
Hace tan solo cuatro años la industria cinematográfica surkoreana era el estandarte del mundo del entretenimiento local de cara al exterior. Sus exportaciones de derechos se vendían por docenas y llegaban a casi cualquier rincón del mundo.
Ahora a tenor del descenso de producción y también – no nos engañemos – de la pérdida de frescura la industria del cine ha visto relegada su privilegiada posición ya no tanto ante un apabullante mercado musical que nunca ha dejado de estar ahí arriba sino ante un producto que durante muchos años ha sido desprestigiado: las series televisivas.
Paulatinamente al retroceso del séptimo arte, el mundo de la televisión se ha visto impulsado y beneficiado por las mismas virtudes que un día convirtieron a los films realizados en la península en el mayor foco de atracción de Asia.
En un mercado monopolizado por Japón y Hong Kong, la calidad y espontaneidad de las series surkoreanas fueron permitiéndoles abrirse camino aumentando sus prestaciones a la vez que sus ventas a otros países crecían. Y es que no solo es el entorno asiático el que disfruta de ellas sino – y dejando de lado las ventajas de la red de redes – otros países que nunca hubiesen creído emitir una obra de ésta nacionalidad caen rendidos ante la obviedad.
Ahora no es extraño ver efectos especiales mas propios de una producción para la gran pantalla en un formato televisivo; y ahora tampoco es extraño ver a estrellas de la gran pantalla protagonizando seriales. La televisión disfruta de un mayor grado de accesibilidad y esto en Korea ha sido aprovechado para, tal vez, rellenar ese hueco dejado por la industria cinematográfica.
Así en el primer tercio del año 2009 se anunció el proyecto para crear la serie mas ambiciosa que nunca se hubiese realizado en el país. Se dijo que su presupuesto rondaría los 20 millones de dólares USA – algo así como 13 millones de Euros – y su reparto sería el mas espectacular hasta la fecha. El primer nombre a surgir fue el de Lee Byeong-Heon al que le secundaron los de Kim Tae-Hee, Jung Jun-Ho, Kim Seung-Wu y T.O.P. ¿Qué quienes son estos?.
Lee Byeong-Heon con permiso de Rain se está convirtiendo en el actor surkoreano mas universal gracias a su participación en films occidentales como «GI JOE» o «I come with the rain», amén de su participación en film locales de gran calado como «The good, the bad, the weird», «A bittersweet life» y «JSA».
Kim Tae-Hee es entre otras la protagonista del serial quizás mas popular de toda Korea, «Stairway to heaven», melodrama televisivo que incluso vio como fue doblado a nuestro idioma.
Jung Jun-Ho recién salido del exitoso serial «The last scandal of my life» fue hace tan solo ocho años el Rey Midas del cine surkoreano con exitazos de taquilla a sus espaldas del calibre de «My boss my hero», «Marrying the mafia» o «Public enemy 2». Como apunte final – y personal – decir que Jun-Ho además es mi actor asiático favorito.
Kim Seung-Wu por su parte es otra de esas caras reconocibles de la gran pantalla, un intérprete con no solo una larga trayectoria sino casi siempre ligado al género de la acción. «The general’s son», «Yesterday», «Break out»o «Heaven’s soldiers» son algunos identificables ejemplos.
Por último pero no menos popular T.O.P., miembro de la archiconocida banda, «Big Bang». A pesar de su juventud Choi Seung-Hyeon, como así se llama en realidad, ya se ha convertido en todo un ídolo no solo para l@s adolescentes locales sino para los millones de personas que compran sus discos a lo largo y ancho de toda Asia… y de otros lares. El que os escribe sin ir mas lejos, a pesar de casi duplicarlos en edad, se declara un claro admirador del grupo… aunque prefiero a otros miembros.
¿Suficiente atractivo?. Pues para terminar de garantizar el éxito no solo se contó con un director capaz sino con dos… y menudos dos.
Kim Kyo-Tae fue el responsable entre otros de «A love to kill» uno de los mayores éxitos de la televisión de los últimos años. «A love to kill» lanzó definitivamente a la fama – tras claro está «Full house» – a su protagonista – otra vez … – Rain, obteniendo un montón de galardones tanto dentro de sus fronteras como fuera. No en vano fue nombrada junto a otras menciones como la «Mejor Serie Asiática del año» en los «Asia TV Awards» del 2005.
