corrupto y que él considera rústico. Allí trabaja Shin Mi-Rae, una secretaria treintañera atrapada en la labor de servir de camarera de los burócratas. Mientras que Go Juk centra su interés en derrocar desde las sombras al actual Alcalde deberá hacerse cargo de las cuestiones a la es obligado con tal de distanciarlo de los asuntos de importancia como es un certamen de belleza. A pesar de que éste lo encuentre superficial desviando responsabilidades en subalternos como el Director Lee, el único funcionario integro de la alcaldía, Shin Mi-Rae soñará con ganarlo para así hacerse con el premio en metálico con el que saldar las muchas deudas que tiene; sin embargo el concurso está amañado y el dinero se desviará a los fondos de campaña de un político. Tras mas de una aventura Mi-Rae se alzará como ganadora, descubriendo el engaño aunque impotente accediendo a ser parte del mismo.

6º CAPITULO: Las cosas no parecen ir mejor para los protagonistas.

Viéndose en la calle a Mi-Rae no se le ocurrirá hacer otra cosa que protestar delante del Ayuntamiento para denunciar su situación. Esto no será bien visto por sus antiguos compañeros y pronto empezarán a hostigarla con tal de que decline su postura. Mientras, Go Juk recibirá un jarro de agua fría: su padrino se mostrará molesto por su falta de iniciativa y para postre, su secretario, al que el político tenía por amigo se desvelará como espía de su mecenas dejándolo en una mala posición. De vuelta a Inju Mi-Rae será primero víctima de las estrategias poco honestas de la Concejala Min siendo humillada y luego, ante lo inamovible de su espíritu será puesta a prueba cuando se utilice a su amiga en el Ayuntamiento como «rehén». O deja de protestar o ésta será también despedida. Sin embargo la secretaria no está tan sola como cree ya que junto a sus amigos se encuentra el propio Go Juk que le pedirá ayuda al Director Lee para que apoye a ésta.

No nos engañemos; de momento la serie no ha recuperado aquel tono desenfadado que me hizo creer que estábamos ante la mejor serie asiática que hayan visto mis ojos pero al menos, ésta entrega no es tan calamitosa como la anterior.

Sí, es cierto que tira de dramatismo para cargar las tintas sobre las emociones pero al menos se ha de agradecer que intenten endulzar un tanto las cosas para no sumarnos en un estado total de pesimismo como correspondería a esas reacciones tan exageradas como cuando a la protagonista la acribillan a huevazos o su mejor amiga es despedida obviando una decisión a todas luces demasiado egoísta.

Por cierto y para acabar; el giro en el tono de la serie no es el único cambio notable que estoy apreciando sino también hasta una pérdida de contenido. Hasta en tres ocasiones vemos sendos videoclips con flashbacks que encima se repiten con aparentemente un único sentido, el de promocionar su banda sonora. Lástima.

7º CAPITULO: Fin de un ciclo.

Mi-Rae rechazará la «mano tendida» que le ofrece Go Juk continuando con su protesta delante del Ayuntamiento. Aunque el Director Lee se una a ella en la lucha, no será suficiente cuando compruebe los efectos de su actitud. Bu-Mi se encuentra destrozada al ser rechazada una y otra vez cuando va a pedir trabajo y a su madre y vecinas del mercado le han denegado el permiso para seguir vendiendo en él. Finalmente tendrá que aceptar la ayuda del Teniente de Alcalde asumiendo que con ello perderá el apoyo del Director Lee. Go Juk le dará una serie de dossiers con los que dejar al descubierto todas las malversaciones y operaciones fraudulentas del Alcalde durante los años que ha estado en el poder. En lugar de acudir a la prensa o la fiscalía, Mi-Rae se encargará de que todos los habitantes de Inju descubran la verdadera cara del político. Pronto éste no solo no sabrá hacer frente a la verdad sino que sus hasta el momento apoyos desaparecerán. Para postre saldrá a la luz cierto escándalo sexual que pretendía ocultar propiciando su dimisión. A partir de ahí se abrirá un nuevo ciclo en Inju.

La verdad es que éste episodio bien podría pasar por un capítulo final. No me extrañaría que sus productores no estuviesen muy seguros del éxito de la serie en un principio y decidiesen incluir un «cortafuegos» por si acaso.

