BREVE RESUMEN DE LOS 15 PRIMEROS CAPITULOS:
Para encauzar sus ambiciones políticas, el padrino – y secreto padre biológico – de Jo Guk le obligará a aceptar la Tenencia de Alcaldía de la pequeña localidad costera de Inju. Encima allí no será recibido con buenos ojos ya que antecediéndole su fama, los burócratas del Ayuntamiento lo verán no solo como un intruso sino como un duro competidor. Por esa razón será relegado a tareas menores tales como regir un Concurso de Belleza cuyo único fin es desviar el premio en metálico a los fondos de campaña de un político afín al Alcalde. En dicho certamen participará Mi-Rae, una de las secretarias del Ayuntamiento que bajo la bandera de la igualdad de oportunidades – ésta supera con creces la treintena de años – esconde una motivación simplemente económica. El carácter arisco de Jo Guk tropezará con el encanto e ingenuidad de Mi-Rae y si bien en un principio ambos no congeniarán pronto saltará la chispa del amor. Cuando la secretaria gane el certamen y no pueda cobrar el premio debido a la artimaña ideada por el Alcalde, Jo Guk la utilizará como arma para derrocar a éste. Pero ahí no acabará la cosa ya que el tesón de Mi-Rae le ha abierto los ojos al joven político viendo en ella a la perfecta candidata para suceder al depuesto Alcalde. Con ayuda de la experiencia de Jo Guk, de otro de los burócratas del Ayuntamiento como es el Director Lee único funcionario integro del mismo y a su vez esposo de la Concejala Min paradójicamente enemiga natural de Mi-Rae y el buen corazón de ésta, la secretaria pasará de servir el café a sentarse en la poltrona del Ayuntamiento. Tras alcanzar éste logro Jo Guk querrá continuar por la senda del éxito presentándose al Senado por Inju contando con el apoyo de la propia Mi-Rae; sin embargo, descubierta su relación con la ahora alcaldesa, irrumpirá en escena el padrino de éste para invitarlos a que rompan su relación si quieren conseguir sus objetivos: una, velar por Inju y otro, llegar a la presidencia de la Republica algún día.
16º CAPITULO: Una de cal y otra de arena.
El escándalo de la publicación de las fotos será lidiado con la necesaria diligencia por parte de Jo Guk gracias a la complicidad del director Lee que se prestará a mentir con tal de quitarle hierro al asunto. Sin embargo éste no será el único problema que le surja a los protagonistas ya que mientras Mi-Rae descubre como alguien está impidiendo que pueda conseguir financiación extra desde el gobierno central, Jo Guk verá como BB, responsable seguro de lo anterior, se presenta como candidato a la jefatura de estado. Pero estos no son de los que se rinden fácilmente así que Mi-Rae siguiendo un consejo de su pareja conseguirá la financiación necesaria por sus propios medios mientras que Jo Guk, presto a la batalla, admitirá formar parte de uno de los partidos rivales de su padre. Capeado el temporal la parejita tendrá un rato de distendimiento por las calles de Seúl hasta que un sobresalto les vuelva a traer a la realidad: Mi-Rae será detenida por la policía bajo el cargo de haber aceptado sobornos.
Tengo que reconocer que el capítulo de hoy no ha sido de los mejores pero no deja de tener su interés.
Para empezar acusa una bipolaridad que termina por ser determinante; una primera parte seria que no dramática donde se acumulan los sobresaltos y pesares y una segunda que se centra en la relación de la parejita que sin bien no lleva a ningún sitio resulta simpática.
Elementos como la confesión por parte de Jo Guk a Mi-Rae desvelándole la relación que le une a BB o la conversación entre estos dos son los puntos álgidos de una entrega que por otra parte evidencia una falta de mordiente acusando ese alargamiento que a veces sufren las series de camino a su final.
Esperemos que ese desenlace inesperado aporte de cara al futuro el contenido que aquí se ha echado a faltar.
17º CAPITULO: Equilibrio.
El intento para desestabilizar a la alcaldesa con una acusación un tanto insostenible por parte de la oposición que no quiere que se detenga el proyecto de traslado del Ayuntamiento, se quedará sin base cuando Jo Guk contraataque. Superado el susto Mi-Rae tendrá que lidiar con un nuevo problema cuando la prometida de éste acuda a visitarla. El desasosiego que le producirá su encuentro se reflejará en la relación con el joven político pero el ímpetu de éste y el amor que se profesan bastará para que caigan todas las barreras. Quienes no lo llevan tan bien son el Director Lee y la Concejala Min ya que éste creyendo que la culpable de la acusación es su propia esposa no dudará en recriminarle duramente su actitud; esto provocará que el rencor de la concejala se vuelta realmente contra Mi-Rae aliándose con la prometida de Jo Guk. Juntas conseguirán llevar adelante una irrefutable acusación de corrupción contra la Alcaldesa. Jo Guk ya sin recursos tendrá que sacrificar su amor por Mi-Rae para conseguir verla libre.