Lo de Yang Yun-Ho ya es otro cantar. Centrado en la gran pantalla Yun-Ho cuenta con un historial que ya quisieran muchos. Entre sus cinco películas como director figuran títulos como «Liberame» – quinta película autóctona mas vista del 2000 -, «Fighter in the wind (Lucha o muere)» – séptima mas taquillera del 2004 -, «Holiday» y «Rainbow eyes». Completando éstas cifras no puedo hacer otra cosa que añadir mi apunte personal ya que mientras la primera figura en la posición 45ª dentro de mi «Top 60» asiático de películas favoritas, «Holiday» la supera en una 33ª posición. A esto hay que sumar que desde que instauré esos virtuales premios de los «Chanpooñones», «Holiday» se alzó con el «Chanpooñón de Oro de Korea» del 2006 mientras que «Rainbow eyes» obtuvo uno de los «Chanpooñones meritorios de Korea» del 2007. ¿Suficiente garantía entre ambos?. Uno conoce el medio y el otro la acción, ambos el éxito.
Por último la guinda la puso las líneas generales del argumento, la de un grupo de espías que viven una serie de aventuras cargadas de acción. ¿Todavía no os ha llamado la atención?. Pues esperad y veréis…
1º CAPITULO: Presentaciones, acción, humor e intriga; no está mal para empezar.
Kim Hyun-Jun y Jin Sa-Wu son dos compañeros de habitación en el acuartelamiento donde están destinados. A pesar de ser como hermanos tienen caracteres opuestos y diferentes ambiciones. El destino provocará que los dos conozcan a la mujer de sus sueños sin saber que es la misma persona. Una noche serán arrastrados fuera del cuartel y serán sometidos a tortuosas pruebas físicas sin saber la causa.
Poco contenido para un episodio que por el contrario trae mucho de que hablar. Para empezar y tras el lógico arranque «gancho» lleno de acción y espectáculo que consigue atraer la atención del respetable, nos llega la clásica presentación del par de amigos inseparables que comparten una especial relación de camaradería.
Dejando de lado que no hay quien se crea la «juventud» de los protagonistas, ambos con 38 años cuando grabaron la serie y curiosamente siendo Byung-Hun mayor que Jung Jun-Ho, supuestamente su «Hyung» o hermano mayor en la misma, la relación de ambos está tan vista que resulta previsible. Todos sabemos que terminarán «compartiendo» chica y esto le resta algo de interés.
Al menos se ha sabido suplir éste aspecto dotando a los mismos de un sentido del humor que los hace no solo atractivos sino encantadores, de hecho no en vano en una encuesta realizada meses antes en la que se preguntaba a los surkoreanos cuales eran sus actores favoritos Jun-Ho ocupaba un noveno puesto.
Aspectos menos etéreos como el de la banda sonora sorprende por varios aspectos. El primero, el de la parte instrumental, porque es magnifico; temas dinámicos para la acción y corales para los dramáticos. Acertados y de gran calidad.
El segundo, el de las canciones cantadas porque encontramos mucha diversidad y no todo lo adecuada que quisiéramos. Nos topamos con demasiados temas cantados en inglés e incluso uno en castellano; todo apunta a que la vertiente comercial de una posible venta al extranjero ha marcado la pauta a seguir. Tendremos que escuchar los temas un par de veces mas para opinar mas a fondo.
Tercero, siguiendo a lo del desfase de las edades se suma una objeción. Si se supone que la narración se sitúa en el pasado no cuadra que la canción que esté sonando en la discoteca como es el «Hot Issue» de las «Four minutes» sea uno de los de mas actualidad en el momento del estreno de la serie. Para nosotros puede pasar inadvertido el detalle pero no para el público potencial de la serie.
Resumiendo, es un primer episodio y es pronto para criticar pero de momento se antojan escasas las sensaciones despertadas. Quizás es que las expectativas eran muy altas. Esperaremos…
2º CAPITULO: La cosa comienza a cambiar…
Tras un intento fallido de huída de las instalaciones donde están retenidos, a la pareja de amigos les anunciarán que todo aquello era un examen para probar que eran dignos de ingresar en la NSS, una organización paramilitar secreta que vela por la seguridad del país. Aunque aceptarán de buena gana a ambos no les sentará muy bien averiguar que en realidad los coqueteos de Choi Seung-Hee con ellos formaban parte del plan de la NSS para sondearlos y lograr un perfil psicológico. A pesar de ello Hyun-Jun no es de los que se rinden y «acosará» a ésta hasta que caiga rendida a sus pies, circunstancia que desconoce Sa-Wu que también muestra interés por ésta. Pronto llegará su primera misión como agentes y tras fallar en la captura de un terrorista japonés, conseguirán desbaratar el plan para asesinar a un alto cargo político siguiendo la intuición de Hyun-Jun. Cuando acudan al palacio presidencial para recibir las felicitaciones del Jefe de Estado, Hyun-Jun recordará haber estado allí de niño.