En todo caso parece que la serie puede volver a coger impulso tras haber perdido aquellas credenciales de humor fantástico con las que había comenzado. Está claro que en ésta entrega hay puntazos como ese en el que se nos muestran las pancartas de la protagonista como fotomontajes de los posters de «The good, the bad, the weird» y «A dirty Carnival» pero tanto el aumento de drama como la perdida de contenido – volvemos a acusar una cierta necesidad de tapar los tiempos muertos con «videoclips» e imágenes en flashbacks – han provocado que el nivel de la serie baje. En todo caso aún hay un amplio margen de confianza.

Para acabar, destacar sus cinco minutos finales por tres razones. Primero, por la carga emocional; es ciertamente previsible pero no por ello, menos efectivo. Segundo, por esas imágenes del deshoje de las flores del cerezo que con cierta ayuda digital dibujan una estampa realmente bonita. Y tercero, por la sorpresa final.

8º CAPITULO: Comenzamos a levantar el vuelo.

A pesar de la insistencia de Go Juk, Mi-Rae seguirá reacia a acompañarlo al viaje que éste le propone. Finalmente el joven político tendrá que hacer uso incluso de malas artes para, chantajeándola, obligarla. El viaje, excursión mas que otra cosa, los llevará al margen de un río donde ambos intimarán. Sin embargo Mi-Rae se encuentra inquieta ya que desconoce los motivos que han llevado a Go Juk a hacer aquello. De vueltas a Inju y aún sin saber la causa, éste le pedirá que acepte convertirse en su candidata a la alcaldía de la ciudad. Negándose en redondo, Go Juk insistirá una y otra vez pero la tozudez mas que obstinación de Mi-Rae, será un duro desafío. Sin embargo, éste no será el único que piense en ella como candidata al sillón de la Alcaldía ya que sus amigos se apresurarán a darle un empujón. La iniciativa provocará que el partido de la Concejala Min vea en la popularidad de la joven la oportunidad perfecta para aprovecharse de ella. Entonces será cuando salga a relucir su orgullo empujándola a participar en las elecciones como rival de la propia Min.

Tengo que confesar que aunque el viaje de marras de la parejita me parece muy forzado e incluso precipitado, me ha encantado; es previsible y hasta un tanto edulcorado con tanto tema musical acompañando a las imágenes – por cierto, ¿ cuántas veces hemos visto a los protagonistas de una serie surkoreana salpicarse con agua en un río…? – pero vuelve a ser el humor la nota diferencial que eleva el nivel general. Esa escena en la que Go Juk se asusta al ver a Mi-Rae enfocada por una linterna al mas puro estilo fantasmal – copiado por cierto de «My sassy girl» – nos trae al mejor Cha Seung-Won de antaño haciéndolo vulnerable y cercano.

Por lo demás, un episodio divertido sin las cargas dramáticas de las últimas entregas y aunque poco denso, satisfactorio. Resaltar otra vez a Seung-Won ya que además de la mejor escena cómica del episodio nos regala la mas trabajada en ese flashback donde por fin, se nos desvela la relación de su personaje con el del Director Lee. Ejemplar.

9º CAPITULO: Cogemos velocidad de crucero.

A pesar del anuncio de Mi-Rae a la Concejala Min su decisión terminará siendo solamente un farol ya que la secretaria se enojará un montón cuando Bu Mi le anuncie que la ha inscrito en el registro de candidatos a la Alcaldía. Creyendo que el Teniente de Alcalde lo ha urdido todo para aprovecharse de ella, el Director Lee tendrá una discusión acalorada con Go Juk. Al día siguiente la pareja intentará retirar la candidatura para así conseguir el dinero con la que se ha formalizado pero las normas no contemplan devolver la fianza; solo consiguiendo el 15% de los votos se retornará la cantidad depositada. Y así, con la esperanza de conseguir el suficiente número de votantes Mi-Rae decidirá seguir adelante con su candidatura. El primer paso será confeccionar un cartel promocional que llame la atención de la gente y aglutine el mensaje que se quiere transmitir. Una vez conseguido esto comenzarán los problemas ya que necesitarán de un gran dispendio económico para poder competir con sus rivales. La solución la encontrará Mi-Rae de la mano de Go Juk, aunque no le gustará ni la propuesta ni de quién viene ésta…

A pesar de los bandazos iniciales del episodio que nos descolocan un tanto entre tanta duda e indecisión, la entrega de hoy resulta interesante ya que no solo vuelve a querer primar el humor sino que parece que comienza a vislumbrarse un objetivo por mucho que éste acerque a la serie a un culebrón.