Pffff… que chunga se pone la cosa, menos mal que quedan solo tres episodios; y es que ese final descorazonador no hace otra cosa que dejarnos con el alma en vilo. Y poco parecía que el episodio fuese acabar así ya que tras un arranque fabuloso donde otra vez las extraordinarios habilidades de «negociación» de Jo Guk nos harán esbozar alguna que otra sonrisa, se nos vuelve a dibujar una serie de situaciones típicas de la «High comedy» norteamericana con otra vez un Seung-Won al mas puro estilo Cary Grant.
Sin embargo con el desenlace ya próximo es normal que comience esa habitual cuesta arriba para que todo desemboque en esa línea de meta triunfadora. O no tanto, ya que curtidos estamos en finales de series surkoreanas no tan deseadas como esperábamos dejándonos con cierta frustración. Miedo tengo con ésta.
Para acabar por hoy, estupendo el bofetón del Director Lee a la Concejala Min, mas divertido por esperado que doloroso y fantástica la metáfora de la prometida de Jo Guk comparando a Mi-Rae con puntos y comas. Ilustrativo aunque poco creíble en la vida real; pese a ello, como he dicho, fantástica. Ah y visto lo visto, los políticos son iguales en todas partes. Manda cojones – sin perdón – que los senadores surkoreanos tengan estipulado viajar dos veces al año fuera de Korea. Vacaciones gratis.
18º CAPITULO: Entre cagada y efecto chicle.
Tras la rendición, Jo Guk comenzará fuerte su andadura dentro de la Asamblea Nacional. Mientras Min-Rae verá como poco a poco se le abren todas las puertas incluso la que prevé la construcción de una planta de reciclaje que traerá riqueza a la región. Sin embargo tanta dicha no parece gustarle a la Alcaldesa comenzando a olerse que detrás de todo aquello hay algo escondido. Su solución para ello, retener el proyecto aunque ello conlleve oponerse a Jo Guk.
Fatal, volvemos a encontrarnos con el síndrome del no saber por donde tirar cuando se acerca el final en una serie surkoreana.
El episodio de hoy se divide entre cuatro escenas en las que Jo Guk/Cha Seung-Won se debate arrojando lágrimas cual surtidor y la soberbia de una Mi-Rae que se ha tragado el cucharón. Resumiendo, capítulo de relleno y divagaciones que para postre resultan un tanto aburridas y a contracorriente.
Y es que, qué manía tienen los nativos de ésta pequeña península asiática de enfrentar a las parejas protagonistas desluciendo el encanto y empeñando una relación. ¿No pueden inventar otro tipo de problemas que no lleven consigo un enfrentamiento ilógico?.
Sí, los pucheros de Seung-Won están muy bien porque demuestran que interpretativamente es un 10 pero me río de esa crueldad hipócrita que reina en el país y que consiste en evitar un sufrimiento a quien quieres haciéndole padecer mas. De risa.
¿Y nuestra alcaldesa?. Aparta el sentido común a un lado, hace caso omiso a los consejos y se convierte en una Juana de Arco sin propósito alguno, solo la terquedad. Si lo de antes era de risa, lo de ahora es de traca.
19º CAPITULO: El principio del fin.
Tras la negativa de Min-Rae a firmar el contrato para la construcción de la planta de reciclaje, el tiempo comenzará a correr en su contra al no tener ningún motivo tangible que justifique su actitud. Sin embargo hasta su correo electrónico llegará un email ofreciendo el mismo pacto pero poniendo a las claras algunos de los productos a reciclar, materiales contaminantes que había omitido comentar la empresa de la prometida de Jo Guk. Será el propio ayudante de éste el que le descubra la verdad a la Alcaldesa: ha sido el joven político el que ha destapado todo el caso. Con nuevas armas en la mano solo la intervención de BB podrá impedir que Min-Rae no firme los documentos; la amenazará con destruir a todo aquel que conozca. Finalmente ésta firmará, eso sí guardándose una última bala en la récamara. Por su parte, Jo Guk le dará la puntilla a su padre y prometida aprobando una ley en la Asamblea Nacional que impida sus negocios fraudulentos con materiales contaminantes.
La cosa apuntaba mal al principio continuando la tónica del anterior episodio ofreciéndonos una tormenta de lágrimas. Por si fuera poco había que sumar una evidente y alarmante sensación de «alargamiento» con varios pasajes al uso de videoclips musicales e incluso utilización de flashbacks para dotar de contenido al episodio.