Tras un arranque dubitativo en su primer episodio nos encontramos ya con una entrega formal que parece centrarse en lo que de ahora en adelante nos van a ofrecer. Éste capítulo rebosa tensión y acción y aunque con demasiados parecidos con recientes seriales de éxito como la norteamericana «24», no defraudará a los televidentes que se hayan acercado a ella buscando estos elementos.
La relación de los tres protagonistas por otra parte le resta algo de consistencia pero al menos parece que han sabido enmendar la plana ahorrándonos todos esos tópicos sobre los triángulos amorosos cuando lo desactivan en su desenlace. Se agradece.
Y mas si uno piensa en la preponderancia que se le ha dado al personaje de Lee Byeong-Heon sobre el de Jung Jun-Ho cuando, vuelvo a recordar, éste último es uno de los favoritos del populacho surkoreano. Imagino que todo será cuestión del espectro de público al que va dirigida la serie y pensando que en la misma figura gente como T.O.P. es mas acertado escoger al jovial Byeong-Heon que al galán Jun-Ho por mucho que el primero sea mayor que el segundo…
Para acabar, una tanda de detalles.
Uno, la banda sonora. Se empieza a ver un giro en lo que respecta a la elección de temas musicales corrigiéndose esas objeciones que comentaba en el anterior capítulo. Si ya lo decía yo…
Dos, las presencias. Por un lado por primera vez nos vamos a encontrar con T.O.P; de momento es casi testimonial pero por lo menos sabemos que está ahí. Y por otro, sorprende volver a ver a Kim Seung-Wu; y es que cabe recordar que a lo que estamos asistiendo es a un flashback por lo que no sabemos todavía como atar la aparición de éste con la del «presente» como escolta del Primer Ministro de Korea del Norte. Y como no hay dos sin tres, la incorporación de Yun Ju-Sang como personaje secundario de la serie. Éste, uno de los cómicos mas reputados de la televisión vuelve tras su paso por «That fool» a ejercer de contrapunto humorístico para aliviar la tensión.
Y tres, la ciudad de Seúl. Me encanta como se aprovecha en ésta ocasión algunos de los rincones mas atractivos de la capital surkoreana para «amueblar» la acción de la serie. Todo un gozo para la vista.
3º CAPITULO: Contrastes. Por un lado secretos y acción y por otro demasiado romance.
Tras ser recibidos por el presidente, Hyun-Jun querrá saber mas sobre su pasado al haber recuperado en parte recuerdos de su infancia. Junto a Seung-Hee visitará el orfanato donde se crió. Finalmente el departamento les concederá unas vacaciones y la parejita se irá hasta Japón dejando atrás a Sa-Wu. En medio de las mismas surgirá una crisis con un científico nuclear fugado de Korea del Norte que desde Hungría pide exilio al Sur. Al estar únicamente localizable Sa-Wu éste deberá acudir a su rescate mientras que los tortolitos retozan y descansan en la fría Akita. A su regreso todos se reunirán en tierras cíngaras dejando al científico camino de Seúl. Sin embargo algo impedirá que ni siquiera llegue a despegar de suelo húngaro.
Sensaciones contradictorias me trae el episodio de hoy. Por un lado se agradece la generosidad de medios dispuestos traducida tanto en una atractiva espectacularidad como en una factura impecable. Tenemos desde una visita a Shanghai hasta un regreso a Bulgaria pasando por una estancia en Akita, Japón. Los dos primeros servirán de fondo para sendas escenas de acción llenas de tiroteos, persecuciones y sobre todo, mucha sangre.
Sin embargo la aventura nipona solo sirve para cubrir gran parte del metraje del episodio con un argumento tan edulcorado como prescindible. Se nos muestra todo un repertorio de carantoñas y arrumacos por parte de la parejita protagonista por los balnearios de Akita y mas al uso de un videoclip que como necesario para el futuro devenir de la serie. Y lo que es peor, a la falta de contenido hay que sumar esos errores tan característicos en ésta clase de argumentación. Porque, ¿alguien me puede decir como tras haberse acostado juntos, el protagonista se niega a meterse en el agua con su pareja? ¿Timidez?. No, tonterías…
Y lamentablemente la falta de sentido común comienza a contagiarse a la verdadera trama de la película en ese afán por dar protagonismo a Lee Byeong-Heon. Me explico; siendo Jun-Ho/Sa-Wu el que ha rescatado al científico norkoreano apareciendo Hyun-Jun tarde y sin aparentemente tener relación con éste, ¿cómo se explica que sea el receptor del regalo del científico?. ¿No es mas lógico dárselo al que te ha ayudado en lugar del que acaba de aparecer por ahí?. Vamos hombre… sentido común. Vale que la estrella sea Byeong-Heon – de hecho justo cuando se emitió éste episodio salió a la luz que éste era el actor mejor pagado de la Republica protagonizando una serie – pero cabe volver a recordar que el «favorito» del público surkoreano es Jun-Ho. En fin, habrá que esperar…
Por cierto, mas como anécdota. Ésta es la segunda serie surkoreana en la que me encuentro con que uno de sus protagonistas está jugando al «World of Warcraft».