Y es que definitivamente el «ménage à trois» barruntado comienza a tomar cuerpo haciéndose por demás interesante dada la disparidad de los factores. Por ejemplo, la mejor escena del capítulo de hoy bajo mi punto de vista no ha sido esa delirante sesión fotográfica de la protagonista sino la secuencia en el coche donde Go Juk recibe la llamada de su prometida. Excelente juego de miradas.

Para acabar, destacar esa otra escena que comentaba; no solo es graciosa sino que evidencia la excelente capacidad camaleónica de su protagonista.

10º CAPITULO: Empieza la guerra.

El orgullo de Mi-Rae volverá a relucir no aceptando la generosa oferta de la prometida de Jo Guk consistente en un cheque en blanco. Pronto se arrepentirá de su decisión cuando no pueda afrontar los gastos de la campaña electoral. Tirando de astucia y contactos podrá reducir los costes pero no lo suficiente. Otra vez Jo Guk saldrá a su rescate ofreciéndole un trato con el que podrá obtener el suficiente dinero para seguir adelante. Con las cuentas claras, Mi-Rae deberá comenzar la campaña algo para lo que no está muy preparada. Siguiendo las directrices dadas por el Teniente de Alcalde la secretaria se esforzará pero a pesar de sus ganas y sobre todo, de los que la quieren no conseguirán llamar la atención de los votantes. Tras un momento de debilidad decidirá hacer lo que mejor que sabe hacer comenzándose a ganar la simpatía del pueblo de Inju. Tanto que incluso sus rivales deberán poner toda la carne en el asador para no perder terreno recurriendo incluso a prácticas no muy honestas.

Episodio de transición sin mas trascendencia que mostrarnos los primeros escarceos de la batalla electoral.

En ese menester cabe añadir que la serie ha sufrido un retroceso en cuanto a los avances que había hecho en los últimos capítulos, volviendo a dar prioridad al drama frente a la comedia. Y no es que se ponga en plan trágico, solo que abusa del sentimiento y las emociones cuando, bajo mi punto de vista, la crudeza del tema político necesitaría del desengrasante del humor.

Respecto a éste aspecto, resultan simpáticas sin mas las coreografías que acompañan a los candidatos electorales, los ánimos que se dan la panda de amigos de Min-Rae al leer su foro y algunas curiosas estrategias para ganar votos pero poco mas. En el otro lado, el encuentro entre el Director Lee y la Concejala Min y sobre todo, la nueva humillación de la protagonista marcan el episodio si bien no para mal pero sí, como decía, dando un paso hacia atrás. Esperemos que superado el meridiano del serial los fundamentos que la vieron nacer vuelvan a reinar.

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CITY HALL (I) – Korea del Sur – 2009 – Kdrama – (Ep. 1 al 5) de 20

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La crisis económica que está azotando a la sociedad éste final y principio de nueva década está poniendo las vergüenzas de nuestros dirigentes políticos al descubierto. Inmersos en recortes presupuestarios para reducir el déficit nos ofrecen una imagen modélica rebajándose unos sueldos que no dejan de ser un reflejo de total desfachatez. Pero las dudas sobre el sistema capitalista nos han traído también unas refriegas dialécticas entre los diferentes dirigentes políticos que a veces convierten los estamentos burocráticos en ostentosos rings pugilísticos donde las palabras parecen hacer mas daño que los puños.

Y si hablamos de enfrentamientos políticos no podemos mirar hacia otro lado por mucha simpatía que le tengamos a la pequeña península asiática y reconocer que no hay temporada que no veamos en los noticiarios trifulcas en el Parlamento Surkoreano.

Uniendo ambas coyunturas uno se formaría rápidamente una imagen algo violenta del panorama político koreano. Pues sí, pero sin olvidar la importancia que el mundo del espectáculo juega en el país no resulta tan extraño el cuadro que contrariamente pinta ésta serie. Y es que siendo ahora mas que nunca nuestros dirigentes los protagonistas del día a día del país, la política no podía vivir al margen de la cotidianeidad, ¿y que mejor para representar a estos humanizándoles por un lado y mostrando críticamente sus miserias que una serie de televisión?. Pues eso.