Sin embargo, tras ese repunte parece que «City Hall» comienza a descender cambiando el rumbo y empezando a zanjar asuntos de cara al último episodio. Por fin se dejan de zarandajas y tecnicismos y encauzan el argumento hacia un objetivo aunque para ello dejen el camino sembrado de cadáveres.
Y es que vamos a ver, en el anterior episodio Jo Guk rechazaba a la protagonista de una manera cruel y ahora sin que haya mediado nada por en medio, juguetea de una manera casi infantil con la misma. Esto solo pasa en las series…
Por lo demás, el buen regusto de boca que deja el final del episodio por un lado representado por una venganza casi épica al estilo literario de principios de siglo XX y por otro, esa resolución un tanto kármica representada por la decisión de Min-Rae.
20º CAPITULO: Ésta vez sí, han sabido hacerlo.
Finalmente la prometida de Jo Guk averiguará a su pesar el porque del rechazo de Min-Rae a su proyecto. Y es que su propio padre le había ocultado las oscuras intenciones de su empresa. Desengañada abrirá los ojos y firmará las paces con la Alcaldesa llegando incluso a transigir con la vida sentimental de ésta y su relación con Jo Guk. Libres por fin solo le quedará una cosa al joven político que solucionar: su relación con su padre.
Poco me he explayado con tal de no destripar el final pero la verdad es que sin ser un desenlace redondo al menos satisface los deseos de la mayoría de los espectadores, o al menos eso creo yo.
Y digo que no es redondo porque es un final un tanto atípico; no se entiende porque ata todos los cabos sueltos al principio del episodio en tan solo veinte minutos. El resto, se divide entre un pasaje cómico, uno tierno y otro que se adentra en el futuro de los protagonistas.
Con todo ello da la sensación de que el episodio se les quedaba corto a sus responsables y decidieron alargar el mismo eso sí manteniendo el espíritu que ha caracterizado la serie. Recapitulando, convincente pero extraño.
Por lo demás, estupenda la resolución al «caso» del Director Lee/Concejala Min e ingenioso ese flashback entrañable; un «deja vú» casi del género fantástico muy al uso de la propia cinematografía surkoreana.
CONCLUSIONES:
En cierta medida se le puede echar en cara que fuese cambiando de registro cuando iba superando episodios olvidando en parte ese humor fantástico de sus primeros capítulos pero se le ha de agradecer que pese a ello, el tono nunca se haya vuelto trágico. En líneas generales se puede considerar una perfecta comedia romántica en la que prevalece el primer término frente a la componente sentimental.
– Los protagonistas, geniales. Kim Sun-Ah en su línea, una actriz capaz de hacerte llorar ya sea riéndote o conmoviéndote. Increíble su capacidad camaleónica ya no tanto interpretativamente sino incluso en aspecto. La componente de «Cenicienta» de su personaje, cliché clásico en las series del país, es asumido con naturalidad gracias a su talento. Por su parte Cha Seung-Won, regresa por la puerta grande a la comedia que le dio fama aunque demostrando el porque no quiso quedar encasillado. Los últimos episodios de la serie, un «master» de cómo resultar sensible.
– Los personajes secundarios, brillantes, sobre todo los que son usados para hacernos reír, en especial, los directores de sección. Del resto, un reconocimiento especial a Choi Il-Hwa, el padre ficticio de Jo Guk, por el desagradecido rol que le ha tocado interpretar.
– La música un 10. Quizás no sean los mejores temas que hemos podido oír en una Banda Sonora pero sí que uno de los mejores ejemplos de cómo utilizar los mismos. Hay mucho pasaje tipo «videoclip» pero en ningún momento se puede considerar un demérito.
– La componente política tampoco pesa en su contra ya que en todo momento se controla su contenido utilizándose mas como un ingrediente que como una fórmula a desarrollar. No existen intrigas palaciegas ya que los tejemanejes se reducen mas al terreno personal que al ideológico y esto lo agradece el ritmo de la serie.
– Algo por el estilo se puede decir del apartado sentimental. Uno se alegra de que los fantasmas de los triángulos amorosos nunca se aparezcan. Sí, el protagonista está prometido pero su desencanto inicial nunca nos hará temer por que su corazón se encuentre dividido. Lo mismo que la protagonista con el vacilante interés del Director Lee.
Resumiendo, «City Hall», por sensaciones, es una joya, un buen muestrario de emociones y satisfacciones que te enamorará por encanto y simpatía. Divertida y equilibrada formará rápidamente dentro de tu grupo de series asiáticas preferidas. Para mi, ya lo es.