4º CAPITULO: Parece que nos ponemos al día.
Tras el asesinato del científico norkoreano el Vicedirector de la NSS se trasladará hasta Hungría. Éste por sorpresa le asignará a Hyun-Jun una misión en solitario, la misma misión con la que comenzó la serie. Así nuestro héroe tendrá que eliminar al primer ministro norkoreano. Lamentablemente la dificultad de llevar a cabo ésta tarea conllevará fatales consecuencias…
Argumento poco denso además de ya conocido; y esto no solo afecta al interés del capítulo sino a su propio desarrollo.
Y es que la entrega de hoy no solo es una versión ampliada de la operación que se nos mostraba en el primer episodio sino que al desvelársenos en aquella ocasión los siguientes pasos aún por dar aquí del protagonista, le resta valor a ese final presuntamente inquietante. No puedo explayarme mas con tal de no destripar nada pero en el fondo el capítulo de hoy resulta un poco frustrante.
Es cierto que contiene mucha tensión y que incluso algunos minutos no dan tregua al espectador pero me esperaba algo que un refrito por bueno que sea.
5º CAPITULO: Todo nuevo, todo acción, todo redondo.
Por un capricho del destino Hyun-Jun saldrá indemne de su piso franco de Budapest. Huyendo terminará en un almacén ferroviario donde acudirán los agentes norkoreanos con la intención de atraparlo. Gracias a su habitual pericia logrará escapar de nuevo y en un momento de tranquilidad incluso conseguirá reunirse con Seung-Hee. Juntos intentarán fugarse pero desgraciadamente las fuerzas que se alían en su contra serán demasiado fuertes. Finalmente, Hyun-Jun conseguirá alcanzar un aeródromo en el que encontrar un avión para salir del país; sin embargo el pertinaz Sa-Wu estará ahí para impedírselo.
Por fin comienza a engancharme la serie y no solo atrayéndome sino casi cautivándome. Y es que tras la decepción que supuso el anterior capítulo, con éste y el fin de los hechos ya conocidos gracias a su primera entrega, hemos continuado por una senda donde la acción y la tensión siguen siendo sus marcas de fábrica.
Ya comienza a vislumbrarse el toque de Yang Yun-Ho – estoy seguro que el pasaje de Akita fue cosa de Kim Kyo-Tae – y mi afirmación viene dada por esos tres guiños a John Woo que nos regala el capítulo. El primero, ese deslizamiento con tiroteo incluido de Sa-Wu; el segundo el «cara a cara» de Hyun-Jun y Chul Young; y para acabar, el desenlace de la persecución de coches con «monta» incluida. Genial. Coincidiremos que son copias pero tras seguir la carrera del director surkoreano – ver sus respectivas reseñas – y conocer su afán y predilección por el (aún-no-por-lo-que-se-ve) extinto «Heroic Bloodsheed» no puedo quitarme la palabra «Homenaje» de la cabeza.
Pero ya no solo es la espectacularidad de un episodio que recuerda a los buenos tiempos de seriales occidentales como «24» -… y eso que estoy comparándolo con una serie estandarte en esto de la acción …- sino unas interpretaciones a la altura de lo mostrado. Tan espectacular es ver llorar a Lee Byeong-Heon como ver saltar un coche por los aires víctima de un misil lanzado por un helicóptero. Ahora comienzan a recogerse los frutos de aquellas escenas tan acarameladas que aunque excesivas no sobran cuando hablamos en términos de credibilidad.
Por último comentar que ésta misma semana ha salido ya al mercado su banda sonora. Tranquilos, no os desesperéis con las dos únicas canciones que parecen repetirse capítulo tras capítulo ya que hay cuatro mas incluyendo una vibrante de los «Big Bangs» – ¿tendrá algo que ver T.O.P. en ello? – y otra de mi favorito Kim Tae-Wu.
Dejando de lado los temas musicales, la partitura de Lee Dong-Jun es tan buena que a ella se le debe agradecer gran parte del ritmo que posee la serie. Demasiados parecidos con conocidos temas de Hans Zimmer y acólitos – dígase Trevor Rabin, Harry Gregson-Williams o Klaus Badelt – pero no solo es cuestión de una calidad desbordante sino de una idoneidad perfecta. Los apuntes corales terminan por apuntillar la faena.