En España sería imposible dada la parcialidad de los medios pero en Korea, donde interesa mas la audiencia que el mensaje, el milagro podía ser posible. Así nació éste «City Hall», una propuesta diferente y hasta un poco atípica.

1º CAPITULO: Comienza la guerra.

Shin Mi-Rae es una treintañera que lleva siete años trabajando como secretaria en la alcadía de Inju, una localidad de algo mas de 100.000 habitantes. A pesar de su trayectoria su labor no va mas allá de la de servir de recadera y hacer cafés para compañeros de mas rango. A la alcaldía llegará un día Jo Guk un prometedor joven con grandes aspiraciones políticas al que su «padrino» le obligará a coger el cargo de Teniente de Alcalde de Inju con tal de ir adquiriendo experiencia. Con fama de ser el «hombre perfecto», en la ciudad lo recibirán por un lado con la lógica hospitalidad y por otro, con el clásico recelo. Mi-Rae se sentirá atraída por Jo Guk creyéndose correspondida; no obstante la situación es totalmente opuesta ya que éste la ve como un bicho raro, inútil y poco femenina. La primera misión que le asignarán a Jo Guk será la de regir un concurso de belleza, amañando todo sea dicho, con la intención de malversar fondos. Mi-Rae necesitada de dinero y desconocedora del tejemaneje, pensará no solo en participar sino en ganarlo.

Sí, es cierto, cuando concluía la introducción decía que la serie se planteaba atípica y sin embargo por lo resumido en el primer capítulo parece que nos encontramos con un «mas de lo mismo», es decir, tanto un argumento que nos trae de nuevo a una pareja poco afín que seguro terminará uniéndose como a una protagonista que calca el papel de «Cenicienta». Pues sí, no se puede negar pero no es menos cierto que existen elementos – además de ese contexto político que marca la serie – que distancian un tanto a ésta de esas líneas generales que caracterizan las comedias románticas televisivas del país; por ejemplo, que la protagonista se crea correspondida.

En esa misma línea con la que yo mismo parecía rebatirme, diré que algunos de los personajes secundarios se acogen también al arquetipo de estos encontrándonos con, por ejemplo, el Secretario Lee Jeong-Do quien al parecer a las primeras de cambio ya tiene adjudicado el rol de perdedor en un supuesto triangulo amoroso.

Por otro lado, sobre todas éstas relaciones asoma la temática política con todo ese trasiego de juegos de influencias, corrupción y malversación de fondos públicos que en manos de un occidental daría para poco menos que un tostón pero que aquí pasa por tal tamiz de naturalidad – recordar que hasta hace bien poco Korea del Sur era uno de los países desarrollados con mas corrupción del mundo – que hasta resulta cómico. Amén, del ya no poco sentido del humor que luce el capítulo.

Y es que éste es otro – junto a sus protagonistas – factor estrella de la serie. A pesar de esa presunta apariencia seria y trascendental que debería tener la serie por temática, nos encontramos con un montón de gags que redundan tanto en las situaciones chocantes como en ese carácter llano y demasiado inocente de los koreanos de lejos de la capital. Doy fe de ello. Así «City hall» por lo visto en su primera entrega hará las delicias de los que adoramos esas comedias costumbristas y que tantos paralelismos nos traen con ésta «piel de toro» en la que me encuentro.

Es cierto que en ocasiones recurre a situaciones nada creíbles – la pintura de la casa del protagonista – pero es mas bien una excusa que un recurso necesario.

Por último destacar lo que ya había señalado en los anteriores párrafos: el gran atractivo de sus protagonistas. A Kim Seong-Ah estamos acostumbrados a verla en series y comedias intrascendentes, sin embargo a Cha Seung-Won lo recuperamos para la causa.

Al estilizado galán en los últimos tiempos lo he bautizado como «El actor que perdió la sonrisa» tras perder aquel toque con la taquilla que lo convirtió en el «Rey Midas» de la península al querer cambiar de registro abandonando la comedia que le dio fama. Tras cinco años desaparecido del género – si exceptuamos «Small Town Rivals» con demasiadas coincidencias precisamente con ésta serie – Seung-Won regresó a la comedia recuperando, al menos por ahora, viejas sensaciones.

2º CAPITULO: Primer posicionamiento.

Mi-Rae descubrirá lo equivocada que estaba respecto a Go Juk cuando éste deje clara la opinión que tiene de ella en una conversación sobre las opciones que tiene de ingresar en el concurso de belleza. Mientras que la secretaria piensa como contraatacar, el Gobernador visitará la Alcaldía ignorando al alcalde y solo poniendo la atención sobre Go Juk. Esto pondrá nervioso al veterano político mandando a Mi-Rae para que ejerza de espía, sin embargo ésta mantendrá una posición neutral. El concurso comenzará con paso firme a pesar de que Go Juk no quiera hacerse cargo del mismo delegando responsabilidades en el Director Lee. Finalmente Mi-Rae podrá participar en él tras aparentemente apaciguar su relación con Go Juk.

Muchas cosas pasan en éste episodio y de diferente cariz. Por un lado tenemos descubrimientos como los que nos cuentan el pasado de Go Juk o la relación del Director Lee con la concejal Min. Por cierto, estupendo éste Lee Hyong-Cheol ya que tras verlo en uno de los papeles mas odiosos que recuerdo en el serial «On Air» aquí se «reforma» ofreciendo la otra cara de la moneda.

Por el otro lado, la todavía presentación de personajes como son en ésta ocasión los amigos de la protagonista. Delirantes. Y es que la serie sigue siendo fiel a ese humor tan marcado que vimos en su primer capítulo; no solo no ha perdido un ápice de gracia sino que lo ha acentuado.

Muchas escenas nos recuerdan al manga japonés con esas reacciones tan exageradas – ver a Jo Guk y a su ayudante tras el destape de Go Juk o a los amigos de la anterior cuando ésta disimula diciendo que la cerveza es tan amarga – y otras no dejan atrás ese estilo surkoreano que aunque algo previsible – la «traición» de los directores de sección del Ayuntamiento – es lo que buscamos cuando acudimos a una de éstas producciones.

3º CAPITULO: Sorpresas y risas, muchas risas.

Go Juk recibirá calabazas pero aceptará con resignación su nueva misión: derrocar al actual alcalde. Antes de regresar a Inju visitará a… su prometida. Tras lidiar con ésta retornará a la pequeña ciudad para supuestamente hacerse cargo del concurso de belleza. Sin embargo volverá a pasarse de listo y ésta vez no podrá sobreponerse a su insolencia: el Director Lee le dejará toda la responsabilidad de lo que queda de evento. Sin saber que hacer recurrirá a Shin Mi-Rae la cual se aprovechará de su posición de privilegio ajustando las nuevas pruebas a sus habilidades. La primera, ayudar a los pescadores locales a capturar Baendaengis. Mientras que esto ocurre hasta Inju llegará la madre e… ¡¡ hijo de Go Juk !!. Al día siguiente la prueba para las candidatas será reformar la casa de una anciana. Para sorpresa de todos la mujer estará relacionada con la propia Mi-Rae.

Tronchante, no puedo decir otra cosa. La verdad es que la serie me está sorprendiendo gratamente no solo por su alto contenido cómico sino porque además resulta hasta imprevisible. El ejemplo mas claro lo tenemos cuando la protagonista despierta tras «pasar» la noche junto a Go Juk. Cualquiera podría pensar que éste le ha dejado la cama como un perfecto caballero y… pues eso, verlo.

Por otro lado sorprende que a éstas alturas aún no solo se nos presenten personajes sino que estos tengan un carácter… asombroso. En fin, espero que en breve se despejen las dudas que plantea éste episodio.

4º CAPITULO: Solo lo diré de una forma: bestial.

Go Juk y Mi-Rae lograrán superar el mal rato pasado. Esa misma noche la secretaria ayudará a terminar el trabajo comenzado en casa de su abuela lo que influirá para que al día siguiente llegue tarde a los ensayos de «Miss Baendaengi». Resentido por lo acontecido el día anterior Go Juk la expulsará del concurso apoyándose en que ha roto las normas. Sin embargo la providencia se volverá a poner del lado de ésta cuando la Ministra de Igualdad del país llame al alcalde felicitándole por la idea de incluir a una mujer tan «normal» en el certamen. Sin otro remedio deberá no solo reingresarla sino apoyarla para que gane. Las pruebas se irán sucediendo hasta la esperada votación final.

El episodio es tan bueno que no recuerdo uno de una serie asiática con el que me haya reído tanto. Eso lo convierte ya en toda una referencia aunque tenga una contrapartida negativa, que de ahora en adelante todo parecerá poco.

Pero no nos pongamos la venda antes de la herida y contemos las virtudes de éste capítulo que lo han convertido desde ya para mi en todo un hito en la comedia televisiva surkoreana.

Teniendo al humor como su principal baza, el primer factor que apoya a éste es la dosificación. El capítulo merece un segundo visionado y quizás tras escribir éstas líneas me decida a ello y mida el «tempo» del mismo para poder dar el dato exacto de «gag/minuto», en todo caso no me extrañaría que anduviese por los dos minutos/gag y eso que su arranque hacía prever otra cosa.

Y es que el segundo factor sería ese, el ya comentado en la anterior entrega como es la imprevisibilidad. En la línea de lo dicho en el anterior párrafo no sé ni las veces en la que le sorprenden a uno. Genial.

El tercero serían sus protagonistas, que pareja. Ese toque cabronazo de Cha Seung-Won tan serio y recto hacen mas divertidas esas escenas donde se suelta y vuelve a ser el que fue al principio de su carrera. El par de «recreaciones» de la protagonista son de las que hacen época y sirven para valorar mas aún al intérprete. Kim Seong-Ah, en su línea, pero no por ello menos efectiva.

Cuarto, aunque ya no influya en el contenido cómico, destacar la buena selección musical del episodio. Hay para todos los gustos pero siempre con un grado de idoneidad poco antes visto.

Para acabar, esperar que temas como la relación Go Juk-Director Lee nos depare alguna buena sorpresa y ya que estamos hablando sobre éste personaje, desear que no se convierta en víctima de un romance no correspondido.

5º CAPITULO: Giro de 180º, llega el drama.

Tras ganar el certamen Shin Mi-Rae se encontrará preocupada ya que todavía no ha recibido el premio en metálico de 20 millones de Wons. Pronto el Director Lee le resolverá, para su desgracia, todas sus dudas. Lee le enseñará unos documentos firmados por la propia secretaria – falsificados evidentemente – con los que demostrar que ésta ha donado el premio a una asociación benéfica. Lee no se quedará ahí y le explicará que todo responde a un desvío intencionado del dinero hacia los intereses de los corruptos de turno con lo que Mi-Rae tiene dos opciones: o aceptarlo y en contraposición quedarse con solo un millón o destapar el escándalo luchando contra el sistema. Contando con un tiempo de reflexión la secretaria le pedirá ayuda a Go Juk pero éste como siempre la ignorará. Eso sí, Mi-Rae para su sorpresa se enterará de la parte de culpa que tuvo éste en el proceso de reingreso en el concurso aunque confundiendo su propósito. Finalmente se rendirá y aceptará ser parte del juego. Esto tendrá consecuencias ya que el Director Lee cansado de servir de cómplice, dimitirá de su cargo. Quien no se rendirá será Mi-Rae que acudirá al Alcalde para pedirle que le dé todo el dinero del premio, obteniendo a cambio un revés: la concejala Min pedirá su dimisión.

Como decía al principio, en éste episodio nos encontramos con un cambio radical no solo en lo que respecta a la anterior entrega sino a lo que llevábamos de serie; y es que ya no solo es que no mantenga el nivel – algo por otra parte que suponíamos viendo lo «inalcanzable» del último – sino que sustituye el buen rollo reinante por un tono apesadumbrado y hasta mezquino; casi de telenovela de sobremesa. Esto me plantea muchas dudas al respecto del futuro de la serie pero dadas las sensaciones despertadas en sus cuatro primeros episodios no tiene un voto de confianza sino todavía muchos.

Adentrándonos en el capítulo diremos que se agradece que nos reserven alguna sorpresa como la implicación del protagonista tras expulsar a Mi-Rae del concurso o que se mantenga el misterio respecto a la relación del mismo con la estirada jovencita Bu-Mi pero por lo demás, esperemos que solo resulte una dura transición.

Como último apunte y desdramatizando mis impresiones diremos que sorprende encontrar al inicio del episodio un tema instrumental de corte flamenco. Será el único apunte simpático de la poco mas de hora de metraje.

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